viernes, 28 de septiembre de 2007

CCCXII... El secreto es el rey, cuídalo

VICHOFF

TINTERO VIRTUAL CCCXII: "El secreto es el rey, cuídalo"
Pues ya lo han oído, éste es el tema de la semana propuesto por doña Gemma.
Respecto al título habrá que decir que el pronombre personal para el objeto directo en tercera persona es "lo" (es decir: "llámalo, cuídalo, tráelo") pero la Academia acepta el uso de "le" cuando el abjeto directo es persona. De modo que, en este caso, diremos "cuídalo" si lo que hay que cuidar es el secreto y "cuídalo" o "cuídale", indistintamente, si hay que cuidar al rey.
Hala, a escribir todos como posesos.
Que tengan un buen fin de semana.

15/09/2007, 11:28



gemmayla.- El encargo de James Ness

Cerca de las casas negras de Garenin, en una lujosa mansión de Carloway en la Isla de Lewis, reside James Ness, uno de los hombres más ricos de Escocia, un presbiterano de pro, de reputación y prestigio intachables entre los isleños. Ness ha permanecido soltero toda su vida. Dueño de la heredad de una rancia familia aristocrática, su conducta leal y responsable le ha reportado siempre suculentos incrementos de fortuna y buen crédito.

No obstante, de un tiempo a esta parte James no se siente bien. Tanta honradez, constancia, fidelidad al legado familiar, tanta compostura y rectitud, de qué le han servido en realidad. Nunca un desliz, una flaqueza moral. Nunca un homenaje en propio beneficio y provecho. Nunca un amago de coquetería y seducción a ninguna mujer u hombre. James se considera un ser anodino e infeliz que ha desperdiciado su vida en vanas empresas de bondad y candidez ingenua. Considera su existencia como una obra maestra de la insulsez. No puede dormir por las noches. Devana el hilo de sus pensamientos alrededor de la bobina de los remordimientos, los escrúpulos, recelos. Por primera vez en su vida una idea malévola le ronda en la cabeza como un moscardón.

Cuando la intención cobra la magnitud de un deseo poderoso en su mente, aguarda a que el reloj marque una hora prudencial de la mañana. Hace tiempo que conserva como oro en paño una tarjeta, un nombre, un número de teléfono. “Algún día usted puede precisar de mis servicios, Señor Ness”. El tipo le estrechó la mano sin quitarse el guante de piel negro. Aquel detalle le estremeció de alguna manera.
James le expone lo que quiere al detalle. El encargo le costará ciento sesenta mil dólares americanos. Los tiene preparados en su caja fuerte. Todo saldrá como lo ha planeado durante meses. El rey del Ajedrez Lewis será suyo. Excentricidad genuina, la del que anhela poseer un cuerpo celeste imposible de alcanzar. El rey, esculpido en marfil de morsa, oriundo de Trondheim, capital medieval de Noruega, residencia de los jefes supremos escandinavos de la isla de Lewis durante los siglos XI y XII. El rey será a partir de ahora su secreto, su fechoría infantil y caprichosa. El rey será su secreto, reservado y oculto en su caja fuerte, en su conciencia, que desde ahora padecerá el sigilo insidioso del remordimiento, la inquietud, la desazón que le faltaban para sentirse un verdadero ser humano. El secreto será el rey. Lo cuidará. Le cuidará. Ambos, secreto y rey le colmarán el espíritu de desasosegada satisfacción como a un niño malévolo y cruel.

18/09/2007, 9:21




mens_curiosa.- El encuentro

Catorce hombres de honor se congregaron en una noche sin luna en la más oscura de las estancias del castillo de su rey. Aunque la mayoría de ellos era de condición militar (oficiales de caballería, soldados de a pie y hasta vigilantes de las torres amuralladas), también les acompañaban dos clérigos de alto rango, obispos.
Aguardaron con nerviosismo la llegada de las dos personas que habían convocado la reunión, y que no tardaron en aparecer. Todos inclinaron la cabeza con profundo respeto cuando el rey y la reina, envueltos en ropajes que les camuflaban, penetraron en la sala.
Sin preámbulos, invitaron a los demás a tomar asiento alrededor de la larga mesa que dominaba la estancia. Pronto se enfrascaron en discusiones acerca de la estrategia que seguirían en el delicado encuentro que tendría lugar al día siguiente. Conversaron hasta más allá de la medianoche, y el eco de las últimas palabras de la reina les persiguió mientras emprendían el regreso a sus hogares. “El secreto es el rey, cuidadlo”, había dicho ella. Y los catorce hombres de honor juraron dar la vida por su rey, si era necesario.
Llegó el momento de la entrevista, que se había concertado en el salón del trono. La pareja real se encontraba flanqueada por un obispo, uno a cada lado, por los dos oficiales y los dos vigilantes. El resto de su cortejo eran ocho soldados rasos que se distribuyeron inmediatamente en una ordenada fila, delante de sus monarcas y de sus superiores. Todos ellos iban ataviados con vestiduras blancas, el color del escudo real.
Poco después hacía su aparición el soberano con quien se había citado. Le acompañaba su esposa, la reina. Como habían supuesto, no llegaron solos. Otros catorce hombres de honor les escoltaban, exhibiendo orgullosos sus atuendos, del mismo negro azabache que el de sus monarcas. En el intervalo de un suspiro, todo ellos adoptaron las mismas posiciones que tenían sus anfitriones y su respectivo séquito, quedando enfrentados.
Los dos reyes se midieron con los ojos, y bajaron después la vista hacia el suelo de la estancia, cuyas baldosas negras y blancas exhibían un diseño simétrico. Pero ni siquiera entonces sospecharon la evidente similitud que existía entre ellos y el tablero y las fichas de cierto juego.
En su morada, los dos dioses aburridos que habían dispuesto aquel encuentro se frotaron las manos y dieron comienzo a su peculiar partida de ajedrez.

18/09/2007, 17:08



ritman.- CUENTOS PARA ABURRIR A LAS MUSAS-1-Ven, Euterpe.

Ven, Euterpe, deja ya de tocar la flauta, que despertarás a tus hermanas...esta es la primera noche que consiguen conciliar el sueño, desde aquel día en que las ocho, ellas y tú, quedasteis atrapadas- secuestradas, decís- en esta buhardilla con vistas al mar de esta casa con vistas al mar en donde vive este, vuestro humilde servidor, que si de alguna manera puede definirse en su ya precoz ancianidad es como “un alma con vistas al mar”

Ven, Euterpe, te contaré un cuento y dormirás tú también, ya hace siete días desde aquello y por muy musas que seáis supongo yo que después de una semana de insomnio, necesitareis tambien dormir, como prueba de ello dan tus hermanas.Tambien dormir, tal vez soñar...¿Sueñan las musas, Euterpe?

Ven, Euterpe. ¿Roncan las musas? En el fondo-y en la forma-no dejan de ser mujeres. Yo creo-o creí alguna vez- que cada mujer es una musa,lleva una musa dentro. Y, ¿por qué no?, una necesaria y justa propiedad conmutativa astral u olímpica debería concluir en que cada musa lleve dentro una mujer. Pero no son ronquidos esos agradables susurros,murmullos, de tus hermanas dormidas...es música,música, mucho más de lo que bastantes mujeres puden decir sobre el rumor que producen cuando duermen o sueñan,como ahora sueñan o duermen tus hermanas. Ya tenemos esa música, Euterpe, así que deja de una vez la flauta y arrullados por los ritmicos silbidos hagamos,yo relatando y tú escuchanso,un cuento. Porque para que un cuento exista se necesita de un relator y de un oyente. Si,no me lo preguntes ahora Euterpe,yo soy de los que piensan que no existe sonido cuando nadie escucha. Ya he discutido eso con Caliope la de la bella voz, no entremos en ello tú y yo ahora.

Ven, Euterpe, acurrúcate a mi lado, déjame que te acaricie con mis manos mortales y deja tambien que mi mortal lengua invente un cuento para ti. Ahora tengo todos los cuentos, ahora puedo inventar mil, dos mil un millón,porque, aparte de que a mi edad ya me sé y me han contado todos los cuentos, tengo a las musas desde hace una semana conmigo y eso siempre viene bien para sondear ellago de los cuentos no inventados, si es que aún quedara algo en la literatura, novela,poema o cuento, que no se hubiese dicho ya.

Había un rey, Euterpe, en un país perdido en el tiempo , ven Euterpe,había un rey que como tú, reina,no podía dormir y eran de ello causa los ronquidos , bastante primitivos para la sangre azul que se le suponía, de su esposa, la reina. Como todo el mundo, aunque no haya reinado, sabe, cuando solo uno de los dos de la pareja ronca la convivencia se deteriora y los demonios de insomnio no es que hagan al otro odiar a quien al lado tiene,pero si que son como minúscilos roedores rojos, con cuernos y tridentes que van horadando, inclementes topillos, el retablo del amor, de manera que del leve codazo y del chasquear los labios pasas directamente a desear pegarle con un ladrillo al bello , amado y contiguo objeto roncador que,una tras otra, te está dando las mejores de tu reinado. Un reinado en el que, tal y como estaban aquellos tiempos perdidos de conspiraciones y traidores, lo más sensato era considerar cada noche como la última y sacar de ella todo el placer que se pudiera por si después no se tenía ocasión de ello.

Naturalmente, Euterpe, que el rey no utilizó el ladrillo y tampoco se fue a dormir otra habitación de palacio,porque sabía que eso la reina nunca se lo perdonaría, lo habría considerado una prueba de desamor. Lo que si relajó,muy a su pesar , fue lo que más arriba he llamado “ todo el placer que se pudiera” La libido que siempre la reina había despertado en el rey, fue disminuyendo paulatinamente, desde la desgana, hasta la excusa y, por que no decirlo, hasta la pura imposibilidad física. Digamos que al rey que no podía dormir lo único que se le durmió fue la libido.

