sábado, 18 de agosto de 2007

CCCVII... Orquídeas y Sapos

Escritorcillo

TINTORRO VIRTUAL CCCLVII. "Orquideas y Sapos"

Primero, agradecer que me hayais dado por ganador. Segundo. que ya sabreis que mis temas preferidos son todos rococós. Luego ahí va el tema que os propongo "Orquideas y Sapos". ¿Que os parece raro?, a mi tamnbién, a ver que sacais de la chistera.

10/08/2007, 18:37



ANNNIA.- El sapo y la orquídea

Cuenta la leyenda que las más bellas orquídeas del mundo crecen junto a una charca perdida en la frondosidad de la selva de un exótico país.
La leyenda habla de un sapo, romántico y soñador, que se adentraba en la selva en busca de aventuras. En una de sus correrías la encontró, era la criatura más hermosa y perfecta que jamás hubiese visto e inmediatamente se enamoró de ella. La orquídea sintió cierta repugnancia al principio al ver al viscoso y gordo animal acercarse a ella, pero era muy coqueta, y cuando empezó a escuchar de su boca los más encantadores halagos, las más bellas palabras que jamás había escuchado, se dejó cortejar, y poco a poco empezó a ver al sapo menos feo.
El sapo la visitaba a diario y le contaba historias de su charca y le regalaba palabras de amor que al principio alimentaban el ego de la orquídea, pero que poco a poco se le iban haciendo imprescindibles, hasta que llegó el momento en que no vivía sino para escuchar a su amado sapo, al que ya no veía feo, sino hermoso.
Pero el sapo sabía que la orquídea tenía muchos admiradores y, preso de un ataque de celos, un día le dijo a la orquídea: vente conmigo a mi charca, así serás sólo mía. La orquídea, compungida, le respondió: no puedo, sapo, moriría si me arrancas de esta tierra. El sapo, creyendo que lo decía en sentido figurado, se sintió despreciado y se marchó a su charca, con la idea de no volver a ver jamás a su amada.
Los días le parecían eternos y vacíos sin tener a su orquídea cerca. Ella, por su parte, languidecía de tristeza y esperaba que su amado volviera, porque tampoco su vida tenía sentido ya sin su presencia.
Un día, el sapo no pudo más y se fue a ver a la orquídea. Ven conmigo, le dijo, no puedo vivir sin ti. La orquídea, esta vez, henchida de amor y presa del miedo de no volver a verle, aceptó.
El sapo la arrancó cuidadosamente de su tierra y la transportó en el lomo hasta su charca, depositándola sobre una hoja de nenúfar. Durante unos días fueron felices. Vivían el uno para el otro. Pero la orquídea poco a poco empezó a marchitarse, hasta que murió. Dicen que el sapo, loco de dolor y de remordimiento, llevó a su orquídea hasta la tierra para ver si así revivía, y viendo que ya era imposible, se tendió al lado de su amada flor marchita y se dejó morir.
Cuentan que en aquel lugar junto a la charca, algún tiempo más tarde, nació un arbusto cuajado de las más bellas orquídeas que en el mundo han existido. Y aún perviven allí, aunque nadie todavía ha conseguido encontrarlas.

11/08/2007, 18:44



ritman.- EFENBAR THINGS-12-De sapos y orquídeas

Sartas, como ha leido por internet que hay una orquídea malgache , la Orquídea Estrella de Navidad por más señas , que guarda el nectar con el que atrae a los insectos que la han de polinizar en el fondo de un estrecho espolón de 29 centimetros que tiene la flor, se pregunta en voz alta si no habrá tambien mujeres que se guardan “ eso” tan dentro que acaban por no encontrar un “insecto” que “la” tenga tan larga como para fecundarlas con éxito.

Brönte lleva toda la tarde tratando eludir las provocación,pero como Sartas, en sus disgresiones levanta cada vez más la voz, pues ella va y le responde.

- A las mujeres que yo conozco, te puedo asegurar, necio, que no les importa tanto el tamaño, como las formas y el estilo.Y, desde luego ,lo que definitivamente no soportan nunca es la imagen que tú estás dando ahora mismo.

-¿Y que imagen es esa?
-La de un sapo con una orquídea.
-Oye, que yo no he insultado. Estoy contando algo verídico. Mira, el mismo Darwin previno la existencia de una mariposa con una trompa de entre veinticinco y treinta centimetros, que sería la que fecundaría esa flor. Despues se descubrió que esa mariposa existía y a su nombre cientifico se le añadió el de “ praedicta” porque Darwin la había predicho.
-Lo que seguro no pudo prevenir el bueno de don Charles sería la existencia de primates recidivantes como tú que, en por una especie de
imbécil regresión conseguirían tener más morro que trompa dices tiene la mariposa esa.

Como veo que van a llegar a las manos, considero prudente mi sabia intervención.

-Bueno, vale...despues de todo el muchacho lo único que hace es demostrarnos su erudición. Y si te molestó, pues tú ya le has llamado sapo.

-Por no hablar de que hay quien se coloca lamiendo sapos...-añade Sartas.

- Ya te gustaría a ti eso, criaturin...Pues como yo tambien soy e-durita ( tergiversa Bronte la palabra a voluntad- te diré que se trata de una especie de sapos del Amazonas. y que hay que lamerlos con tacto, porque si te pasas con la dosis te mueres por el veneno.
- Parece que los hubieras lamido,chica- dice Sartas.
- No. Pero tengo amigas que si...

La sorpresa nos conmociona. Cierto que Brónte es una mujer a descubrir siempre, pero que tenga amigas a las que les guste más un sapo que un cucurucho de dos bolas...

-Un día os las tengo que presentar. Son naturalistas y una vez estuvieron conviviendo con una tribu de autenticas amazonas que lamían sapos y...-se rie abiertamente- consumían hombres.

-¿Cómo que consumían? – gritamos.

-Pues si, que los utilizaban para lo unico que sin válidos. Usar y tirar, en todos los sentidos que querais darle a este segundo verbo. Y...¿quereis saber una cosa?

Claro que queríamos.

-Pues que...puestas a elegir,preferían los sapos.

-¿Por qué?

-Por que siempre es preferible, como ellas decían, alguien que te ponga ojitos despues de hacerlo. ¿Vosotros habeis visto como miran los sapos?

Dicho esto se lame los labios con una lengua burlona y luego nos ignora con la afrdisíaca elegancia de una orquídea. Y allí nos quedamos, minusculos, desencantados y anfibios. Y tan despreciados como lo que en el fondo algunas veces para ellas llegamos a ser y es todo lo que somos los hombres. Prescindibles cucuruchos. Sí, de dos bolas.

-Rit-
And yes, there's somethingyou can send back to me,Spanish boots of Spanish leather.

12/08/2007, 17:51



mens_curiosa .- Orchard House

El baile, un carnaval de organzas y muselinas, de puntillas y lazos, dio comienzo al aparecer la primera estrella en el cielo nocturno. El salón de Durcham Mannor, más conocida como Orchard House por su maravilloso jardín de orquídeas, era el lugar perfecto por sus dimensiones para este tipo de acontecimientos. El suelo había sido pulido con todo cuidado para la ocasión. Los mármoles de las columnas centelleaban al recibir la luz de las arañas de cristal que pendían del techo. Los espejos que revestían las paredes otorgaban más profundidad al salón y multiplicaban el variado colorido de los vestidos. Decenas de jarrones conteniendo orquídeas ofrendaban la contemplación de su estampa elegante y frágil.
Desde la galería superior que se asomaba al salón de baile, Lady Eva, hija única del anfitrión, contemplaba a los invitados semioculta tras una columna. Estaba fascinada por el efecto caleidoscopio de aquellas faldas vaporosas, de todas las tonalidades pastel posibles, que giraban y daban vueltas alternando el sentido de las mismas al son de la música. Observó la oronda y paticorta figura de su padre, que paseaba entre los asistentes, vivaz y satisfecho. Seguramente ella debería estar abajo también, departiendo con los invitados. Pero se sentía incapaz de tolerar los bisbiseos a sus espaldas, aquellas habladurías que la perseguían desde varios años atrás.
Aún desde su discreto observatorio, podía sentir las miradas inquisitivas que le lanzaban desde abajo, y para las cuales la columna se revelaba como un parapeto ineficaz. Lady Eva podía leer en los labios de la gente la unánime acusación. Hechicera, aseguraban las damas entre golpes de abanico. Bruja, carraspeaban los caballeros entre fingidas toses y estornudos. Seis, ya van seis, afirmaban entre bocado de canapé y sorbo de ponche, y no se sabía a ciencia cierta si el rubor que les coloreaba las mejillas se debía a un exceso de bebida o a la indignación contenida en sus palabras.
Porque Lady Eva, aquella rica heredera del título y la fortuna de los Durcham por línea materna, había tenido ya media docena de pretendientes, que habían ido desapareciendo en circunstancias aún no esclarecidas. No había pruebas que pudieran involucrarla, excepto el hecho de que ella había estado prometida a los seis. Y la joven, que se iba aproximando a la treintena, casi perdía la esperanza de remediar su soltería, perjudicada por aquellas maledicencias.
Incapaz de soportar por más tiempo el escrutinio al que la sometían desde el salón de baile, la joven abandonó la galería y salió al exterior por una puerta camuflada. Se dirigió resuelta a lo más profundo del jardín de la propiedad, donde un estanque rodeado por arbustos de orquídeas, verdecía con plantas acuáticas. Se sentó en el borde del mismo y cerró los ojos mientras aspiraba el aroma sutilmente dulzón de las flores. Evocó con una sonrisa triste a sus pretendientes, a los cuales había conducido una vez hasta allí, buscando el amparo de un lugar discreto donde poder recibir un beso.
Un sonido familiar la arrancó de sus ensoñaciones y dirigió la mirada al frente, donde seis pares de ojos negros la contemplaban. Aquello terminó de exasperarla.
-Jeremy –comenzó a recitar, con un deje de impaciencia en la voz-, Willis, Andrew, Edward, John, Henry, por favor… no me miréis así. No pude evitarlo, ¿sabéis? Fue sólo un beso, un simple beso…
Seis sapos parecieron escucharla con atención, para acabar retrocediendo de nuevo a la espesura del jardín.
La muchacha se preguntó por enésima vez qué había hecho ella para merecer semejante don, que transformaba a sus amados en sapos. Su madre, fallecida cuando ella era una niña, hubiese podido ayudarla, pero no llegó siquiera a saber de esta “singularidad”. Su padre, al que confesó desde el principio su involuntaria “acción”, siempre la había apoyado e intentado buscar soluciones. Si bien era cierto también que, desde entonces, no le permitía darle ni un ligero beso de buenas noches. Aunque eso no era de extrañar, sabiendo ambos como sabían, que el actual Lord Durcham había vivido en aquel mismo estanque hasta el día en que la difunta lady Durcham, entonces lady Emilia, tuvo el impulso de besarle. Lo cual le condujo de una vida batracia a una nueva existencia, quiza no tan feliz y despreocupada como la anterior, pero dotada de suficientes alicientes como para desear seguir siendo humano.
El corazón tiene razones que la razón no entiende

13/08/2007, 19:02



Escritorcillo .- La Insurrección.

La orquídea sapo. Okirot spintyca. Hace unos cien años la gente mataba por ella. La insurreccíon de Jonofrito el maltinche, contra los burgueses, fue aquí, en estas islas. Por culpa de esa planta. Con ella se preparaba la Tintura fucsia de las telas. Miles y miles de orquídeas eran cortadas, desecadas en las piras al sol, y extraídas con grandes cantidades de alcohol, para conseguir el fucsia. Era el día de la cosecha y Jonofrito llegó al puesto de los mercaderes, su burrito de andares plateados prometía una enorme cantidad en sus alforjas. Y le dieron sólo diez pesos. Jonofrito blasfemó. Una enorme y fecunda blasfemia salió de sus labios de mulato. La blasfemia llegó al oído del alguacil y se lo llevaron preso a Tucumen. Y toda la cárcel de Tucumen salió ardiendo. Jonofrito se hizo con los cañones de la guarnición. Veinte mil mulatos exaltados por el bajo precio de la orquídea le siguieron. La chispa saltó de isla en isla. Queremos comer era el grito. Pronto los burgueses tiñeron las telas con sangre, su sangre, en vez de fucsia de granate o carmesí. El gobernador, el gobernador era un lelo que vestía según las normas de Paris, lo crucificaron, y luego quemaron la cruz. Jonofrito, Jonofrito, todo lo que tenía de dulce el nombre lo tenía también de violento y astuto. Los ingleses lo pusieron en jaque por tres años. Los venció a todos. Bombardearon Tucumen, bombardearon Insenan, arrasaron la Isla de Chi, la sembraron de sal. Y Jonofrito se echó a la selva. Decapitaba las cabezas y dicen que bebía el agua en los cráneos humanos. Veinte mil ingleses fueron pasados a cuchillos, trescientos mil maltinches perecieron. A Jonofrito lo vendió su propio hijo. Lo ahorcaron después de achicharrarlo con planchas calientes. El hijo, Tereso, se llamaba, se hizo con una finca, era más blanco que la harina, por eso pudo vender a su padre, porque su piel era blanca como la de la luna, y los ingleses lo respetaron. Jonofrito tuvo cincuenta hijos, solo le sobrevivió su fratricida, el blanco. Los cadáveres se pudrieron a miles en las calles, el pestazo hizo insufrible Tucumen, hubo que quemarlos. Quemaron a miles de personas, las cenizas cubrieron el cielo como si los volcanes hubiesen estallado. La producción de orquídea no se recuperó hasta veinte años después. Ahora ya no vale nada, ya no se utiliza para hacer la tintura. La tinta sintética la ha reemplazado totalmente. Las islas son preciosas, millones de orquídeas crecen en sus laderas volviéndolas de color fucsia, el atardecer es un prodigio de belleza tornasolada.
........................................................Francisco Antonio Ruiz Caballero.

13/08/2007, 21:12



ANDRESNIPORESAS .- UN CUENTO TATUADO.

Con parsimonia, lentamente, midiendo los gestos y las acciones le desabrochó la blusa y con una ceremonia heredada de los cuentos le soltó el sujetador. No podía creer lo que estaba viendo: en el pecho izquierdo tenía tatuado un sapo y en el derecho una orquídea.
Julio quedó cortado, sabía que a partir de ese momento el encuentro sería especial.
Ella, Irina, lo miró con cariño, hasta con compasión. Y comenzó a relatarle su historia, una historia absurda, quizá. Una historia pactada y pagada.
Érase una vez una jovencita que tenía muchas ganas de casarse. Todos los días llevaba al río un par de orquídeas y las tiraba a la corriente. El río las hacía bailar en los remolinos y algunas veces quedaban atrapadas en el barro de la orilla. Allí prendían y crecían y florecían. La joven estaba convencida de que un príncipe había sido embrujado y ella le llevaba las orquídeas, las besaba y las tiraba al agua, por si entraban en contacto con el sapo de sus sueños y así recuperaba la forma humana.
Pasaron los días, pasaron los meses y pasaron años. Y aquel río chiquito se convirtió en un jardín en cuyas orillas crecían unas orquídeas bellísimas. Tan bello era, y tal era su fama, que otro príncipe, el hijo heredero del reino de Calibia, venía a pasear todos los días entre las orquídeas, cortaba las más hermosas y se las llevaba a su amada esposa.
Un día, dentro de la orquídea que el príncipe cortó, se encontraba un pequeño sapito verde, brillante, silencioso. La esposa amada colocó las flores en el jarrón sin ver el sapito y se acostó. A las 12 en punto de la noche el sapo comenzó a croar con insistencia. El príncipe y su amada esposa se despertaron. Se miraron y rieron. Entonces el príncipe le dio un beso a su amada y ésta se convirtió en una ranita azul brillante, la cual dio un salto y se colocó sobre la flor de la orquídea junto al sapito.
Lleno de tristeza el príncipe cogió las flores y el florero y se encaminó al río. Allí vació el agua, las orquídeas y al sapo y la ranita, su amada. El agua se iluminó en el punto donde cayó la ranita y el príncipe sintió la necesidad de ir a encontrarse con su amada esposa. Se adentró en el agua, sin poder detenerse, hasta que la corriente lo cubrió.
En aquel remanso del río suena el canto de las ranas pero por encima de todas se oye cada noche, a las 12 en punto, una melodía que canta el príncipe enamorado.
¿Te ha gustado, Julio? Aquella ranita soy yo, siempre lo he sido.
Bueno, el próximo día fingiremos que un oso entra en la habitación. Prepara un cuento.
Julio fue a darle un beso de despedida pero ella se lo impidió (por si acaso). Cuando Julio bajaba por las escaleras aún resonaban las carcajadas de Irina.

15/08/2007, 18:09



Escritorcillo .- Violación.

Entré en aquel salón rodeado de estatuas femeninas. Damasquinados y yeserías arabigoandaluzas en las paredes y grandes lámparas de araña en los techos. Había cuadros con escenas mitológicas de centauros y cíclopes. Ilión ardía devastada en un cuadro. A la luz de las velas la estancia fosforecía de un rabioso granate, pero en los grandes sillones de terciopelo verde los cojines de seda amarillos y azules lo cubrían todo. Yo estaba desnudo, mis cuerpo de atleta de veinte años destilaba como una clepsidra olor a sándalo y a tigre, como en una mezcla híbrida de impuras sustancias y aromas balsámicos. Jarrones de cristal labrado guardaban líquidos verdes y ámbares, ¿vino, absenta, Te?. Caí en un sueño en el que yo era un Apolo de una belleza débil, mala, y sublime. Mi torso de luna y nácar competía con la plata de los candelabros magníficos. En mi sueño mordía una flor, una extraña amapola roja y violeta. Y entre volutas de vapor voluptuoso del fumadero de opio aparecieron las náyades desnudas. Las Venus de mi sueño llevaban tatuado un sapo en el pecho derecho, y una orquídea en el izquierdo. Estaban aceitosas, incluso la mulata, que fulgía de aceitunos ámbares. Pronto empezaron a tocarme, a acariciarme. Me rozaron los pies desnudos con la punta de los pezones, otras me agarraban de los hombros, y la más traviesa, de profundos ojos luciféricos y verdes, me agarró la verga de hombre, para introducirsela en la boca. Me quemaba vivo allí mismo, me estaban desollando vivo con una sabiduría de embrujadas dementes. Me cabalgaron a pesar del pavor, cada roce era un suplicio, cada lengüetazo un tormento, me fustigaron como a un potro. Los latigazos que me concedían suponían terribles cosquillas, y mi angustia era espantosa. Pronto no les bastó el uso de sus labios y se introdujeron mi miembro en sus vaginas. Una lluvia púrpura cruzó por mis pupilas, ardiente y desagradable, con asco. Me moría, quería escapar de aquella furibunda violación, pero mi cuerpo, laxo y endeble, no respondía a mis deseos. Me sentía tan lacerado y sucio en cada lamida y en cada movimiento que deseaba la muerte. La angustia en todo mi ser escarbaba profundos laberintos. La tortura duró horas y horas hasta que derretido eyaculé mi muerte decenas de veces. ¿cuánto duró aquello?, pasaron por mi mente veinte espantosos súcubos, hieráticos, bellos y terribles, ¿horas, días?, cuando salí de mi sueño estaba maltrecho como en una paliza.
(Eso es lo que tu quisieras, Francisquito). Jua Jua Jua. Cuidado con la gorda.
.........................................................................Francisco Antonio Ruiz Caballero.