Mucho más, Euterpe cuando su mujer le disuadió de buscar consejos, remedios, recetas y mágicas soluciones que acabaran con el fragor nocturno que ella producía. “Es una cosa de familia- dijo- Y tú a mi familia déjala en pazª. Ello fue suficiente para derribar definitivamente a aquel soldado de la líbido que el rey tenía entre su más justos orgullos. Lo cual que andaba el rey ojeroso y penecaído- si, ya sé Euterpe que me dirás que no me invente palabras,pero ya sabes que siempre ha sido ese el vicio de este viejo, y penecaido es lamejor que he encontrado para definir el estado nada monárquico en que le rey se encontraba, ojirrojo cada noche, escuchando bramar a su esposa sin poder hacer nada al respecto,salvo acordarse de toda su familia, porque ella le había dicho, recuerda Euterpe, que aquello era un asunto de familia.

Tenía la reina, Euterpe, una hermana dos años menor que ella y seguramente de tanto mentar el rey a la familia, ella apareció una tarde en palacio . Tras las oportunas presentaciones- en aquellos tiempos conocías a la familia de la mujer cuando la conocías,porque eran tiempos de guerras , secuestros , invasiones...ya sabes, Euterpe, vamos, que muy era común no ver casi nunca a la familia del otro en aquellos maravillosos tiempos lamentablemente perdidos- el rey interrogó a Ayren, que así se llamaba su cuñada, sobre el asunto de los ronquidos, confirmándole esta que, efectivamente, la reina no mentía, que a todas las hermanas,madre, abuela ,bisabuela tatarabuela e incluso su precuela y así hasta el principio de los tiempos todas las mujeres de aquella familia habían padecido el mal y que desde tiempo inmemorial se habían contra él probado todos los remedios sin éxito.

Tenía , Euterpe, la bella Ayren, sin embargo,unos ojos que desmentían sus ronquidos. Y en aquellos ojos, por causa del roce, el penecaido y ojeroso rey fue impelido por esa ley de la gravedad extraintracorporal a sumergirse. Y como a ella no le molestó en absoluto,más de una y más de dos fueron las tardes en que el rey y su hermosa cuñada yacieron a espaldas de la reina. Y lo curioso fue que durante las noches de esos días cuando, esta vez físicamente, el rey se tumbaba de espaldas a su señora, que roncaba como si se tratara de un casting, el satisfecho monarca, insensible a ello, se dormía como lo que ya no era, entiéndelo, Euterpe, un bendito. Y en otra habitación de palacio, Ayren, al mismo tiempo descubría, sorprendida, que había dejado de roncar. Porque te tengo que decir , Euterpe, que los ronquidos de las dos hermanas eran del tipo del que hasta el mismo culpable escucha.

Hubo una semana, Euterpe, en que la reina fue presa de una enfermedad leve, aunque molesta y al parecer contagiosa, ya que los sabios aconsejaron a la señora no dormir de momento con su esposo, hasta posteriores análisis,porque podría darse el efecto de que lo aborreciera. Y como, sin embargo, a Ayren no le importaba dormir con ella, durante esa semana las dos hermanas-Euterpe deja la flauta- compartieron lecho. Y como en absoluto Ayren estaba tampoco en vías de aborrecer al rey, tres tardes de esa semana yació con él, para irse por la noche a compartir sábanas con su hermanita del alma, la cual al final de esos siete días le dijo:

-Es curiosímo, Ayren querida mía.... Sabes que esta leve indisposición me tiene un poco insomne por lo cual durante esta semana he podido contemplar tu sueño y recordar lo bella que eras también mientras dormías. Y mira que cosa más curiosa...Lunes, miercoles y viernes no has roncado en absoluto. ¿Cómo lo has conseguido? ¿Cuál es el secreto?

La hermosa Ayren, que sabía perfectamente lo que ella y el monarca habían hecho lunes,miércoles y viernes dudó sobre si contestar,porque igual su respuesta le hacía pensar a su hermana y tirando del hilo sacaba el ovillo en el que ella y su esposo andaban ovillados. Pero en el fondo quería a la reina, Euterpe,era su hermana y tu que tienes otras siete lo entenderás, así que, de perdidos al río, cuando la reina le volvió a insistir :

-Dime, Ayren...¿cuál es el secreto?

Ella contestó de una forma que, nada más escapársele de la boca, ya le pareció que despues de todo no era lo suficientemente elíptica.

-El secreto es el rey...Cuídalo.

Que podía haber dicho cuídale, pero eso hubiera sido dar demasiadas pistas, si es que no eran suficientes las ya aportadas.Porque como tú bien sabes, Euterpe , una palabra ambigua e interpretable siempre te proporciona una defensa tras la que parapetarte.Que eso tendría que ser mañana,porque aquella noche la reina, al oírla, solo dijo

-Ay, Ay, Ayren...siempre con tus acertijos.No tengo ganas de pensar ...Ya me lo explicas mañana.

Y se puso a dormir y a roncar como una posesa.
Pos ... pues esa era la historia, Euterpe dulce y alegre mu...Ah...pero que veo?, tú también te has dormido. Y con la flauta en la boca...mira que te he dicho veces...en fin,puede que también yo finalmente me vaya con Morfeo, ahora que las musas duermen y tras comprobar que ni dormidas ni despiertas me hacen ni pu... el más mínimo caso. Arrancaré la flauta de los labios de Euterpe y Morfeo y yo nos iremos de copas por los barrios altos y a rondar luego a alguna mujer con ínfulas de musa,o en cualquier caso a la primera que demuestre ser sensible al tañido de nuestra flauta.
And yes, there's somethingyou can send back to me,Spanish boots of Spanish leather.

18/09/2007, 20:06




ANDRESNIPORESAS.- ¡EN PRIMERA LÍNEA DE FUEGO!

En las situaciones extremas las personas tienen reacciones heroicas. Es lo que le sucedió a Jaime cuando estaba en la trinchera junto a Rubén, otro miliciano.
Los dos llevaban varias semanas en el frente de Belchite donde las línea de fuego se había estabilizado. Carecían de casi todo menos de generosidad y valentía. Una lata de sardinas, unos cacahuetes, picadura para liar el cigarrillo y un chusco de pan. El agua la bebían de unos botijos de arcilla que sudaban tanto como la piel humana y mantenían el agua casi fresca.
En aquellas horas larguísimas de guardia nocturna, con las estrellas arriba, la respiración pausada del compañero y el susurro de las órdenes del cabo, todo creaba una situación de tensión interior. Por eso Rubén se hacía preguntas y más preguntas.
Lo reclutaron con tres jóvenes más en las inmediaciones de Socobo, en una casa de campo donde se había escondido y por esos caprichos de la suerte pasaron dos años sin que nadie lo reclamara o si lo reclamaban no habían dado con su paradero.
Pero un buen día alguien se fue de la lengua y los de asalto fueron a por él. Pusieron la casa patas arriba y lo encontraron. Fue destinado inmediatamente al frente a primera línea. Fusilarlo no hubiera servido más que para perder un soldado.
Rubén hablaba poco, movía los labios en silencio y estaba la mayor parte del tiempo concentrado.
-Yo a ti te conozco...-le dijo Jaime-...tú eres de Socobos...Coño, tú eres cura, tú estuviste en el Seminario de Calahorra conmigo hace quince años cuando me echaron...tú estabas en un curso superior...
Jaime y Rubén llevaban ya unos días en el mismo puesto y Jaime sabía que ese movimiento de labios de Rubén era un rezo. La noche se prestaba a confidencias, las balas silbaban de cuando en cuando y a lo lejos el estallido de las bombas iluminaba árboles espectrales.
Rubén miró fíjamente a Jaime.
-En esta situación no sé como tienes ganas de bromear; ya tenemos bastantes problemas con seguir vivos –le dijo Rubén, sin responder directamente.
-Es que yo a pesar de todo nunca he dejado de creer y ahora que estoy en peligro de muerte me gustaría confesarme. ¿Tú puedes?
Rubén giró la cabeza y miró hacia otro lado. No estaba seguro de las intenciones de Jaime.
Llegó la noche y hubo cambio de guardia. Rubén y Jaime volvieron a su tienda de campaña sin hablarse. Rubén, a pesar de estar agotado, no pegó ojo. Le llegaban los ronquidos de Jaime que estaba plácidamente dormido.
No serían aún las seis de la mañana, cuando el cabo volvió a formar el pelotón para llevarlos de nuevo a la trinchera. Rubén formaba detrás de Jaime. De nuevo coincidieron en la zanja de la trinchera uno al lado del otro. Esta vez fue Rubén el que le dijo:
-Si me traicionas, te doy primero la absolución y luego te pego un tiro. ¡Y no bromeo! –se lo dijo mirándolo fíjamente a los ojos a la vez que lo cogía con fuerza del brazo--. Ya somos mayores y sabemos lo que nos jugamos. ¡No lo olvides!
Jaime bajó la cabeza, se persignó y comenzó con un susurro:
-Padre, he disparado contra personas y he matado...eso sería normal en una guerra, pero yo lo he hecho con rabia, con odio, creo que odiaba a los que les disparaba...y he blasfemado contra ese Dios que te ha hecho cura porque esta guerra no tiene sentido.
-Prométele a Dios que ya no matarás –le dijo Rubén-. Dispara al aire y no a las personas. Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre del Hijo y del...
Aún estaba hablando cuando una bomba cayó en la zanja y destrozó el cráneo de Rubén. Jaime quedó conmocionado, pero cogió el cuerpo de Rubén y lo sacó de la trinchera. Estaba fuera de sí. Se abrazó al cuerpo de Rubén y le juró que al terminar esto volvería a por él y lo enterraría en el cementerio de su pueblo junto a la iglesia. El cabo interrumpió el abrazo.
-Venga, que los muertos ya no son útiles. Déjalo, nosotros nos encargamos.
Jaime se puso en pie, cogió su naranjero* y cosió a balazos al cabo. El teniente desenfundó la pistola y descargó el cargador sobre Jaime que cayo muerto encima de Rubén.
En ese momento unas pavas** hicieron una pasada sembrando de bombas la trinchera.
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*Subfusil fabricado en Valencia que usaba el ejército republicano.
** Pavas: eran los aviones alemanes Heinkel He-46 llamados así por onomatopeya con el canto de los pavos.