15/08/2007, 20:15




Evaluna


Miembro desde:10/04/2006
Mediterráneo
259 Mensajes
2.071 puntos
Citar
VOTACIONES TINTERO VIRTUAL CCCVII 'ORQUÍDEAS Y SAPOS'
VOTACIONES TINTERO VIRTUAL CCCVII ‘ORQUÍDEAS Y SAPOS’
Abierto el plazo de votaciones de la Edición CCCVII ‘Orquídeas y sapos’.
Ya saben de 1 a 3 puntos al haber menos de diez relatos. Que ustedes lo voten bien.
Salud.

16/08/2007, 0:04
Informar de abusos
ANNNIA


Miembro desde:05/04/2006
57 Mensajes
504 puntos
Citar
Mis votos

RIT 3
MENS CURIOSA 2
ESTRE 1


16/08/2007, 9:30
Informar de abusos
Escritorcillo


Miembro desde:07/04/2006
453 Mensajes
3.125 puntos
Citar
Re: VOTACIONES TINTERO VIRTUAL CCCVII 'ORQUÍDEAS Y SAPOS'
Andresniporesas: Tres puntos.
Annia: dos puntitos.
Mens Curiosa: un puntito.
Ha participado muy poca gente y es una pena. Además no os habeis esforzado bastante.

16/08/2007, 10:16
Informar de abusos
mens_curiosa


Miembro desde:04/07/2007
38 Mensajes
275 puntos
Citar
Votaciones vacacioneras
Poca gente, Escritorcillo, es verdad, pero no hay que meterse con los que encima hemos participado (lo del poco esfuerzo, por cierto, no es una novedad de ahora, y me incluyo y te incluyo...).
Y ahora, en son de paz, los votos:
Escritorcillo: 3 (el de Jonofrito)
Estresado: 2
Annia: 1
happy holidays!!!
El corazón tiene razones que la razón no entiende

16/08/2007, 18:35
Informar de abusos
ritman


Miembro desde:08/04/2006
49 Mensajes
236 puntos
Citar
Re: Al devote vote ( comodón el que no vote)
Mens 3
Annia 2
Estre 1

...que Agosto les cunda, compadres

( y comadres)
And yes, there's somethingyou can send back to me,Spanish boots of Spanish leather.

16/08/2007, 20:56
Informar de abusos
Evaluna


Miembro desde:10/04/2006
Mediterráneo
259 Mensajes
2.071 puntos
Citar
Re: RESULTADOS DE LAS VOTACIONES TINTERO VIRTUAL CCCVII 'ORQUÍDEAS Y SAPOS'
Llegadas las 00 horas, una vez hecho el recuento y salvo error u omisión… Los resultados de las votaciones de la Edición CCCVII ‘Orquídeas y sapos’, han sido:

Primer puesto para Andresniporesas ( ESTRESADO) con 07 puntos

Segundo puesto y medalla de plata para Mens_Curiosa con 06 puntos

Tercer puesto y medalla de bronce para Annnia con 05 puntos.

Y con 3 puntos Rit y Escritorcillo.

Enhorabuena al ganador y esperamos tema.

17/08/2007, 0:02
Informar de abusos
ANDRESNIPORESAS


Miembro desde:24/03/2006
652 Mensajes
4.966 puntos
Citar
Pido disculpas y paso la vez.
Por causas ajenas (y bien que lo siento) no he podido votar. Llego a estas horas a casa con las votaciones cerradas. No siempre disponemos de nuestro tiempo. Lo siento de veras.
Veo que habéis sido tan bondadosos que me habéis dado 7 puntos. Gracias. Pero estamos todos en un pañuelo.
Así que os ruego que aceptéis mi renuncia a proponer tema y que sea MENS CURIOSA la que lo ponga.
(Si llegamos a media tarde y no ha podido, que sea entonces ANNIA la que lo proponga. ¿Os parece? No tiene sentido que no vote y que además ponga tema. ¡Qué morro!)
Un saludo y gracias a todos. (¿Cómo va vuestro agosto?

17/08/2007, 1:09
Informar de abusos
mens_curiosa


Miembro desde:04/07/2007
38 Mensajes
275 puntos
Citar
recuento de votos
Vaya, Estresado, me da pena que no hayas podido votar. Tengo curiosidad por saber que hubieras votado, jajaj
Pues te acepto la merced, como no, y paso a poner tema.
Muchas gracias, majo.
El corazón tiene razones que la razón no entiende

17/08/2007, 2:29
Informar de abusos

CCCVI... Una isla desierta

EXLUCIFER666

TINTORRO VIRTUAL CCCVI.- "UNA ISLA DESIERTA"

EN PRIMER LUGAR, AGRADECER A TODOS LA SORPRENDENTE ACOGIDA QUE HA TENIDO MI "CHORRADA" SEMANAL. HABER OBTENIDO UN PRIMER LUGAR, A LA MISMA ALTURA QUE LA CAMPEONÍSMA DOÑA BLAKA Y POR ENCIMA DE INSIGNES PLUMAS COMO DON ESTRESADO Y DEMÁS, HACEN QUE EL PRIMER PUESTO OBTENIDO TENGA, TODAVÍA SI CABE, MAYOR VALOR PARA ESTE POBRE DIABLO.
EN SEGUNDO LUGAR, RECOGIENDO EL GUANTE LANZADO POR LA BLANQUÍSIMA, HE ESTRUJADO UN POCO MÁS, SI CABE, MI CALAVÉRICO CEREBELO Y DE ÉL SÓLO HE PODIDO EXTRAER UNA PREGUNTA MUY USUAL EN ESTAS ÉPOCAS VERANIEGAS QUE NOS HAN TOCADO VIVIR: ¿QUÉ TE LLEVARÍAS A UNA ISLA DESIERTA?...
POR TANTO, EL TEMA QUE PROPONGO, SALVO MEJOR CRITERIO U OPINIÓN DE LOS SUPERTACAÑONES, ES EL SIGUIENTE:
"UNA ISLA DESIERTA"
TEMA QUE LÓGICAMENTE PODRÁ SER TRATADO EN TODO SU EXTENSIÓN Y EN EL CONTEXTO QUE CADA CUAL CONSIDERE MÁS OPORTUNO.
AGRADECIENDO UNA VEZ MÁS EL HONOR RECIBIDO, ATTE.

gemmayla
"Ulises Odiseo, rey de Ítaka Desierta"

Ulises Odiseo tomó el ferry desde la isla de Kefalonia para arribar a su isla natal, Ítaka. Sus intenciones eran subversivas y terroríficas. Pretendía convertir, desde Frikes en el norte hasta Perachori en el sur, su querido terruño en una isla desierta. Ulises Odiseo residía la mayor parte del año en Europa, entre Roma, París y Madrid, pero cuando llegaba el verano, le gustaba visitar a su anciana madre Anticlea, a su ex esposa Penélope y al hijo de ambos Telémaco. Con ellas se sentía agasajado y muy mimado y querido. Aprovechaba esta ocasión para dar sabios consejos paternos a su vástago, consejos que éste guardaba en el Word de su ordenador personal para revisarlos de vez en cuando y no aplicar en su vida ninguno.
Ulises Odiseo deploraba el aspecto quincallero que iba adoptando su querida isla de año en año. El turismo arribaba a la isla como una avalancha roedora, como un alud de monstruos marinos que le recordaban replicantes de Escila y Caribdis a pequeña escala pero multiplicados por millares, y este despropósito había que paralizarlo a cualquier precio.
Con ardides y engaños convenció a su familia para que ese verano visitasen por fin la Torre Eiffel de París, porque no había un dios que consiguiese mover a aquellas mujeres apegadas a su casa y a su tierra como dos moluscos gasterópodos asidos fuertemente a las rocas de las costas, “¡Sois peores que la ninfa Calipso, cuando retenéis algo no lo soltáis!” En cuanto a Telémaco, se mostró encantado de acudir a un festival internacional de Heavy que ese año transcurría en el Auditorio de la Macarena en Granada. Su padre, como siempre, sufragaría todos los gastos.
Despejada la isla de seres queridos, Ulises Odiseo, disfrazado de mendigo harapiento y desarrapado, tomó el ferry, cargando en sus alforjas suficiente munición como para espantar a los huéspedes de mil complejos hoteleros. Sabía que no haría falta emplearla toda, pero la pondría a buen recaudo por si su plan se venía al traste.
Convertir Ítaka en una isla desierta para uso exclusivo suyo y de su familia, no le supuso a Ulises Odiseo mucho esfuerzo. Imaginó que los complejos hoteleros eran enormes Cíclopes – en concreto al Hotel Mentor de Vathi lo bautizó Polifemo- y que sus huéspedes eran pretendientes de su ex esposa Penélope – Ulises Odiseo era un poco como el perro del hortelano: que no comía ni dejaba comer. Penélope no encontraba novio ni harta de Retsina.-
Las autoridades griegas atribuyeron a grupos aislados, a alguna célula independiente de la rama más radical del fundamentalismo islámico, los numerosos atentados que se sucedían en la pequeña Ítaka que espantaban a propios y extraños. Las oficinas de turismo colgaron el cartel de “Closed” – en inglés, porque el griego moderno no hay un Zeus que lo entienda – y poco a poco Ulises Odiseo pudo retornar a su patria. Aquello supuso una reconciliación definitiva con la bella y ya madurita Penélope. Incluso decidieron tener un par de hijos para poblar la isla endogámicamente con el permiso de Telémaco, que aprovechó la coyuntura para instalarse en España, país en el que, según él, “se vive de putísima Penélope”.
Ulises Odiseo podía por fin aspirar a una jubilación tranquila, apacible y gozosa. Ïtaka al fin le pertenecía por derecho propio. Las autoridades griegas poco a poco lo fueron aceptando y un buen día lo coronaron rey. ¡ Y Ulisín Odiseado, esta fábula se ha acabado...!

27/07/2007, 2:50



ritman
Efenbar things-8-Una isla

Empezó porque, de pronto, aquella tarde Grumpf se declaró cunilingüista

-¿Cunilingüista?

-Pues sí. Un auténtico profesor de lenguas vivas.

-De lengua viva. dirás

-Pues eso.

-No te conocíamos hasta ahora aficiones culturales

-Vosotros reiros...pero a mi me parece lamentable el mal uso que en estos tiempos se le da a la lengua.

Como pareciera hablar en serio, Brönte le lanzó una ola sulfúrica desde sus oceánicos ojos.

-Y tu te compremetes a enseñar, eh, cariño, el uso correcto.

--Pues si.mi vida.

-Si yo fuera tu vida, profesor, seguramente no dirías aquello de que bello es vivir ... a suicidarte te obligaba...pero vamos, contigo ni en una isla desierta.

-Ya no quedan islas desiertas...mi muerte.Pero si quedaran y yo quisiera irme a alguna, descuida que lo último que pensaría en llevarme es una mujer. Occidental. se entiende.

-¿Cómo que occidental/se/entiende.

-En general, cuando uno añora una isla desierta, es porque está hasta el...

-¿Cunin?

-Eso, de todo lo que le rodea. Y a veces nada hay que rodee y moleste más al hombre que una mujer . Porque mira que os poneis pesadas. Del noventa por cien de los hombres que pululan tomados de los nervios,absolutamente estresados y a punto de hacer una locura, la culpable es una mujer ...occidental.

-¡Y dale!

-Le doy. Es la única cultura en la que, decididamente habeis conseguido la liberación y la manifestación más alta de esa liberación es humillar al hombre.

-Y si no al hombre, a babuinos como tú que no valen ni de sucedáneo
No te fasjode aqui el cunilinguista...¿Y entonces que te llevarías tú a una isla desierta? ¿Tu biblioteca? ¿La colección de discos?

-No. iría sólo yo. simple...


-Te creo...

-...natural, desnudo...

-Como los hijos de la mar...-tercio.in machadian style.

-Pues sí. Aunque ya no queden islas de esas en los mares hay algunas veces que me dan ganas de echar una balsa al inmenso azul y remar y remar a ver si tengo suerte.

-Tu suerte es que no tengo a mano el rodillo de amasar las pizzas. Anda que...Pues si llegas a alguna isla de esas, poco podrás practicar allí el Cunilinguismo, señor catedrático.

-¿Por qué no? ¿Quién te dice que no encuentro una bellísima y salvaje Viernesa?

-¿Lo qué?

-Una viernesa...El femenino de Viernes- aclaro

-El femenino de Viernes y el tonto del lunes – porque era lunes- Hay veces que no sé ni por qué os escucho. Con que una viernesa...vaya. pero si practicas ,que digo,practicas, si le impartes, doctor, tus clases de lengua, será que le darás placer, que,por tanto no la tratarás como un animal, será que la respetarás, y al respetarla la liberarás , la elevarásy la ...occidentalizarás hasta el punto de darse cuenta de lo patético que puedes llegar a ser no ya tú, sino el hombre en general, salvo contadas excepciones, el hombre como concepto y pegote genético al que tiene biológicamente soportar, y al que se le hará necesario corregir, acosar, rodear y molestar, como tu dices, tratando de hacer de él algo presentable en sociedad.Y entonces tú te hartarás...¿y a que otra isla desierta te vas a ir, capullo?

Dicho esto,se pierde majestuosa en el interior,como lo que ella, tras su vestimenta de camarera es en realidad: una reina.

Y nosotros,mientras un sol decadente y deshonesto en el marco de la ventana hace proposiciones ¿grumpficas? a una nube adolescente, nos quedamos pensativos.Pensando en si habremos manchado con nuestras tonterías algo demasiado maravilloso y fantástico. Si habremos hollado con nuestros patanes pies ese lugar siempre tan nuevo, peligroso, atractivo y excitante que es el corazón de una mujer.
Sí, ese misterioso y desconocido paisaje ante el que siempre somos extraños, naúfragos y desvalidos y en el que, bromas y filosofías,mentiras y verdades aparte, cada día y cada hora, siempre, siempre, tenemos que aprender a sobrevivir.

Como robinsones en una isla desierta.

27/07/2007, 21:36



Escritorcillo
La Isla del Doctor Moreau.

Llegué a la Isla de noche. Se agitaba en las palmeras un viento verde, un viento azul, un viento rojo, que venía desde las estribaciones del volcán, o desde las estribaciones de la playa. Todo era silencio. Cuando la barcaza dio con sus huesos en el embarcadero salió a recibirme el tuerto. Un cíclope creado por el doctor. Su único ojo verde parecía una linterna horripilante, su joroba, una desgracia. Llevaba un farolillo en la mano que desprendía agitadas serpientes amarillas. Era abyecto y refinado, hablaba con ceceos y suspiros agarrotados, casi con tartamudez, pero era solemne en cada frase, no inspiraba risa sino desprecio o temor. Cogió las maletas y las cargó a peso, era endemoniadamente fuerte, yo no podía con ellas y soy realmente poderoso. Caminamos el trecho que hay entre el embarcadero y la mansión, describía un violín de fermentos translucidos una melodía de caña de azúcar y barro. La mansión era grandiosa. Salió a recibirnos el policíclope, otro de los engendros del doctor. Susana dio un grito cuando lo vio, allí, alto, delgado, fuerte, con cuatro ojos en la cara. Ella sabía a lo que venía, y yo también, aún así no pudo evitar el lapsus que salió de su boca. Nos recibió el Doctor efusivamente. Correteaban por la antesala gatos verdes, producto de la industria de su dueño, todo un acierto de elegancia. Eran verdaderamente preciosos, tenían los ojos amarillos y el pelaje esmeralda. También vi un gato negro. Un gato negro normal, absolutamente normal. La primera noche la pasamos en el cenáculo con el Doctor, tomamos notas y más notas. Los crisantemos azules y amarillos de la salita competían con las fuertes acuarelas de algún loco Kandinski borracho. Luego llevamos aquellas notas al laboratorio. Nos enseñó el laboratorio, y los ordenadores. Y finalmente nos mostró nuestros aposentos. El Doctor era un individuo tenebroso, y a nosotros nos importaba una mierda aquello, lo hacíamos por dinero. Por la mañana contemplamos el horror de los híbridos. Durante tres meses creamos, engendramos, fabricamos, hibridamos, esperpentos y paranoias, paranoias y esperpentos. Luces de Bohemia bajo antorchas de horror. Teóricamente era una isla desierta. Pero bullía en cada páramo una colección de monstruosidades, el hombre cerdo, la mujer hiena, el hombre sin orejas, la mujer víbora. Y cientos de especies, animales y vegetales, que el Doctor y nosotros, sus ayudantes, creábamos. Tanto horror sólo por dinero. Mercenarios de lo estrambótico, especuladores de la horrísona mezcolanza. Finalmente nació el niño perfecto. Sin taras genéticas, perfecto, sin miopía, talasemias, anemias, glucogenosis, o debilidades, especialmente diseñado para la guerra y para la supervivencia, de un cerebro prodigioso, y de una fuerza descomunal. Su crecimiento fue rapidísimo, ya a los seis meses podía correr y hablar y el Doctor, entonces, decidió que sus demás proyectos sobraban, y los fue eliminando uno a uno. Dio caza a la mujer pantera y al hombre cerdo, incluso exterminó a sus gatos verdes. Finalmente decidió asesinarnos. Aquella noche organizó una espectacular cena. Mientras el niño perfecto tocaba una serenata de Mozart al piano nos invitó a una copa de Oporto. En el vino había puesto estricnina y cierto alcaloide de una planta de la Isla. Bebimos Susana y yo entusiasmados por el virtuosismo del niño perfecto. Pronto caímos enfermos de fiebre. Nos echó a paletadas a una tumba colectiva. Ahora mismo mi omoplato izquierdo está sobre la quijada de la mujer cerdo y mi pelvis descansa sobre el fémur del policíclope. El volcán pronto hará saltar por los aires a toda la Isla.
........................................................................Francisco Antonio Ruiz Caballero.
28/07/2007, 19:00