19/09/2007, 9:40




Tierradealva.- EL SECRETO

Preguntado por su fe y naturaleza respondió que era cristiano viejo, natural de Saldaña y que siempre había respetado las leyes del Altísimo.

Preguntado por su condición respondió que era soldado, veterano del tercio, al servicio de su majestad, al que servía en la guardia de palacio.

Preguntado qué hacía en el lugar del altercado respondió que daba escolta a su señor el duque de Torre Blanca.

Preguntado si conocía los negocios que habían llevado a su señor el duque a aquel lugar respondió que no.

Preguntado si sabía que la casa que custodiaba era casa de lenocinio respondió que no acostumbraba a interesarse por los lugares donde se practicaban actividades fornicatorias. Que si su eminencia lo conocía sería que habría interés en ellos.

La respuesta supuso el giro de un octavo de vuelta de la rueda del potro donde estaba tendido.

Al comentario (no recogido en el acta del santo tribunal) del fraile encargado de la rueda de que no negaría que siendo soldado sabría donde satisfacer sus apetitos respondió que los saciaba en los figones cuando le pagaban la soldada, y que cuando estaba escaso de dineros, rondaba los conventos por si alguna novicia se apiadaba de su necesidad; la respuesta deparó un nuevo giro de la rueda que llevó al desgarro de la herida del vientre, al borde de la luxación las articulaciones de los hombros y a la pérdida del conocimiento del interrogado.

El pobre diablo había escoltado a su señor y a un personaje enmascarado (a quien el duque trataba con sumo respeto y que todos sabían que era el rey de las Españas) hasta una casa de putas de postín donde ambos se refocilaban a gusto una vez a la semana y en la cual, al decir de la gente, su majestad mantenía una barragana.

La noche en cuestión habían sido asaltados por mercenarios del santo oficio que pretendía sorprender al rey en una situación desairada para conseguir la firma de una premática que el valido se resistía a presentar. En la refriega mientras protegían el carruaje en el que huyeron los linajudos caballeros —en paños menores el señor duque y en aristocráticas y aún enhiestas vergüenzas al aire el caballero enmascarado—, cerrando con las armas el paso de la calle, fue herido de gravedad en el vientre, apresado y conducido hasta la mazmorra donde estaba siendo interrogado. Veterano de la guerra, supo desde el primer momento que ya estaba condenado, y poco le importó caer en manos del santo oficio, aunque sabía que no iba a retrasar su muerte.
De sus pesquisas querían el testimonio de que era su majestad el enmascarado protegido. Pero tan próximo a morir tomó partido por el rey —al que en su fuero interno despreciaba— frente a un santo oficio al que profundamente odiaba.

Unos cubos de agua y el aflojamiento de las cuerdas con que lo estiraban, le hicieron recuperar el conocimiento.

Preguntado si sabía que las fuerzas a las que se enfrentó pertenecían a la santa inquisición respondió que no, que ignoraba las mancebías que frecuentaba su eminencia el inquisidor.

En el estado de debilidad en que se encontraba ni siquiera llegó a sentir el dolor que debiera haberle producido el descoyuntamiento de su hombro izquierdo.

A la pregunta de quién era el personaje que huyó oculto bajo una máscara su respuesta fue ininteligible.

El capellán del rey (presente en el interrogatorio) pidió permiso al inquisidor para aliviar la sequedad de la boca del reo que le impedía articular adecuadamente y le introdujo hasta el gaznate una redoma que llevaba bajo el hábito.

Tras tragar el bebedizo sintió que se aflojaban sus fuerzas y que rendía la vida. Mientras expiraba aún pudo pensar en el secreto personaje, al que cuidó hasta la muerte aunque no lo mereciera.

19/09/2007, 14:53




ANDRESNIPORESAS


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VOTACIONES DEL TINTERO CCCXII: El secreto es el rey.
Ha llegado el momento de elegir y manifestar nuestras preferencias.
Valoremos el mejor relato con 3, 2 y 1 voto.
Tenemos tiempo durante todo el jueves, día 20.
A las 24 horas del jueves haremos los recuentos.
Buenas votaciones.

20/09/2007, 0:03
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gemmayla


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Re: Votos reales...
Mens Curiosa 3
Tierrasdealva 2
Andresniporesas 1

20/09/2007, 9:26
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mens_curiosa


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Más votos

Andresnipoesas - 3
Gemmayla - 2
Tierrasdealva - 1
Gran mención a Ritman
El corazón tiene razones que la razón no entiende

20/09/2007, 10:38
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Tierradealva


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Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCXII: El secreto es el rey.
Mis votos

Ven, Euterpe (Ritman)……………………………........................3
En primera línea de fuego (Andrésnipoesas)……………………….2
El encuentro (Mens_Curiosa)…………………............................1

Tierrasdealva

Tierrasdealva

20/09/2007, 17:45
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ritman


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Re: Votos reales ( y secretos)
TIERRAS DE ALVA 3
MENS CURIOSA 2
GEMAYLA 1


..........Once I had mountains in the palm of my hand,And rivers that ran through ev'ry day.I must have been mad,I never knew what I had,Until I threw it all away.

.......
And yes, there's somethingyou can send back to me,Spanish boots of Spanish leather.

20/09/2007, 18:45
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ANDRESNIPORESAS


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Uf, votos insuficientes.
Mens Curiosa.................................3 votos
Tierrasdealva...................................2 votos
Gemmayla .......................................1 voto.
Salud y eurillos.

20/09/2007, 21:38
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ANDRESNIPORESAS


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RESULTADOS DE LAS VOTACIONES DEL T-312.
Aunque debería esperar a las 24 horas para dar los resultados, dado que ya no hay posibilidad de que nadie más vote "legalmente", y por si nos dormimos, pues...
GANADORA: MENS CURIOSA................con 9 votos.
FINALISTA: TIERRASDEALVA.................con 8 votos.
Enhorabuena a la ganadora y que proponga tema para el próximo Tintero CCCXIII.
Ha sido un buen Tintero. Nos comentamos.

20

CCCXI... El último dragón

ALIAS-ABC

TINTERO VIRTUAL CCCXI: " EL ÚLTIMO DRAGÓN "
Los dragones son seres mitológicos que tienen casi la misma habilidad que los Dioses. Son omnipresentes en el imaginario de la fantasía, ubicuos, malignos, bondadosos, repartidores de dones, de maldiciones, seres de notable sabiduría... Gigantes, pequeños, medianos...
Siempre me atrajo el magnetismo de leyenda de esos seres que podían representar cualquier tipo moral.Y capaces de producir fuego desde las entrañas para matar o ayudar. Así que para ellos va este tintero, o más bien para el último de ellos.
Por cierto, que un dragón también puede ser un soldado francés, un país asiático... muchas más cosas ^^.

Un saludo.

06/09/2007, 23:45




gemmayla.- "El último dragón del cuarto regimiento"

Maruja lava la colada a la orilla del Manzanares en el Ventisquero de la Condesa de la Cuerda Larga. Luce un sol de primavera radiante pero que trae un olor raro, diferente al de otras jornadas al olfato de la joven lavandera. Frota la prenda con frenesí para acallar la voz de sus pensamientos que le augura presagios funestos. No la quiere escuchar. ¡De ninguna manera!¡ Suficientes desgracias le han caído ya a su familia ¡.

Le encanta lavar la ropa por encargo. Antes acudían todas las mujeres del pueblo, pero desde que llegaron los franceses no merece la pena exponerse a riesgos innecesarios. Maruja se ofreció de buen grado porque le gustan la soledad, la corriente del agua arrugándole las manos con el jabón casero que elabora ella misma, la labor de ayudar a las demás mujeres. A su madre no le gusta nada que se marche ella sola por esos caminos del demonio cargada con el cesto de ropa sucia a muy temprana hora de la mañana y que regrese mientras todos sestean y ya han comido el cocido. Maruja está en los huesos y su madre quiere remediar eso para convertirla en una rolliza mujer que encuentre pronto marido. Pero Maruja no quiere casarse y convertirse en alguien rudo, aburrido y tosco como su propia madre. Sueña que su vida transcurre plácida en la soledad limpia de la corriente del Manzanares entre sábanas de lino y vestidos de algodón.

El olor de la espuma del jabón se mezcla con este nuevo hedor de sangre que se aproxima. Siente en su nuca el sonido del cabalgar cansino del jamelgo que se acerca flaco y desgarbado hacia la orilla buscando agua. Maruja cede al reclamo de su voz interior y vence su miedo de la única manera posible que se le ocurre en ese momento. Se gira bruscamente empuñando la pastilla de jabón en una mano y en la otra una sábana retorcida que acaba de lavar, aclarar y enjugar. Por lo menos tendrá algo con lo que defenderse del maldito francés. Pero sobre la silla atravesado en el asiento, la charnela y el estribo cabalga el cuerpo de un soldado moribundo. Maruja siente el impulso de bajarlo de la cabalgadura y arrojarlo al río, pero de nuevo la voz le ordena que obedezca a ese noble sentimiento altruista que le ha dado la fama entre los suyos de buena persona, generosa y desinteresada. Con cierta brusquedad empuja el cuerpo del soldado hasta que consigue que caiga al suelo. Lo examina y pronto descubre una herida punzante que sangra abundante en una pierna. Con agua y jabón la limpia. Con la sábana le practica un torniquete, le refresca la cara y le humedece los labios. El soldado abre un poco sus ojos apagados y susurra una palabras que Maruja no consigue entender. ¡Si supiera francés! ¡Ay, si supiese francés! Entendería lo que el pobre soldado le ha dicho antes de expirar, “Gracias, señorita. Le saluda el último Dragón del Cuarto Regimiento del ejército napoleónico. Guarde mi sable, mi pistola y mi carabina. Guárdelos que es lo único que puedo ofrecerle como muestra de gratitud”

Maruja arroja el cuerpo envuelto en una sábana al río y regresa al pueblo con su cesto de ropa limpia y un jamelgo hambriento, que cuando se recupere le acompañará a partir de ahora.