Estresado
LA ENCUESTA

Después de años esperando que una becaria me hiciera las preguntas correspondientes para una encuesta, zas, mientras caminaba por la calle a toda prisa porque debía llegar a tiempo a una cita, por fin se me acerca una chica, moderna ella, con una carpeta negra y un boli y va la julai y me dice, ¿”Le importaría responder a unas preguntas?” Fue como si me hubieran dado un puñetazo en la boca del estómago: me quedé sin respiración, sin decisión y sin ideas.
“Bueno, vale”, le dije con un hilillo de voz cuando se me pasó la emoción.
La verdad es que la chavala no ayudaba a pensar. Recitaba las preguntas con un tonillo colegial ursulino igual que si no le importara nada ni la pregunta ni la respuesta. En vista de lo cual me distraje mirándola fijamente a la cara, a su modo de escribir, a cómo cogía el boli, Dios mío, parecía un puñal en su mano.
No conseguí ponerla nerviosa. Y de golpe me formuló la gran pregunta: “¿Si tuviera que ir a una isla desierta qué se llevaría?”. Joder, lo tuve claro: “A ti”, le dije.
No se puso nerviosa, creo que ni se inmutó. Y con la misma voz de corcho me corrigió: “Yo no quiero ir a una isla desierta ni contigo ni con nadie”. “Pues escriba esta nueva respuesta, pero sepa que está falseando la encuesta”. “A mí la encuesta me la suda, lo que me interesa es lo que me pagan por hacerla”. “¿Cuánto le pagan?...” No respondió. “Le hago una proposición, señorita. Usted se sienta conmigo en el bar y charlamos durante el tiempo que tarda usted en hacer una encuesta; pasado ese tiempo le pago lo que usted cobra por una encuesta, se levanta y se va”.
La becaria tenía muy bien aprendido su papel. “¿Me hace el favor de responder?... ¿Qué se llevaría a una isla desierta?” “Una escoba, -le respondí-, no tolero las islas desiertas sucias, me dan asco”. La chica estalló en una carcajada. Me miró y me aseguró que era la respuesta más divertida de cuantas le habían dado.
Ya más relajados los dos, -hay que ver los milagros que hace la risa-, hablamos de la finalidad de la encuesta. Y me confesó que tenía la sospecha de que lo único que les interesaba era mi teléfono, mi edad y mi dirección y a poder ser también el mail. “Deme esos datos, por favor, o no me pagarán”.
Falseé todos esos datos, todos. Después hice ademán de irme. La becaria manifestó llamarse Eva. “Adiós, Eva”. “Adiós”. Sólo me dejó dar unos pasos, me alcanzó por detrás y tocándome un hombro me dijo, “Acepto la invitación: media hora por veinte euros y la consumición”. Ahora el que no quiso fui yo. Le di los veinte euros y le mentí de nuevo: “Toma, son falsos...como tus encuestas”.

30/07/2007, 13:58



Evaluna
JUGANDO A SER ROBINSONES

Desde que cesó la época de huracanes, es el séptimo insensato que llega y si las cuentas no me fallan el tercero que lo hace en paracaídas, debe de ser el reclamo de moda para enganchar a necios como éste.

No, no me he olvidado de aquel que lo hizo un día antes del temporal, fue emocionante, no habíamos sufrido un ciclón tan salvaje desde hacía más de medio siglo y aquel inglés con un par de narices aquí que desembarcó. Inocente.

Lo recuerdo perfectamente, llegaron en una lancha motora, le trajeron esos embaucadores de la isla de Madriski, como a este mismo pobre incauto. Los hermanos Figueroa son conocidos por organizar aventuras de este estilo; “inolvidables” así las califican ellos: “¿Está cansado de viajar a los destinos de siempre? ¿Quiere una experiencia excitante como nunca antes haya imaginado? ¿Quiere ser usted el nuevo Robinson del siglo XXI? Los hermanos Figueroa tienen preparado para usted la aventura más impresionante que un hombre pueda disfrutar. De nuestra mano le haremos llegar a una isla virgen, desierta, llena de encantos donde solo usted será el elegido para gozarlos”.

Humm.. no son muy sagaces estos Figueroa, pero a pesar de que su publicidad brilla por la ausencia de imaginación, parece bastante convincente y desde que se pusieron al cargo de estas ‘excursiones’ la llegada de cándidos turistas ávidos de aventura es una lluvia constante. Lástima que nunca podrán repetir destino.

De modo que desembarcaron al inglés con una cantidad de equipaje y cachivaches inútiles que de nada o poco le sirvieron ya que al día siguiente de su arribada comenzaron las lluvias y los vientos huracanados. Casi no me repongo de aquel brutal temporal, pasaron varios años para que pudiera recuperar mi aspecto natural. Pobre inglés. Desde entonces ya se han cuidado esos bribones de traer a ningún infeliz en fechas digamos más que problemáticas.

Este individuo, el que ha llegado hoy, parece más preparado que los anteriores si le juzgamos por su equipaje, bastante escaso, pero no es más que otro estúpido con ganas de jugar a náufragos. No sabe cómo nos las gastamos aquí. Pero, ¿qué ven mis ojos? Ha traído armas. Es la primera vez que un visitante viene así de armado; ¿para qué querrá esas armas? Es sabido que aquí no hay animales peligrosos, si acaso hubiera decido ir a la isla de Sevilliski o sin duda la peligrosísima isla de Finlandiski, pero en mis dominios no existe peligro alguno, al menos de los que se pueda combatir con armas.

Me pregunto cuántos días habrá decidido pasar con nosotros, lo más que he permitido aguantar con vida a alguien en estos parajes fue mes y medio, aquel marine norteamericano me caía bien. Le gustaba nadar, era un excelente nadador, una verdadera lástima que mis aguas cristalinas y aparentemente tranquilas escondan sorpresas no muy gratas, y el pobrecito se nos ahogó. Una pena.

Recuerdo hace siglos cuando barcos piratas llegaban a éste mi reino, invencibles, sedientos de tesoros. Si las profundidades hablarán cuántos secretos guardan, cuántas vidas pérdidas inúltimente. Más tarde llegó la calma... tal vez algún resto de náufragio o algún loco aventurero solitario, no mucho más, sin embargo nuestros huéspedes de hoy son muy distintos a aquellos de tiempos pasados.

Llega la noche y nuestro invitado parece feliz. Duerme con el arma bajo el lecho, si supieras que de nada te va a servir. Me gusta, le dejaremos que disfrute, cuando empiece a aburrirme sus juegos de Robinson terminaremos la tregua y pasaremos a la acción.

Bienvenido amigo. Nunca debiste venir.

30/07/2007, 16:54



mens_curiosa
La isla desierta

Tenía la apariencia de una roca oscura, aunque también se la podía calificar de isla desierta. Lo justificaba aquel océano verdiazul que la circundaba, de cuya superficie arrancaba destellos el sol. Y, además, ninguna presencia (humana, animal o vegetal), rompía la quietud de su superficie.
Me acerqué sobrevolando aquel lugar con parsimonia, reluctante a romper la misteriosa armonía de aquel paraje. El islote era redondo, perfecto. Sentí curiosidad al observar la película brillante que parecía recubrirlo, como si alguien le hubiese aplicado una capa de barniz. ¿Resbalaría? Todo apuntaba a que sí. Sin embargo, qué gran tentación la de aproximarme y posarme...
-¡Ayyyyyyyyyyyy! ¡Se me ha metido algo en el ojo!
- Habrá sido un mosquito. Espera, mujer, deja de frotarte y déjame que te mire...
Ya me voy, ya me voy. Que uno no se puede confundir, que enseguida le espachurran.
Si, en el fondo, hasta es un piropo. Qué bonitos ojos tienes, niña, como dos océanos de agua verdeazulada en los que se asoma la isla desierta de tu pupila.
En fin.
El corazón tiene razones que la razón no entiende

30/07/2007, 18:59



BLANKA-L
La posibilidad de una isla.

Tengo que ir a una isla desierta estas vacaciones, y estoy metiendo en mi maleta lo más imprescindible, lo que me quiero llevar. Zapatos, varios zapatos, para que no se me rocen los pies nada más llegar allí. No podría ni siquiera moverme de la playa con los pies en mal estado. La isla es pequeña, según he visto en las fotografías. Es un islote formado a partir de un arrecife de coral. El coral hizo el trabajo, consiguió emerger del mar, cosa verdaderamente respetable para un organismo tan primitivo. La cooperación de los pequeños cuerpos durante siglos y siglos ha formado la base de roca caliza, y los vientos han traído semillas y han poblado las cimas de vegetación.