07/09/2007, 13:42




Escritorcillo.- El Antirrinum.

El Antirrinum Major. El Boca de dragón exige mucho el agua. Tiene unas flores en ramilletes izados de varios colores, amarillos, fucsias, púrpuras y blancos. Es una planta magnífica y muy agradecida, te obsequia con unas flores preciosas. Sus diminutas semillas no exigen sino un tiesto en condiciones con mantillo, y mucha agua. Eso es lo malo. Es una planta que aguanta el sol perfectamente siempre y cuando la riegues con abundancia porque tiene un punto de marchitez permanente muy bajo y si se seca se seca para siempre, no rebrota. No aguanta en terreno seco absolutamente nada. Y no hay nada más triste y feo que un boca de dragón seco. Antes dije que las flores son de diferentes colores, entiéndase bien, una planta puede tener de flores flores púrpuras y otra planta puede tener flores amarillas, eso depende del ecotipo, del híbrido, pero en una misma mata no te esperes encontrar dos tipos de flores. Las semillas se pueden sembrar en cualquier época del año, pero lo ideal es sembrarlas en febrero o en marzo, y en mayo la armonía y el colorido bermellón, granate, fucsia o amarillo te sorprenderán los ojos con un pequeño carnaval. ¿Cómo será el criador de Bocas de dragón?, lo mismo es un señor bajito, con gafas, aficionado a la música en clave barroca, y a escribir poemas contrahechos y eróticos. O lo mismo es un señor alto, calvo, exjugador de baloncesto, aficionado al jazz, y que colecciona sellos como segunda afición. Si es por mi parte, si soy o no, un criador de bocas de dragón, he de decir que actualmente no lo soy. Este verano los he criado en mi azotea, flores púrpuras y flores amarillas, pero este verano también los he perdido. Un día estuve todo el día enganchado al internet, el verano estaba dando picotazos como un alacrán rabioso y yo para evitar el aguijonazo me refugié en el ciber y descuidé mis plantas. Ese día no regué las flores y ya os he dicho que el Antirrinum no aguanta la sequía. No duró ni un día, fue una auténtica pena. Todas las demás plantas aguantaron, la hierbabuena estuvo a punto de morir, el rosal y el geranio también, pero aguantaron, cuando las volví a regar, la tierra, el mantillo, estaba seco como un corcho, las hojas volvieron a tomar fuerza y me lo agradecieron verdes y lozanas, pero el boca de dragón nó, el boca de dragón se quedó seco y se resquebrajó como rama muerta. No hay nada más triste y feo que una planta seca. Cuando una planta de mi azotea se queda seca por falta de agua me entra un sentimiento de cólera bastante grande, me entran ganas de abofetearme a mi mismo por el descuido, en este mundo en el que se está perdiendo tanta vegetación, tener una azotea con macetas verdes debiera de ser una obligación. Alguna vez he imaginado que todos los ciudadanos de Madrid se pusieran de acuerdo para tener en sus azoteas, esas azoteas a las que nadie sube nunca, una pequeño jardín. Un pequeño jardín para depurar la enviciada atmósfera cosmopolita. Pero mucho me temo que la inmensa mayoría de las azoteas seguirán siendo desiertos solitarios sin flores, sin vegetación, y sin alma. ¿os imagináis que Madrid contemplada desde el cielo fuese verde?.
..........................................................................................Francisco Antonio Ruiz Caballero.

08/09/2007, 13:24




mens_curiosa.- EL ÚLTIMO DE LOS DRAGONES

Neris, “La Siempre Bella”, era la primogénita de las siete hijas del rey Cais, y la heredera legítima al trono de un próspero reino. Era, además, la más déspota de las muchachas que se hayan conocido jamás. Cuando tenía dieciséis años, su padre la conminó a escoger esposo, aunque aceptando sin reparos todas las condiciones que ésta pusiese. Y la veleidosa princesa, tras consultar con su asesor personal, un medio brujo venido de tierras ignotas, lanzó un desafío a todos los caballeros andantes de su reino y colindantes: “Me desposaré con aquél que acabe con el último de los dragones de mi reino”.
Frase que revelaba una auténtica perfidia. Porque el último censo draconil había contabilizado la existencia de no menos de 43 ejemplares, machos y hembras, de esta especie. Estas criaturas, convertidas a hábitos vegetarianos, moraban en paz y sin discordias con los habitantes de aquel reino, desde lustros sin cuento, en el Valle de los Dragones Silenciosos. La princesa Neris exigía, pues, una guerra y un exterminio sinrazonado. No obstante ella sabía, y lo confirmaron los más de trescientos candidatos que se presentaron, que el reino bien valía la hazaña.
Durante los siguientes diez años sólo hubo desolación y lamentos en aquellas tierras. La primera ofensiva conjunta de los caballeros acabó con todos los ejemplares menos cinco, que huyeron y arrasaron a su paso todos los poblados que encontraron. Aquellos cinco dragones fueron perseguidos durante una década hasta ir cayendo uno a uno. No sin que antes se vengasen en la población (se corrió el rumor de que incluso habían devorado al medio brujo asesor de la princesa) y en sus atacantes de aquella cacería absurda.
El último de los caballeros encontró moribundo al último de los dragones. La gigantesca criatura respiraba con estertores y dirigió una mirada suplicante a Alday, que así se llamaba el joven que en esos momentos se encontraba frente a él.
- Mi señor, escucha mi súplica –dijo el dragón-. Hace diez años comenzasteis a perseguirnos sin un motivo razonable. Hubo un tiempo en que nuestras razas fueron rivales; sin embargo, después conseguimos alcanzar una convivencia pacífica. Esta nueva violencia no tiene sentido. Sé que moriré, pero deja que viva mi retoño, el que ahora se gesta en ese huevo. Ofréceselo como regalo a la princesa que nos persigue. Quizá recapacite y decida inaugurar una nueva época de cambios. Llévatelo oculto y muéstraselo cuando estés con ella.
Alday decidió respetar la última voluntad de aquel dragón, puesto que ningún daño podía hacer el intentar una reconciliación y, en caso contrario, siempre cabía la posibilidad de destruir aquel huevo.
Le condujeron a la presencia del rey Cais y entró en la sala con su mercancía oculta bajo la capa. Después de ejecutar una reverencia ante el soberano, ante la princesa Neis “la Siempre Bella” y sus seis hermanas, pasó a relatar los hechos que le habían llevado a ser merecedor de la mano de la princesa heredera. Sin embargo, mientras hablaba, percibió como el bellísimo semblante de su futura esposa se iba tornando escarlata y cómo aparecían en su rostro unos puntos que crecieron hasta alcanzar la dimensión de granos gigantescos. Se detuvo en su discurso, horrorizado al contemplar el espanto en que se había convertido la tan aclamada hermosura de la princesa, mientras los demás acudían a socorrerla.
- ¡Hacedle salir! –gritó entonces el rey mientras apuntaba a Alday con un gesto imperioso de su dedo-. ¡Echad al caballero! La princesa padece una terrible alergia a los dragones. Su asesor personal (se refería al medio brujo) se lo detectó hace años. Este joven se ha encontrado expuesto a esas criaturas y ella lo percibe. ¡¡Rápido o morirá asfixiada!!
Y asfixiada murió, en efecto, breves instantes después, sin que pudiesen hacer nada por evitarlo. Para entonces Alday ya había abandonado a toda prisa el salón del trono, en el revuelo de la confusión, aún resonando en sus oídos la fatídica razón por la que la difunta Neris, “la Siempre Bella”, había emprendido aquella caza sin cuartel contra los dragones.
Envolviendo bien el huevo que llevaba oculto entre los pliegues de su capa, Alday enfiló rumbo a otro reino donde habitase una princesa menos problemática y donde crecieran verdes pastos para su nuevo “protegido”. Así cumplió sin saberlo la venganza del último dragón del reino, que había llegado a descubrir el motivo de la princesa para acabar con ellos. Aquel dragón conocía ese secreto porque él mismo se lo había arrancado mediante amenazas (que cumplió luego, al engullirlo de un bocado) al principal culpable e instigador: aquel medio brujo, asesor personal de la princesa, que tantas desgracias acarreó a su raza con el apoyo de una infanta caprichosa.
El corazón tiene razones que la razón no entiende

10/09/2007, 18:53




ANDRESNIPORESAS.- Comienza la sesión.

Se anunciaba en los carteles como “La vuelta del último dragón”. Era una obra de teatro escrita por el dramaturgo de moda Andrés Eshas Nipor. La obra, según pude leer en la propaganda, trataba de un dragón muy especial que tenía dos cabezas. Pero no una al lado de la otra sino una arriba y otra abajo. El dragón se llamaba “Allavá”. Las piernas eran dos brazos, muy largos, que hacían las veces de las piernas y que le servían para desplazarse sobre las palmas de las manos como un cuadrumano. Era un monstruo con cuatro brazos y dos cabezas, como si hubieran juntado dos personas por la cintura.

El caso es que cogí a mis dos sobrinos y me fui al teatro Maravillas a disfrutar de la sesión. Al entrar mi sobrinejo Toti se me agarró fuertemente del brazo y me dijo casi sin voz: “Tito, es el monstruo... está ahí”. Efectivamente, sentado en una butaca de platea estaba el monstruo antes descrito, sentado tan ricamente, sin moverse, con su piel áspera, la cordillera de su espinazo, los brazos agarrados a los apoyabrazos. Toti no dejaba de mirar hacia atrás pendiente del dragón.