El coral, a su vez, está asentado sobre la boca redonda de un volcán sumergido, y así la isla entera tiene forma de huevo frito. El borde es una estrella irregular, con hermosas playas de arena blanca; la elevación es pequeña, quizá unos veinte o treinta metros sobre el nivel del mar, como mucho, y el centro, que corresponde al hueco de la caldera del volcán, es una laguna profunda de agua de mar en la que viven, dicen, criaturas microscópicas asombrosas. Me han contado que el volcán sigue ligeramente activo y que el agua en el fondo de la laguna puede llegar a los noventa grados centígrados de temperatura. En esa profundidad ardorosa nadan criaturas, dicen que vivas, dicen que son algas... se supone que se parecen a las que poblaban los oceanos en las eras primitivas, cuando el mar cubría toda la tierra y hervía por los fenómenos volcánicos que se producían en el corazón de ésta, todavía muy caliente. Esas criaturas, esas algas, dicen, en manadas innumerables, más incontable que estrellas, fueron las encargadas de crear la atmósfera de oxígeno que tenemos ahora, y que es un producto resultante de su metabolismo. Sobre el antiguo trabajo de esas algas rojas, esas frioleras empedernidas que sólo se sienten bien cuando están a las puertas del infierno, sobre ese infierno, se asienta el resto de la vida.

¿Y cómo es que me voy yo de vacaciones a un sitio tan primitivo y que suena tan peligroso? No teman, no me pienso escaldar en ninguna olla de agua marina. En superficie la temperatura del agua es normal. Voy a tomar fotografías, solamente. Somos un grupo, vamos preparados con cámaras especiales para aguantar agua hirviendo, no teman. Abordaremos el atolón y disfrutaremos de los cocoteros tumbados en hamacas, mientras nuestras herramientas horadan el agua, la iluminan, la filman, se llevan el secreto de lo que dicen que hay en ellas, y luego salen flotando a la superficie para que las podamos recoger y nos las llevemos.

Somos media docena de locos por la fotografía... es decir, cinco, no recordaba que el año pasado Mauritius tuvo aquel encuentro con el tiburón, y lo perdió... somos cinco locos...

Bien, somos unos locos que en estas vacaciones queremos desearte a ti sólo una cosa: ¡Vive tu leyenda! (y vívela intensamente, encanto, hasta el fondo, es lo que te hará volver en septiembre, en caso de que vuelvas, más maduro y escribiendo mejor).

02/08/2007, 12:01



MARTINIDRY
LA ISLA DE LA ROSA.

Tomar al puntear el alba, manu militari, una isla desierta situada entre dos continentes, un siniestro peñón, ocupada por el enemigo hostil –si no fuese hostil no sería enemigo– es tarea difícil y arriesgada que conviene planear con la minuciosidad de un inspector de hacienda; y para esto nada mejor que la infantería de marina, un cuerpo añejo y experimentado curtido en mil y una batallas. El enemigo hostil está parapetado, armado y pertrechado, tras almenas y fortificaciones artilladas y la isla es un enclave sólido que no se mueve.
Sin embargo, tu frágil barco no para de cabecear al ritmo de las mareas y así no hay quien fije el tiro; ahora mismo a Ricardito se le acaba de caer el iPod al agua en un golpe de mar y se ha puesto a llorar. Es un mal presagio que la infantería de marina llore.
La barcaza avanza pesadamente y a través del portón de proa se filtra el agua que huele a repollo y lentejas, se lo digo al teniente y me responde que a la próxima gilipollez me tira al mar de cabeza con un saco de lastre atado a los pies. Por cierto, tengo los pies mojados pero me callo por no irritar más al teniente.
La barcaza se va acercando cada vez más al sombrío acantilado, allá arriba el enemigo hostil nos acecha. Nosotros vamos armados y con el rostro pintado con manchas de humo. Como Rambo. A Ricardito, con el llanto, se le han corrido un poco y no le sientan tan bien como a los demás, pero lleva el fusil de asalto muy bien cogido por la culata y no se le nota mucho.
El acantilado ya está encima de nosotros. Yo, que vi una película no hace mucho de australianos peleando en un acantilado de Turquía o de Grecia para tomar una posición nazi, me estremezco un poco y le pregunto al teniente si no hay una playa o algo así por donde atacar más cómodo al enemigo hostil; me dice que me va a meter una hostia como no me calle. ¡Vaya modales!.
–Barcaza número uno, ¡desembarquen!. –Chilla el teniente.
–¿La cuala es la barcaza número uno, mi teniente?. –Pregunta Ricardito.
–Ésta, gilipollas ¿es que hay otra? –replica mi teniente y le pega una patada en el culo a Ricardito–. Vamos, tú el primero.
Había que ver a Ricardito, allí, tan bravamente subido en una roca marina azotado por el viento y la furia de los oleajes, con su fusil de asalto tan bien cogido por la culata y con el portafusa pasado por el cuello. Con su nombre grabado en la guerrera, una pegatina de los Rolling Stones en el casco y la pechera cubierta de granadas de mano. Solo frente al enemigo hostil y sollozando sin que se le notase mucho. Toda la pinta de un marine de Alabama si hubiese sido negro y un poquito más alto y más fuerte.
–Mi teniente, ¿podemos sacar fotos?... –La pregunta se quedó sin respuesta, a no ser que un exabrupto de gama alta y muy sonoro lo fuese.
–Desembarcad ya, ¡coño!
–Ricardito, dame la mano…
–¡DIOS MÍO! –Gruñó mi teniente echándose las dos manos al casco, y todos le miramos primero y luego hacia el acantilado pensando que pasaba algo malo, pero no, no pasaba nada.
Al punto estuvimos todos haciendo equilibrios sobre las mojadas rocas y, capitaneados por mi teniente y la Rosi que es un poco lesbiana, le gusta mucho la bulla y tiene el mismo gálibo que un camión articulado, nos lanzamos como highlanders, con fiereza y coraje incontenibles pegando unos gritos tremendos, al asalto de la posición enemiga.
Hasta que a la Rosi le pegaron desde arriba una pedrada en el casco y la dejaron despatarrada en medio de las rocas. Ahí se nos acabaron los gritos, el ruido y la furia. Luego vino una lluvia de piedras y unos gritos como de mercadillo oriental. Nosotros, la gloriosa infantería de marina española, nos pusimos los macutos en la cabeza y agazapados en el roquedo aguantamos lo mejor que pudimos la dura y cerrada pedrea. Así durante cuarenta interminables minutos: nosotros abajo, mal escondidos, y la lluvia de meteoritos que no parecía amainar.
Si San Cristóbal, o Santiago Matamoros, o quien fuese, no intercedía a nuestro favor, esta batalla la íbamos a perder y a mi teniente ya le habían sacudido un cascotazo en la espalda. Pero no fue así; la Rosi, que entre tanto ya se había recuperado del terronazo, cagándose en más dioses que hojarascas tiene el monte Torozo y al grito de “¡por mi coño!”, se fue cuesta arriba muy corrida y encabronada pegando tiros y lanzando granadas con la mano y sapos con espumarajos por la boca. Ya en el alto y sin munición, les lanzó el casco, el fusil de asalto, la mochila y las dos botas sin dejar de blasfemar horriblemente ni por un instante. ¡La madre que la parió, qué espanto!.
¡¡Qué pelos!!.
¿Que qué hizo el enemigo hostil?. Pues salir corriendo espantado, no podía hacer otra cosa. Lo mismo que si se te viene el forward maorí de los All Blacks o un tren minero para encima: correr.
Cuando tomamos la posición y plantamos la bandera española en lo alto del peñón, la Rosi, despojándose de toda vestimenta, quería lanzarse al mar y perseguirlos a nado. La contuvimos, a Dios las gracias y a la patrona de la infantería, porque nosotros solos no hubiésemos podido; quién sabe de lo que hubiera sido capaz si los alcanza.
Además… ¿qué importaba ya que nos hubieran descalabrado un poco y medio sepultado entre cascote?. El islote de Perejil ya era nuestro… ¡por su coño!.
Misión cumplida.
¡¡VIVA ESPAÑA Y SU GLORIOSA INFANTERÍA DE MARINA!!.
Quod scripsi scripsi.

02/08/2007, 22:03



POCASPALABRAS
EL DÍA DEL ECLIPSE.

No era casualidad que a aquel paraje inhóspito y solitario se le conociera como “la isla desierta”. Quien le dio ese nombre no pudo ser más preciso: era imposible que a una docena de casitas blancas, situadas en medio de un inmenso páramo y apiñadas alrededor del único pozo de agua conocido en los alrededores, se le pudiera llamar de otra manera.

Padre solía asegurar que en aquel lugar ocurrían fenómenos extraños. Una vez le oí contar que su dueño, un millonario que lo construyó para criar y entrenar caballos, lo había abandonado por el terror que le infundía que se encendieran fuegos fatuos sobre los postes de la cerca sin una razón aparente; o que en las noches de luna nueva la oscuridad se llenara de innumerables lucecitas azules que, como inquietas luciérnagas, volaban frenéticas sobre el brocal del pozo; o que los perros se pusieran a aullar de forma lastimera todos los días poco antes de amanecer...