Comenzó la sesión y Toti más que mirar al escenario miraba hacia el monstruo. “Se ha movido, Tito, ha dado la vuelta, ahora la cabeza de abajo la tiene arriba”. En escena un actor se movía con dificultad dentro de un caparazón de dragón color verde botella que movía la cola como la Pantoja el vestido de flamenca. Según pude adivinar por el desarrollo de la obra, los dragones planeaban destruir la colonia de ratisfóciles, enemigos declarados de los dragones, que les habían ocupado el territorio. Estaban esperando la llegada del dragón “Allavá”, el doble de inteligente que todos los demás porque no en vano tenía dos cabezas.

Mi sobrinejo estaba pendiente del dragón que permanecía sentado en su butaca. “Tito, ahora se levantará y subirá al escenario, seguro. ¡Tengo miedo!”.

Pero no, el dragón permaneció en su sitio, tranquilo, sin hacer gesto alguno. De pronto, detrás del escenario sonaron unos golpes muy secos, un griterío infernal como de una batalla a muerte y se apagaron las luces. Un cañón luminoso proyectó una luz verde que iluminó sólo la cabeza del actor. Entonces éste leyó con parsimonia lo que interpreté como la conclusión.
“Las luchas entre las dos tribus acabaron con los más débiles y los vencedores siguen esperando la vuelta de “Allavá” para que los libere de unos nuevos invasores”.

La luz se difuminó sobre la cara del actor y todo quedó unos instantes a oscuras. Alguien comenzó un tímido aplauso que fue seguido por los demás. Sobre el escenario los actores del reparto saludaban al público que aplaudía a rabiar.

El monstruo, según me hizo notar mi sobrinejo Toti, ya no estaba en el asiento.

11/09/2007, 22:44




VICHOFF.- El último Dragón (Homenaje a Ridley Scott y a "Blade Runner")

Sentado el asiento del copiloto, frente al panel de mandos, Roy entretenía la espera jugando con la consola a uno de los juegos más antiguo de la Galaxia, el que consistía en encajar piezas de diferentes tamaños y colores para formar filas que desaparecían cuando estaban completas. El comandante Gregal, inclinado sobre la pantalla en la que se dibujaba el mapa de la zona, daba un último repaso a los cálculos mientras tarareaba en voz baja la música que le llegaba por los auriculares.El volumen estaba tan alto que Roy podía distinguir los potentes acordes de los Carmina Burana pero el comandante no parecía haberse dado cuenta, absorto en confirmar los detalles de la trayectoria que les llevaría a reunirse con las tropas del Ejército Estatal. Nadi habría dicho que, bajo la calma que aparentaba, se contenía una tensión capaz de organizar y dirigir la más complicada de las operaciones.
Frente a ellos se extendía el semicírculo del Bálteo y, a su espalda, en formación de flecha, la escuadrilla de los Dragones daba la popa a la M$" y esperaba la orden de iniciar la marcha.
En su camino hacia el frente de batalla habían atravesado la puerta de Tannhäuser bajo la lluvia de Rayos C del enemigo pero los Dragones eran más rápidos y, sobre todo, tenían más facilidad de maniobra que los pesados Flash del ejército rebelde. Gracias a eso habían conseguido escapar a la emboscada. Las tropas del Ejército Estatal esperaban el refuerzo del escuadrón para hacer frente al avance de los sublevados.
Al cabo de unos minutos, el comandante se enderezó en su asiento, se quitó los cascos y, con un gesto, le pidió a Roy que le alcanzara el casco. Era la señal. Roy apagó la videoconsola y conectó la comunicación con el resto de las naves.
--¡Dragón Dos! --llamó el comandante.
--¡Listo! --contestaron desde la nave situado detrás de ellos.
--¡Dragón Tres!
--¡Listo! --respondió la voz desde el extremo del flanco derecho de la formación.
--¡Dragón Cuatro!
**********************************************************************
No los vieron llegar. Surgieron como si se materializaran desde la nada justo cuando los Dragones, después de atacar la retaguardia enemiga, regresaban junto a los cruceros Magnum. Los Speed rebeldes cayeron sobre ellos con una lluvia de fuego que, avanzando desde la cola de la formación, incendió las naves una a una mientras, en la cabina del Dragón Uno, los tímpanos de Roy y del comandante Gregal retumbaban con el estruendo de la deflagración.
--¡No mires atrás! --gritó el comandante mientras apuraba la potencia de los propulsores.
Pero Roy no pudo evitar volver la cabeza para ver cómo el negro telón del cielo se iluminaba con el estallido de los Dragones, para asistir al trágico espectáculo de las naves ardiendo más allá de Orión.
"Espero poder contarlo", pensó.

12/09/2007, 23:08




ANDRESNIPORESAS


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VOTACIONES DEL TINTERO CCCXI: El último dragón.
Bueno, pues ya estamos preparados para votar de nuevo.
Votemos 3, 2 y 1 punto según nuestras preferencias.
Salud y votos libres.

(PD: Pues como quien no lo hace, ya estamos por los seis años. Y parece que fue ayer.)

13/09/2007, 0:04
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gemmayla


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Re: VOTACIONES
VICHOFF 3
MENS CURIOSA 2
ESCRITORCILLO 1

13/09/2007, 9:01
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mens_curiosa


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Votando
¡¡Felicidades por ese sexto aniversario del Tintero Virtual!!
Y ahora, mis votos:
Vichof -3
Gemmayla - 2
Andresniporesas - 1
El corazón tiene razones que la razón no entiende

13/09/2007, 9:25
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ANDRESNIPORESAS


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Votos que son aplausos.
Démosle a MENS CURIOSA los 3 votos porque sabe manejar la sorpresa y hay historia en su relato.
Otorguemos a GEMMAYLA 2 votos por su mezcla de sensaciones.
Y ofrezcamos a VICHOFF (bienvuelta a casa) 1 voto por su juego de consola.
Y un accesit a Escritorcillo por su incansable y fecunda productividad.

13/09/2007, 10:47
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VICHOFF


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Votando
Gemmayla ............. 3
Andresniporesas ..... 2
Mens_curiosa ........ 1

Buenas noches a todos.

Vichoff

13/09/2007, 22:20
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ANDRESNIPORESAS


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Resultado de las votaciones del T-CCCXI: The last dragón.
Pues, señores, hechas las consiguientes y torturadoreas comprobaciones, hemos llegado a los siguiente resultados:
EMPATE (por orden alfabético):
GEMMAYLA y VICHOFF.............7 votos.
Mnes Curiosa ................................. 6 votos.
Andrésniporesas.............................3
Escritorcillo.......................................1
Enhorabuena a las ganadoras y que decidan entre ellas el tema o que pongan dos temas o lo que les parezca, listas que son.
Seguiremos escribiendo, si hace al caso.


14/09/2007, 0:08

CCCX... Reloj de arena

BLANKA-L

TINTERO VIRTUAL CCCX.- Arenoso
Está bien, está bien, chicos, sois un encanto y aquí me habéis dejado sola ante el peligro para que ponga tema...
Ay señor, que los hemos tenido muy majos últimamente y a mí no se me ocurre nada...
Y el tiempo va pasando...
¿Alguna vez habéis tenido un reloj de arena? Una clépsidra, que le llamaban... Tan relajante, tan inquietante...
el tema va a ser: EL RELOJ DE ARENA
Suerte y tarta para todos.

31/08/2007, 14:49



Moustache.- De clepsidras y ampolletas.
Dice mi amigo Michaleen Flynn, afamado cliente de Coohan en Innisfree, que cuando bebe agua bebe agua, y cuando bebe whiskey, bebe whiskey. Viene esto a colación de un detalle que, no por pequeño, deja de tener su importancia y es que una clepsidra –acento de más o de menos- no es un reloj de arena, sino de agua, mientras que el de arena también se conoce como ampolleta. Esta aclaración no afecta al tema de la semana pues ha quedado claro que el mismo es el reloj de arena, pero conviene no mezclar –ya se que se dice confundir- churras con merinas, sobretodo en este caso porque al final, lo que tendríamos seria un prodigio: el reloj de lodo, barro, limo, o como se quiera llamarlo. Cosa curiosa por lo demás, pues probablemente esa mezcla no descendería y, aunque sea de forma metafórica se habría obrado el prodigio de detener el tiempo, lo cual… pero eso es otra historia, y pueden pisármela si gustan.
Pero eso es otra historia.
31/08/2007, 16:37




ANDRESNIPORESAS.- QUIZÁ...

En el cielo raso la luna, espectral, como una plaza de toros sin la fiesta. A su alrededor las estrellas vestales trasladando velos para cubrir su desnudez. Y aquí abajo, yo, con la mirada perdida, sentado en el suelo y rompiendo ramitas de romero. La cabeza baja, las manos ausentes, monótonas y ese crujir, crac, carc, del tallo al romperse.
* * *
La vida, mi vida, acaba de perder su trayectoria. Alguien le ha dado un empujón mientras caminaba y me ha tirado al fango. El insomnio me lleva a buscar lugares retirados, perdidos, sucios, para sentirme mejor. Una mano sube a mi garganta y me aprieta el gañote hasta impedirme la respiración. Me veo sin control, demudado, solitario y salgo para pedirle consejo a la luna, que como un albero de plata oculta la faena de una vida.
Los fantasmas del pasado vuelven. Me lo explicó un señor mayor: “Joven, la vida es una corrida de toros. Puntual salimos a la plaza, a las cinco en punto de nuestro nacimiento, y puntuales recorremos los tres tercios de la fiesta. Hay quien torea de capa, se adorna y se envuelve con majeza, pero también a ese lo pican y le clavan las banderillas de castigo. Hasta que ya mayor coge sin más remedio la muleta y trata de sacarle al toro las cualidades de bravura que tiene. Y va deshojando su vida en lances profundos, enlazados, como un requiebro de sabiduría que se derrama ante los espectadores. Y mientras el respetable, no siempre tan respetuoso, grita y le increpa, el torero que llevamos dentro nos obliga a arrimarnos o a tirar la muleta, que toreen ellos. Y vemos que la tarde avanza hacia su degollado crepúsculo y la rosa se desflora en muletazos rojos y caminamos hacia el toro adornado de muerte. Lo miramos, nos mira, se arranca, embiste, lo esperamos, le cerramos el paso con el trapo y él se olvida del paño y nos abre la femoral. Hemos caído. Esa ceremonia que es la vida se ha completado con la agonía del protagonista. Es el final, nuestro final”.
* * *
Las ramitas de romero crujen de nuevo entre los dedos y forman la figura de un montoncito de arena. Quizá sea éste el momento preciso para darle la vuelta al reloj de arena de mi vida. Quizá haya que abrir de nuevo el toril para que salga el sobrero y comenzar de nuevo la faena, otra faena, en otra plaza, con otra luna. Quizá...