A pesar de ello “la isla desierta” era el lugar preferido por padre para cazar lagartos, cuya carne vendía en el mercadillo de los viernes por la mañana. Era evidente que él no tenía miedo a nada. Y no era de extrañar: su oficio de sepulturero le permitía jactarse de estar en buena armonía –decía él- con las almas de los finados que viajaban hacia el más allá.

Y debía ser cierto porque todas las veces en que me permitió acompañarle nunca ocurrió nada digno de mención. Ningún ser de ultratumba, ningún espíritu, ninguna aparición vino a perturbar mis infantiles juegos correteando por la abandonada finca. Por lo menos hasta el día del eclipse.

Ese día fue diferente. Recuerdo que cuando llegamos al lugar apenas quedaba una rendija de sol por ocultar. Padre ya me había explicado los pormenores del fenómeno y conseguido un cristal ennegrecido con el que yo podía seguir su evolución. Luego me dejó sentado en un sillar de granito que había en medio del patio y se alejó unos metros en busca de los preciados lagartos.

Unos minutos más tarde el eclipse era total. Del sol ya solo quedaba un resplandor tenue tras el oscuro disco que lo ocultaba y el día se parecía más a una noche con luna llena, pero sin sombras. Y todo se quedó en silencio: hasta las chicharras enmudecieron.

Fue entonces cuando escuché algo así como un sordo galope que se acercaba. Enseguida bajé la vista hacia lugar de donde provenía el sonido y mi sorpresa fue mayúscula.

Un caballito negro, no mayor que un perro chico, montado por un jinete encapuchado de idéntico color y proporciones venía trotando desde el pozo en dirección hacia donde yo me encontraba sentado. Y era tal la potencia del animal que sus cascos despedían chispas al contacto con las piedras..

Inmovilizado por el miedo y el estupor no supe hacer otra cosa que mirar como aquella pequeñez se me acercaba a toda velocidad.

A un par de metros de mí el jinete levantó el puño en actitud desafiante y con una voz ronca que parecía provenir de todas partes me gritó:

- ¡No le verás nunca más!

Sin detenerse, y manteniendo cierta distancia, la extraña criatura rodeó el lugar donde yo me encontraba sentado y regresó en dirección al pozo. Luego pasó por detrás de él, como si fuese a dar la vuelta, pero ya no volvió a salir por el otro lado. Desapareció tras el brocal de la misma manera en que había aparecido.

Aterrorizado corrí junto a padre que, ajeno a lo sucedido, escudriñaba con una linterna los agujeros de los bloques del abrevadero. Me refugié en sus brazos buscando protección. Pero fui incapaz de explicarle lo sucedido: la voz ya no me respondía. Presa del pánico solo acerté a señalar con las manos en dirección al pozo. Sin embargo, aunque padre dio varias vueltas alrededor del brocal y miró por todas partes no encontró ninguna evidencia que le explicara mi terror.

Aquella mañana ya no me separé más de dos pasos de mi progenitor. Y a pesar de sus atenciones, de que enseguida volvió la luz del sol a iluminar la mañana y de que regresamos inmediatamente a casa, mi mudez y mi espanto todavía duraron varios días...

Es curioso, aquella misma tarde -la del día del eclipse- padre hizo las maletas, y sin escuchar las súplicas de madre ni esperar a saber que me había ocurrido en “la isla desierta”, se marchó con María Fernanda, una brasileña que vivía en el ático.

Y desde entonces no he vuelto a saber nada de él.

.....
Cuando tengas algo que decir, dilo brevemente. Y después cállate.

02/08/2007, 23:01



ecumedesjours
La condena de la memoria

Los invitados de Otto comenzaron a contar historias de esas que se cuentan en las primeras noches de Agosto, echados sobre la hierba mientras contaban las estrellas.

Y Otto contó la suya. Había sido un surfista de prestigio, y todavía lo era. Años atrás naufragó con su tabla de surf por las playas del Caribe, estuvo día y medio a la deriva y pocos lo iban a echar en falta, el campeonato había terminado, todos volvían a sus lugares y él decidió quedarse unos días de descanso y aventuras en solitario.

Llegó perdido y agotado a la costa de una pequeña isla al atardecer del día siguiente, a un oasis.

– Un hombre me recogió.

Bebí agua y chupaba de las frutas, Watt me salvó la vida. Era increíble, maravilloso, tenía de todo, varios depósitos de agua, generadores, un ordenador portátil sin estrenar, una librería inmensa, un gramófono, pero apenas nada había sido utilizado. Estaba bien provisto de ropas, mobiliario, material y herramientas. Una casa robusta, muy cómoda, un capricho de millonario que no acababa de encajar en Watt que más bien parecía un retrasado mental y feliz.

Aquél hombre no sabía nada de sí mismo, lo único que sabía era la necesidad del hambre y las tareas fisiológicas, todo cuidado y hasta refinado. Watt no existía, había desaparecido por su propia voluntad. Solicitó una damnatio memoriae voluntaria, su memoria fue eliminada, borrada, como cuando formateas el disco duro de tu ordenador, y lo mismo hizo con su existencia. Encargó que se eliminaran todos los documentos que pudieran devolverle a la vida, registros y padrones. Y sí, realmente, todo aquello era el montaje de un millonario caprichoso que había cometido un terrible delito del que había salido impune y no podía soportarlo a la vez que tampoco era capaz de quitarse la vida.

Un día le hice un gesto a Watt acerca de usar el ordenador y él asintió sin darle importancia. Apenas pudimos ver cinco o seis minutos de su pasado, lo que duró aquella vieja batería. Lo suficiente para intuir la tragedia y ver llorar a Watt, pero sin sentimiento, de pronto pasaba a una sonrisa ingenua. No se enteraba de nada más que de su instinto, pero intentaba protegerme y halagarme, ser un perfecto anfitrión. Sabía usar los cubiertos, cocinar, comportarse, era aseado y trabajador. Era buen cocinero, conocía bien los frutos de la isla y poseía un bunker por despensa.

Al octavo día me llevó hacía el este de la isla, allí tenía dos barcos pequeños, uno con motor y otro de pesca. Me dio a escoger. No puedo olvidarle.

Un año después, entre unas cosas y otras, regresé. Fui a devolverle su barco, no parecía entenderme, se había olvidado de mi, como si todos los días acogiese a surfistas perdidos. Pero cuando miraba su barco, lo miraba receloso, como si le sonara de algo e intentara saber de qué y por qué. Era el guarda islas que conocía cada grano de arena y de tierra, y el agua.

– Y, ¿qué pasó?
– No tengo idea, tampoco Watt era su nombre. Él señaló la W de un cargador la primera vez que le pregunté su nombre y como Watt respondía. No me preguntéis más, ya que nada más sé.

Hubo un largo silencio y una estrella recorrió el firmamento siguiendo a otra, y a otra, y a otra...
03/08/2007, 0:53



taotico
"UNA ISLA DESIERTA"

Jose Joaquin era un nombre demasiado largo y trabalengüilo para ser pronunciado con amor. Como si el amor quisiera despojarse de cualquier traba Ana lo apocopó y lo dejo en Josquin.
Ana se lo susurraba con el mayor de las delicias. A veces al decirlo parecia tragarse el ser de su amado. La J la pronunciaba como una h aspirada y el fonema n lo alargaba con regusto en el paladar treminandolo con un chasquido de lengua de saboreo. Con estas transformaciones el apócope era pronunciado como "Hosquinnz"
Jose Joaquin al sentirse llamado asi, no podia evitar a veces que se le vinieran a la mente indistintamente la imagen de un renombrado fisico paraplejico, un contador de historias de terror y un personaje de Steveson. Las dos primeras imagenes se le metian tan dentro que lo paralizaban y mas d euna vez tuvo que alegar en los momentos intimos dolor de cabeza y cansancio. Decidio arreglar aquellas situaciones tan empalagosas y sabiendo que su amada le gustaba todo lo oriental; empezo a metaforearla con el simbolo del tao. Le decia: Eres mi yang amor, mi otra mitad. Asi cuando su amada le pronunciaba "Hosquinnz" en la alcoba el rapidamente le contestaba: Si amor, soy tu Yin, tu Yin Hosquinnz... vayamonos a una isla desierta...
Soy estudiante de medicina
05/08/2007, 19:46



Chesterton
Una isla desierta

Olvidé por completo el motivo de mi visita. Estoy parado frente a una puerta. En la mirilla, un círculo dorado: veo reflejada mi cabeza abombada. Llevo puestas las gafas de sol.

Se abre la puerta y veo el pánico, en ella y en mí. Temblamos. Recuerdo que llevo un maletín. Lo abro y veo catálogos de colchones y somieres, sillones y sofás, sábanas y edredones, almohadas y cojines.

La señora, desde la rendija, en la que apenas distingo el brillo de unos ojos asustados, está a punto de cerrar. Me quito las gafas. La puerta se cierra. Llamo de nuevo. Una, dos, tres veces. Dejo el dedo pulsado y el zumbido se va apagando paulatinamente entre ronquidos hasta que se hace el silencio. También se hace la oscuridad en el pasillo. Veo una luz naranja, diminuta, temblorosa. Voy hacia ella. Me cae el maletín. Oigo como se desparraman por el suelo cientos de folletos. Piso uno y caigo hacia atrás.