03/09/2007, 10:38




ALIAS-ABC.- EL RELOJ DE ARENA DE MENDES PEÑAROL.

Los dedos de Mistery Nurse arrastraron el deslizador de la cremallera haciendo que se detuviera brevemente en cada diente de la malla, un beso de labios metálicos cada vez, en la bota de cuero de tacón afilado. El viento de aquella noche de Agosto revolvió su madeja de bucles castaños en la azotea de aquel edificio de ladrillo visto. No se vislumbraban las estrellas. En la gran ciudad siempre era difícil verlas si uno las buscaba en el firmamento. Se llevó las manos a las medias blancas para comprobar que llevaba los ligueros bien puestos, las agujas hipodérmicas en su sitio, la insulina, un pequeño reloj de arena y el traje de cuero negro bien ajustado. Puso el reproductor mp3 en marcha y miró hacia el pacífico mar de luces artificiales que tenía delante mientras sonaban los primeros acordes de “Little Wing” de Hendrix. Midió la distancia entre azoteas. Tomó carrerilla y saltó como una pantera hacia la siguiente, iniciando una vertiginosa carrera en las azoteas de la urbe pucelana. Si algún paseante nocturno miraba inesperadamente hacia arriba sólo vería un fugaz borrón negro o, tal vez, recordaría la leyenda urbana de una superheroína vestida de enfermera que el “Times” había bautizado como “The Mistery Nurse” y que el pueblo de la ciudad natal de Delibes había tomado como nombre para ella.

La prensa del país se había hecho eco de la llegada de Mendes Peñarol, el dictador que gobernaba con puño de hierro el otrora idílico paraje caribeño de Distopía, a la ciudad para someterse a una operación. Mistery Nurse, a través de sus contactos, tuvo acceso a las pruebas médicas que se le realizaron aquella mañana. “El jodido viejo – pensó mientras echaba un vistazo profesional a la angiofluoresceingrafía – está perdiendo la vista por una diabetes”.

Sus músculos se tensaron mientras adoptaba una posición felina frente al palacete donde habían alojado al dictador. Miró hacia el suelo. Guardias: Varias parejas de uniformados vigilaban el perímetro, moviéndose. Llevaban radios. No podría anularlos a todos antes de que dieran la alarma. Sus ojos se movieron a través de la fachada buscando alguna ventana abierta. Por fortuna varias de ellas permanecían abiertas, aunque el palacete estaba demasiado lejos para llegar saltando. Los alrededores ofrecían pocas posibilidades. Por suerte el palacete y la zona añeja eran objeto de una alta protección gubernativa por su interés cultural, por lo que aún había cables de alta tensión que sobrevivían ante la falta de eléctricas asociaciones de vecinos, la ardua tarea de bregar con el papeleo necesario para soterrarlos y la absoluta falta de interés por parte de casi cualquiera. Uno de esos cables unía los dos edificios. Mistery se movió sobre el filo de la azotea como si fuera una pasarela de desfiles, se plantó justo debajo e hizo el pino para poder colgarse del cable con sus botas de cuero. Cuando estuvo lista, pasó las canciones del reproductor mp3 hasta que empezó a sonar “La cabalgata de las Valkirias” de Wagner. Palpó con los dedos de la mano derecha el vació. Durante un momento titubeo: No recordaba si las niñas se habían acostado antes de irse. Tal vez hubieran notado su extraña ausencia. Desechó el pensamiento y se concentró en su objetivo dejándose caer. La inercia de su peso hizo que fuera deslizándose en el cable de alta tensión hasta el palacete como una chispa, mientras los guardias que vigilaban a ras de suelo no sospechaban lo que acontecía sobre sus cabeza. Apenas hacía ruido sobre las viejas tabillas de madera del suelo. Era menuda, era rápida y era ágil. Localizó la cama de Mendes y antes de que este pudiera gritar la mano de Mistery tapaba la boca del pequeño y frágil Dictador de Distopía, mientras con la otra le inyectaba una dosis lo suficientemente alta de insulina como para que se quedara en coma para el resto de sus días.

Contempló sus ojos mientras se debatía. Sacó el reloj de Arena y lo depositó, en una mesilla de noche cercana, a la vista de aquel quebradizo anciano.

- Tu vida se escapa como esos granos de arena, Mendes. Y nadie puede dar la vuelta a tu destino. La arena de ese reloj es lo último que verás de Distopía, pues procede de allí.

Mientras se estiraba con parsimonia el traje pensó que tal vez por la mañana acudiría a ver al Padre Alonso, el único hombre santo a su entender, que oficiaba en una pequeña e íntima iglesia en la que Mistery confesaba regularmente sus pequeñas aventuras: El padre ponía la conciencia y ella la acción.

Respiró el aire desde el techado, tiró unas cuantas tejas en la parte posterior para llamar la atención de la guardia y en pequeños saltos sobre el alfeizar de las ventanas llegó al suelo. Un disparo rebotó en la esquina que acababa de doblar.

Podía ser que esta vez la cogieran. Podía ser… y emitió un aullido animal que paralizó brevemente a sus perseguidores mientras en el mp3 sonaba “Esta noche no se duerme” de Los Suaves.

04/09/2007, 6:09




Escritorcillo.- El Reloj del Judío.

Cuando le dio la vuelta a aquel reloj de arena ocurrió algo no esperado, la arena caía desde la parte superior pero se desvanecía en la parte inferior. El reloj se estaba desintegrando como un suicida. Inmediatamente le dio la vuelta de nuevo a aquel instrumento de medición. No quería que aquella arena de oro despareciese, era un reloj carísimo, de oro labrado y cristal de Bohemia, con el soporte esculturizado en efebos y afroditas sublimes, en estado de éxtasis lujuriósico. El avariento anticuario estaba en aquel mismo momento escandalizado, la arena desaparecía si le daba la vuelta al reloj, era una cosa de magia, por un lado quería ver como desaparecía la arena, lo extraordinario del suceso le incitaba a su observación naturalista, pero su, valga la redundancia, naturaleza frenéticamente agarrada le conminaba a no perder ni un solo segundo en la contemplación de un menosprecio. Se entabló en el alma miserable del anticuario un combate entre el niño que llevaba dentro y el negociante de uñas alargadas. El niño quería ante todo la sorpresa, lo extraordinario, la magia, el comerciante quería el oro. Tras diez eternos minutos en el que el reloj no desperdició ni un solo grano de arena aurífera venció el taimado, mataron a un niño de diez años que miraba el arcoiris de una puñalada amarilla y el negociante guardó el extraordinario reloj mágico en la alacena. Luego, Francisco Hebreo, que así se llamaba el comerciante, se puso el gabán negro con la estrella de David rosa que llevaba cosida en la manga y salió a la calle a pasear. Eran días difíciles, pasaban los nazis en sus coches y carromatos vestidos de negro brillante, con la esvástica sublime, y pasear en aquella pequeña ciudad se estaba volviendo imposible. Cuando llegó, tras una larga caminata a la esquina de la calle Efemérides observó el cartel a la entrada de la cervecería: no se admiten ni perros ni judíos. Desencantado cambió de marcha, dirigió sus pasos hacia la sinagoga más cercana. A mitad de camino un grupo de nazis lo rodeó. Eh, judío, dijeron a coro las hienas con grandes risotadas, bailanos algo, venga. Y Francisco Hebreo en un estado de paroxismo brutal empezó a bailar una vieja danza judía mientras la pistola de un nazi le rozaba la frente. Quince interminable minutos duró aquella crucifixión, y hartos de reir lo abandonaron tras darle un puntapié que le hizo rodar por el suelo. Ya escarnecido logró entrar en la Iglesia. Un candelabro judío de oro le esperaba junto con más y más candelería, lujo y austeridad al mismo tiempo. Rezó unos versos de la torá y habló con el rabino. Dos horas después salió de la sinagoga preocupado. La noche bailaba la misma vieja danza judía que había bailado unas horas antes para la GESTAPO, noche cerrada de brea densa con estrellas azules furiosas y faroles homicidas, se topó con tres muchachos de las Juventudes Hitlerianas, le arrojaron cáscaras de plátano y pieles de naranja entre grandes risotadas. Atrás la sinagoga estaba ya ardiendo. Llegó a su negocio y entró. Un fuerte olor a trementina y cuadro viejo se respiraba en la estancia. Abrió la alacena y contempló de nuevo el reloj. Le dio por fín la vuelta que el niño asesinado exigía y observó como caía gota a gota el oro desapareciendo en la nada. Sudaba el Shilock por la ganacia perdida pero el antiguo crío disfrutaba con una partitura de notas esmeraldas y doradas. Cuando la última gota de oro desapareció, Francisco Hebreo estaba muerto. En el reloj no había ya ni un solo grano de Arena.
......................................................................................
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

04/09/2007, 19:04




FILIPPA.- "Piedras y un reloj de Arena" de Filippa.

Hace días o tal vez meses que este reloj imparable de arena me obliga a asomarme a recuerdos olvidados.Aquel día me llamaste al trabajo para decirme que te ibas. Lo hacías desde el Aeropuerto de Barajas, podía oir a través del auricular telefónico la megafonía. Te dije que en media hora estaria allí, que iría a despedirte. Tu negación fue rotunda, no me quedó más remedio que aceptarla. No me gustan las despedidas, argumentaste. Hoy, después de incansables días caídos como granos de arena, no recuerdo con exactitud tu última frase. Así de esta manera desapareció de mi vida uno de mis mejores amigos. Situaciones parecidas han ido sucediéndome a lo largo de estos últimos veinte años. No sé por qué extraña razón la gente que amo tienen destinos que no son paralelos al mío.
Pienso que soy como esa tortuga de caparazón duro con el que he ido cubriéndome.
Esta mañana me he levantado de amanecida, me he vestido con un liviano pareo, ese que nos recomienda Maruja Torres, en sus pésimas y últimas intervenciones en el Dominical del periódico el Pais. ¿Me pregunto qué les pasa a los periodistas?. Sin duda se han aborregado, se nota que sus cuentas bancarias estan llenas y sus cabezas vacías. Me he perdido, una vez más no sé donde estoy. Bueno, sí. No me gustan los pareos, pero esta mañana he decidido ir ligerita de ropas a la playa sin cubrir demasiado estas carnes asfixiadas. Me he calzados unas chanclas que dejan ver mis diminutos pies de pintadas uñitas rojo pasión. La pasión que me falta cada día la he depositado en el color de mis diminutas uñas, como un mundo perdido; no sé en qué duna del desierto del Sahara. Una gota de rocío anida en esa última uñita roja de mi dedo pequeño.
He bajado hasta la playa y me he situado frente al mar a cara descubierta, para gritarle: aquí estoy, mírame, aquí me tienes, he venido a ti. Sé que él sonrie como diciendo: ésta pobre loca chiflada... ¡Uff!, lo que debe de soportar éste pobre mar tan sucio en el que se ha convertido el Mediterráneo, y esta playa de piedras de guijaros enormes, que me torturan los pies.
En estos días estoy leyendo a Fernando Savater, y su libro: La vida eterna. Así estoy yo con esta introspección tan agudizada. Si uno comienza a cuestionarse cosas tan terribles como el sentido de la vida, mal lo llevamos. Pero Fernando es un hombre que sabe su oficio y te atrapa. Ahí me ha tenido torturada casi una samana sin poder dejar de leer lo que dice. ¡Maldito cabron este filósofo del tres al cuarto!. je je je. Sonrío para mis adentros porque en realidad creo que es un escritor brillante. A lo que iba... Es difícil hilar con un mínimo de coherencia lo que uno quiere decir, no sé si al final conseguiré plasmarlo.
Este viaje que he ido aplazado todo el verano, lo he tenido ahí encerrado en un rincón de bruma. Los que vivimos en ciudades como Madrid, estamos deseando escaparnos; estas escapadas nos salvan de una muerte prematura. Claro que en mi caso nunca será prematura, vuelvo a sonreír. Este relato al final se convertirá en un chiste fácil. O tal vez... ni eso.
¡Reloj de arena!, ¡reloj de arena!. Ah, sí, con un palo que estaba a mi alcance marco una esfera y la divido en cuatro, y en el centro del dibujo clavo el endeble palo. Me siento frente al mar miro el azul infinito. Rememoro como aquel día a amigos, o personas que un día me acompañaron en horas parecidas a estas, y he de decir que ha pesar de no verlos , estan ahí. Son pocos, pero sé que en cualquier momento puedo hablar con ellos con tanta proximidad como lo hice siempre. Pero me pregunto: ¿ hasta qué punto la cercania de aquellos que me acompañaron fue desinteresada?. ¿Cuántos somos capaces de entender la amistad como un disfrute de uno hacia los otros?. Dice Fenando Savater: sólo el niño es capaz de ser objetivo porque no tiene intereses, ni quiere obtener interés sobre nadie.
Las horas han trascurrido a lo largo del día, he permanecido frente al mar, me he dejado acariar por él. Incansablemente; una y otra vez, una y otra vez. He respirado su olor , su húmedo chirispotear sobre la playa de piedra. El reloj de arena a mi espalda ha dejado de tener sentido, no lo necesito, sólo es un reflejo frente a este mar que adormece en una soledad entera y brillante, y el me duevueve su mirada muda.

04/09/2007, 23:35



ANDRESNIPORESAS


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VOTACIONES DEL TINTERO CCCX: Reloj de arena.
Pasen y voten ahora que están ustedes descansados.
Den 3, 2 y 1 voto a los relatos que más les gusten.
Ánimo que la vida continúa.


06/09/2007, 0:28
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ANDRESNIPORESAS


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Votos bien aprovechados.
Pues me ha gustado el señor ALIAS ABC, por eso le doy 3 votos.
No me ha disgustado ESCRITORCILLO por eso le doy 2 votos.
Y qué voy a decir de las despedidas aeroportuarias de FILIPPA...démosle 1 voto.
A lo mejor a alguien se le ocurre algo... a lo mejor...
Circunspectos saludos.

06/09/2007, 17:38
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Escritorcillo


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Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCX: Reloj de arena.
Alias ABC, tres puntos. RFLIPA. dos puntos, y ANDRESNIPORESAS, un punto.
Pero qué tintero más poco concurrido, por Dios.

06/09/2007, 18:43
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ALIAS-ABC


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Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCX: Reloj de arena.
"EL RELOJ DEL JUDIO" de ESCRITORCILLO. 3 puntos.
"QUIZA..." de ANDRESNIPORESA.2 puntos.
"PIEDRAS Y UN RELOJ DE ARENA" de FILIPPA. 1 punto.

Un saludo.

06/09/2007, 21:55
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ALIAS-ABC


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Re: VOTACIONES DEL TINTERO CCCX: Reloj de arena.
VOTOS DE FILIPPA.
ALIAS - ABC 3 puntos.
ESCRITORCILLO 2 puntos.
ANDRESNIPORESA. 1 punto.

06/09/2007, 23:14
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ALIAS-ABC


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RECUENTO DE VOTOS.
ALIAS-ABC 9 puntos.ESCRITORCILLO 7 puntos.ANDRESNIPORESA Y FILIPPA 4 puntos.
Todos en el podio. De aquí a un rato abro tema.
Un saludo.

06/09/2007, 23:22

CCCIX... La casa de los espejos

mens_curiosa

TINTERO VIRTUAL CCCIX: La Casa de los Espejos
Otra semana vacacionera mas llegamos al Tintero, aun relajados con nuestros relatos, pero calentando motores segun se aproxima septiembre.
Agradezco la oportunidad de poner tema de nuevo y, esta vez, me voy a un titulo misterioso que nos arranque del territorio de las leyendas sin dejar de alimentar la imaginacion.
Propongo, pues: La Casa de los Espejos.
Mucha suerte y trabajo!!!
El corazón tiene razones que la razón no entiende

24/08/2007, 7:53




Escritorcillo.- La Casa de los Espejos. Viuda de Fieltro e Hijos, Sociedad Limitada.

Los había de todas clases, clásicos, de marco nacarado o de carey, barrocos, con el marco voluptuoso lleno de volutas doradas, árabes, góticos, circulares, incluso con formas trapezoidales. La Casa de los Espejos, Viuda de Fieltro e Hijos, S. L.. Los vendía de todas clases, era su especialidad, la pulida superficie de aquellos vidrios niquelados. De todos los precios, también, el más caro se lo llevó un jeque persa que pasó por la tienda, eligió un espejo gigantesco, de marco de carey, caparazón de concha de tortuga de verdad, no sucedáneo, se necesitaron cincuenta tortugas marinas, un espanto, y luego lo labraron cinco artesanos dementes, hasta alcanzar la perfección. Un baño de plata de un centímetro en el reverso, carísimo, carísimo, propio sólo de eso, de magnates del petróleo. Perfecto, la perfección bailaba en él un ballet de Stravinski, diapasones fulguraban centuplicando la figura. Para reflejar a un tipejo impresentable, un asno cargado de reliquias, un gordo barbudo de inmensas posaderas, con el puro en los labios y la ropa de Ayatolá, gorrino sin clase, figura oronda y contrahecha que hacía sufrir a aquella belleza de espejo. Ya dice el proverbio árabe que al perro con dinero se le llama Señor perro. De noche, cuando no reflejaba a su espantoso dueño, en el palacio de Teherán, el espejo lloraba. Reflejaba jarrones repletos de lirios y lloraba, en la habitación verde, porque tenía que reflejar todos los días a un ser depravado. Las gotas de vapor condensaban de noche en su luna y parecía que el espejo gritaba su triste desesperación, su estridente soledad y martirio. En el gran terremoto se quebró en diez partes, y el sátrapa mandó hacer con el carey puños de bastones. Luego estaba el más barato, un espejo de bicicleta. El niño que lo poseyó lo llevó por toda la ciudad, emparejado con el timbre de la bici, deslumbraba al mediodía furioso de centellas, de limpias centellas brillantes, diamantinas, y puras, como voces de sirenas marinas. La hermanita del niño lo destornillaba y lo usaba desde la azotea para alumbrar la pared sombría de la casa vecina. Reflejaba un trozo de sol como si unas mágicas tijeras cortaran la luz de cuajo y lo depositaran en aquel círculo brillante. Era amigo del timbre de la bicicleta, como ya he dicho, el uno deslumbraba los ojos, el otro deslumbraba los oídos, como un millón de grillos azulinos cantando a la vez, un millón de lilas al pasar el crío por la calle. También los hubo asesinos, espejos que se rompieron e hirieron a sus dueños, tiñendo de granate la escena, como uñas de panteras, brillantes y negras como la noche, perfumadas de jazmines y espesas como la brea, sudorosas y salvajes, estilizadas. Fueron espejos que hicieron cortes en las manos, que procuraron heridas carmesíes, dolorosas y sublimes, que se rompieron en mil partes, en un millón de partes antes de convertirse en arena. Y los hubo que salieron defectuosos, y reflejaban mal las figuras, deformándolas, y generando seres abyectos, deformes, jorobados, panzudos, de guiñol, y terminaron sus vidas en las ferias de pueblo, en el carromato de Madam Carlota, la Casa de los espejos, entren y rían. No es mucho suponer que hubo espejos de Iglesia, diminutos trozos de espejos que adornaron sagrarios barrocos y dorados, y en los que el canto gregoriano se elevó hacia el cielo como paloma de nácar, o que contemplaron el sonido de los majestuosos Órganos, nieve purísima y limones agrios, ascendiendo a los cielos al mediodía. Incluso hubo uno que reflejó, en un burdel rojísimo, la cópula loca y extravagante, el pecado, la borrachera, la orgía, la bacanal, la sodomía, incluso. Los ángeles.
......................................................................................Francisco Antonio Ruiz Caballero.