Abro los ojos y veo las nubes cruzando el cielo a una velocidad irreal. Paso la lengua por los labios resecos. Sal y arena. Me levanto renqueante y camino hacia el mar. A golpe de mar, pecho sereno. A golpe de mar, pecho sereno. Eso repetía mi viejo sin parar cuando perdió la chaveta. Daba ganas de sellarle la boca con la grapadora. Espantaba a los clientes. La mierda de los barcos, yo odiaba aquel comercio, era suyo, no mío. Tenía que pasar y pasó: bancarrota y a buscarse la vida. Vendedor de puerta a puerta. Colchones. ¡Qué bajo caemos!

A golpe de mar, pecho sereno. ¿Qué te llevarías a una isla desierta? Folletos de colchones. Pero yo no tuve opción. Los veo desperdigados por la playa. Somier articulado eléctrico. ¿Esto como funciona, chico? A golpe de mar, pecho sereno ¿Cómo dices? En este botón se eleva la parte de arriba, la espalda: en éste las piernas ¿Y para qué demonios voy a querer levantar las piernas? ¡Así no puedo ver la tele, muchacho! A golpe de mar, pecho sereno. Es un cochón de látex, primerísima calidad ¿Como los condones? Sí, bueno, puede decirse que sí.

Maldito mar. Voy hacia el centro de la isla. No es la isla que había soñado. Una roca pelada y un chirrido insoportable. Miles de gaviotas se espantan a mi paso. Escalo como puedo hasta el punto más alto. Resbalo tres o cuatro veces con el guano, fétido y blando, y vuelvo a levantarme, hasta que alcanzo la cima. No hay más que una charca sin vegetación.

No sé el tiempo que llevo aquí. No tengo hambre ni sed. Los días y las noches se suceden a un ritmo vertiginoso. Conozco cada palmo de esta maldita isla. Me bastaría con conocer uno solo, no se distingue más diferencia que las zonas impregnadas por el guano y las que no. Las gaviotas me han perdido el miedo. Cuando duermo horadan mi carne con sus picos corvados. No siento angustia ni dolor. Quizá sea el cielo, el infierno, el limbo de los justos, el purgatorio o algún lugar con el que nos asustaban los mercedarios.

Yo iba a ser escritor, pero nunca pude averiguar de verdad qué es un relato. Malbaraté la herencia que mi padre trastornado me dejó en vida. Pulsé cientos de timbres sin concretar una sola venta. Jamás escribí una línea. Es extraño que en esta isla nunca sople el viento.
06/08/2007, 21:49





Evaluna


Miembro desde:10/04/2006
Mediterráneo
259 Mensajes
2.071 puntos
Citar
VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
Votaciones Edición CCCVI del Tintero Virtual “UNA ISLA DESIERTA”.
Parece una eternidad, pero no amigos, tan solo han transcurrido dos semanas desde las últimas votaciones. Si tienen los puntos preparados, apunten y fuego!!! Recuerden de 1 a 5 puntos.
Mañana a las 00:00 horas sabremos quién es el ganador o la ganadora; entonces convocaremos a los ávidos de letras y a los del síndrome de abstinencia en la habitual Sobremesa. No nos fallen.
Salud.

09/08/2007, 0:10
Informar de abusos
ANDRESNIPORESAS


Miembro desde:24/03/2006
652 Mensajes
4.966 puntos
Citar
Votos.
Mens Curiosa................................5 votos.
Blanka..........................................4 votos
Escritorcillo.................................3 votos.
Pocaspalabras...........................2 votos.
MartiniDry...................................1 voto

Eso es todo y me desaparezco.

09/08/2007, 0:19
Informar de abusos
Evaluna


Miembro desde:10/04/2006
Mediterráneo
259 Mensajes
2.071 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
Aprovecho estos minutos que mi conexión a pedales parece otorgarme algo de fluidez y no se me cuelga para votar.
Blanka_L .................. 1 point
Pocaspalabras ........... 2 points
Escritorcillo ................ 3 points
Rit ............................. 4 points
Martinidry ................... 5 points
Eso es todo amigos.

09/08/2007, 0:33
Informar de abusos
MARTINIDRY


Miembro desde:06/06/2006
Gorrión de los Condes
610 Mensajes
4.923 puntos
Citar
vueno... pues botemos...
...va...
*****chesterton... 5
****escritorcillo... 4
***gemma... 3
**evaluna... 2
*blanka... 1
pd\y quiero acusar públicamente a berceo de lesísima y altísima traición hacia mi persona... nosotros teníamos un pacto de sangre de no votarnos jamás mutuamente, fueran cuales fuesen las circunstancias y adviniese lo que anduviese... Y ME HA VOTADO A TRAICIÓN!!!... quiero su cabeza ensartada en la punta de una alabarda... quiero su testa embrochetada... EXIGO SU CABEZA!!!...
...Y LA QUIERO YA!!!... EXIGO UN AUTO PÚBLICO EN ESTE FORO!!!...
es mi derecho...
LO EXIGO... LA QUIERO COMO UN HIGO!!!...
;))))
Quod scripsi scripsi.

09/08/2007, 11:37
Informar de abusos
ecumedesjours


Miembro desde:02/08/2006
144 Mensajes
888 puntos
Citar
V

ritman ------------------------------------- 5
chesterton ------------------------------- 4
escritorcillo ----------------------------- 3
pocaspalabras ------------------------ 2
taotico ------------------------------------ 1




Archivado en:

09/08/2007, 14:54
Informar de abusos
taotico


Miembro desde:04/04/2006
104 Mensajes
564 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"


Ritman-----------------------5 puntos
Escritorcillo-----------------4 puntos
BlanKa------------------------3 puntos
Ecuneme--------------------2 puntos
Chesterton-----------------1 punto

Un abrazo para todos
Soy estudiante de medicina

09/08/2007, 15:41
Informar de abusos
mens_curiosa


Miembro desde:04/07/2007
38 Mensajes
275 puntos
Citar
votos vacacioneros
Por votar se hace todo, hasta interrumpir las vacaciones:
Escritorcillo - 5
Gemmayla - 4
Blanka - 3
Estresado - 2
Taotico - 1
Que disfruteis el sol...


El corazón tiene razones que la razón no entiende

09/08/2007, 20:18
Informar de abusos
BLANKA-L


Miembro desde:24/03/2006
483 Mensajes
2.432 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
5) Gemmayla
4) Evaluna
3) Martinidry
2) Escritorcillo
1) Taotico
Mención Mens-Curiosa y Chesterton
Qué calor hace aquí. Los pájaros han huído. Mi corresponsal polinesio me dice en esperanto desde la base, que la tierra "tremos"... lástima que no me haya traído mis diccionarios pues el hombre parece muy nervioso, quién iba a pensar que los necesitaría... El agua se está poniendo algo turbia, quizá un poquitín de mar de fondo... Quizá llueva. En fin, chicos, disfrutad a tope de vuestra isla.

09/08/2007, 20:57
Informar de abusos
Chesterton


Miembro desde:12/12/2006
21 Mensajes
289 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
Ecumedesjours---------5

Martinidry--------------4

Ritman--------------------3

Pocaspalabras-------2

Escritorcillo-----------1

09/08/2007, 21:14
Informar de abusos
JOE.EL.LOCO


Miembro desde:24/03/2006
339 Mensajes
3.324 puntos
Citar
Re: Voto
5 Evaluna
4 Gemmayla
3 Escritorcillo
2 Estresado
1 Martinny
Buenas noches
Si alguna vez notas que el trabajo y el vicio son incompatibles, deja el trabajo. Palabra de You.

09/08/2007, 22:06
Informar de abusos
POCASPALABRAS


Miembro desde:24/03/2006
8 Mensajes
200 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
Ahí van mis votos.

Escritorcillo. . . . . 5
Mens_curiosa . . 4
Estresado. . . . . 3
Blanka. . . . . . . . 2
Taotico . . . . . . . 1

Cuando tengas algo que decir, dilo brevemente. Y después cállate.

09/08/2007, 22:46
Informar de abusos
BOTICELLI


Miembro desde:09/08/2007
3 Mensajes
83 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
1.- POCASPALABRAS y JOE.EL.LOCO son el mismo y ha votado dos veces.
2.- El Clan de Sherezade se vota entre sí.
3.- Escritorcillo plagia el argumento de una novela de H. G. Wells.
¡QUÉ FALTA DE VERGÜENZA!

09/08/2007, 23:53
Informar de abusos
Evaluna


Miembro desde:10/04/2006
Mediterráneo
259 Mensajes
2.071 puntos
Citar
Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCVI: "UNA ISLA DESIERTA"
Llegadas las 00 horas, una vez hecho el recuento y salvo error u omisión… Los resultados de las votaciones de la Edición CCCVI ‘Una isla desierta’, han sido:

Primer puesto para Escritorcillo con 30 puntos

Segundo puesto y medalla de plata para Rit con 17 puntos

Tercer puesto y medalla de bronce para Blanka_L con 14 puntos.

Enhorabuena al ganador y esperamos tema.

* No se han tenido en cuenta los votos de Joe el Loco por no identificarse con ninguno de los participantes.

10/08/2007, 0:02
Informar de abusos