24/08/2007, 13:39




ALIAS-ABC.- La Casa de los Espejos

Elevó la mano pintada de blanco y agarró una cuerda gruesa de aire, dejando un hueco en el interior de su puño cerrado. Exclamó un silencio con una rotunda boca abierta y empezó a tirar de aquella línea gruesa hacia abajo, superponiendo la otra mano a la primera para asir de nuevo el aire y tirar hacia abajo. Una y otra vez repetía la operación, yuxtaponiendo sus manos otra vez y de nuevo, fácilmente al principio hasta que sus músculos se empezaron a tensar en su esfuerzo de hacer bajar el plomizo cielo que amenazaba atardeciendo. Sus ojos, irregularmente coloreados en rojo de forma circular en el perfil de los mismos, hasta las cejas y bajo las bolsas de sueño, miraron hacía su pequeño pero selecto público: No menos de 15 niños de caritas anhelantes, asistían bajo la risueña, vigilante, expectante y, secretamente, soñadora mirada de sus padres, al espectáculo que Pipo, el Mimo del Retiro, ofrecía. Sus músculos en tensión, en su lacónica figura, combado con los dientes apretados y el ceño en su cara blanca fruncido. Un jadeo ahogado. Pipo resopló en silencio. La mano izquierda subió a su frente para limpiarse el inexistente sudor de su frente. Error. La cuerda incorpórea tiró de la mano que aún la asía como una garra y elevó tras de sí a Pipo que, sorprendido, hizo aspavientos, poniéndose de puntillas mientras la cuerda se escapaba, quemaba, Pipo soplaba sus manos alternativamente, mientras trataba de coger la cuerda y los niños decían “¡oh!”, se llevaban sus pequeñas palmas a su boquiabierta boca y otros señalaban a Pipo y se giraban a medias para no perder ninguna de sus contorsiones“¡Mama!”. Pero Pipo cogió una vez más la cuerda. Los dientes bien prietos, mientras emitía un insonoro jadeo. Se relajaron los hombros. La comisura de sus labios bajó, mientras elevaba la parte central de sus labios, un poco, mirando con ojos bien abiertos a su público y la punta superior de las cejas entornadas hacia el centro de una arrugada frente. Empezaron a caer gotas de lluvia y los congregados padres abjuraron, mascullaron y se movían inquietos sobre el sitio mientras miraban con insistencia a sus hijos y a Pipo.
Pipo no iba a cejar. Pipo veía a los niños aún anhelantes, algunos medio en pie mirando ahora a Pipo, ora a su madre, ora al cielo, pero siempre volviendo a las manos que asían la cuerda.
Así que Pipo tiró, Pipo “Fernando Jiménez Castells”, contable de día y Mimo al atardecer los fines de semana, miró al Cielo, juró silenciosamente en arameo, lengua que desconocía pero hablaba muy bien, se mordió ligeramente el labio inferior y tiró y tiró, con una pierna apoyada en un banco mientras echaba el cuerpo hacia atrás. Más cerca, más cerca, ya bajaba la noche oculta tras las nubes. Tiró con los dos pies sobre el banco y el culo pegado al suelo mientras se difuminaba Pipo y aparecía la cara de Fernando Jiménez Castells “Pipo”, mimo de fin de semana y Contable todos los días, que con esfuerzo propio de un Titán, temblorosos sus brazos y botando en el suelo, impelido hacia arriba, en ocasiones, por la fuerza que oponía el cielo nebular, aún consiguió desafiar al Apolíneo día trayendo la noche, mientras la lluvia arreciaba y los niños, amparados en los brazos de su padre desaparecían corriendo, atisbando de reojo la lucha de Fernando-Pipo. Al tocar el sol los márgenes del horizonte arbolado, los pequeños y fugitivos rayos de luz que pudieron aún rebasar milagrosamente el gris de los edificios, vieron abandonar el lugar a Fernando, una delgada línea de negro sobre carne, contra el crepúsculo irregular, que pensaba cuantos de aquellos niños llevarían la actuación de hoy a la tierra de sueños, donde cada uno reflejaría a su manera en el espejo fantasioso de sus sueños la interpretación de Pipo.
Sonrió.

24/08/2007, 21:13




gemmayla Re: A Don Francisco Umbral...con admiración, cariño y respeto

En aquella casa las ventanas y puertas habían sido sustituídas por espejos, a mediados de siglo, por un capricho, un antojo pueril de aquel niño de cuarenta y seis años que de vez en cuando sufría pataletas dialécticas porque aspiraba a ser un novelista de última fila, pero un sobresaliente columnista. Escribir las peores novelas y los mejores artículos de prensa de todos los tiempos cual un Mariano José de Larra romántico, empecinado y elegante, era un propósito noble entonces. Lo es ahora y lo será siempre.
Para valorar la calidad de los espejos de su casa, se compraba bufandas de cachemira en las mejores tiendas de Madrid, gafas de pasta gruesa en las peores ópticas del barrio y ensayaba durante horas con impostada voz grave y profunda, ante el espejo que proyectaba en acero bruñido la imagen más alargada y estirada de su estampa dotada de gracia, nobleza, porte regio, altivez plebeya...los esperpentos de Valle Inclán con la esperanza de ver a Pío Baroja sentado en el salón de su casa a la hora del té, del café, la tertulia, el vino tinto y las rosquillas tontas que están tan ricas como las listas, sólo que un poco más insípidas, sólo que un poco más bastardas. "Las rosquillas son como la crónica del lenguaje alucinado. Hay que ser más loco que El Quijote y más cuerdo que Cervantes para narrar en clave de crónica lo que ya no debe decirse en clave de novela. La novela tiene sus días contados. Lo he visto en mis espejos. Esos espejos que mi esposa María España mantiene más relucientes que el oro de las Américas. Los novelistas son una raza a extinguir. Lo sé desde hace tiempo. Pregúntale a mis espejos...Espejito, espejito mágico, ¿quién fue más grande, Larra o yo?..."
"El ciberespacio será el único espacio posible. Asistiremos a la quema en la hoguera de bibliotecas y libros. Lo que se ha dicho en trescientas páginas, puede resumirse en treinta líneas. Lo bueno si es breve, dos veces bueno. Los espejos me hablan y me habitan. O tal vez debiera decir que habito en los espejos del narcisismo de mi excesiva complacencia y el deleite de las vanguardias. Soy varguandista como todos los genios, los grandes de este miserable país que no aprecia el valor de una fina bufanda. Este país que se cripa y se enerva con un simple vino de tetrabrik.¡Patético! Debiera tatuar en alguna parte de la geografía de mi cuerpo que España es un país patético y miserable para que no se me olvide. ¡Y es que en mi casa no hay ventanas ni puertas que me permitan ver lo que se cuece ahí fuera. Sólo me permiten ver la ficción de esta pobre realidad los espejos que deslumbran el eco de mi ego. Y hace tiempo que ya no puedo salir como antes a fiestas y jolgorios...Los espejos...También están la televisión, la radio, la prensa escrita e internet para salir de casa sin moverse del camastro que vaticina la muerte...Si he de morir, que me incineren con mis espejos para poder contemplar la realidad a través de mis espejos allá en la eternidad de las pasiones inútiles. Nada más inútil que morir. La utilidad del espejo sólo un genio como yo puede apreciarla."

28/08/2007, 12:00



BLANKA-L.- Espejismo

El cabo Jean Farroux, medio muerto de sed y de insolación, entró en la fresca casa en ruinas y suspiró de alivio. Soltó la mochila y el fusil de chispa. Se oía agua cayendo en algún sitio y Farroux se relamió el polvo de los labios y pasó más adentro.

Un ala de la casa se había derrumbado y lo demás estaba lleno de cascotes de yeso. Los techos y las paredes habían sido de estuco pintado, los suelos de mosaico. Una casa rica abandonada en tiempos de... ¿de su abuela? Le tiró unas piedras a las ratas y siguió adelante por el sitio que encontró más despejado.

El jardín era una masa de zarzas, el pozo estaba seco, las columnas caídas. Había una estatuilla que le apuntaba con su roído dedo de mármol; estaba sin cabeza pero seguro que, de tenerla, se estaría riendo de él.

Llegó a una puerta que sorprendentemente se abrió sólo con tocarla, tan suave como si estuviera en uso. Allí había una sala profunda que, hasta donde llegaba la claridad de la puerta, estaba conservada. Tenía repisas de piedra, un frontal de azulejos... Una cocina vacía.

Entró. Allí el agua se oía muy cerca, un chorro que salpicaba en su pileta. Se sentía el frescor.

—¡Agua! —gritó muy contento. Y el eco le contestó lo mismo.

Pero una voz de mujer dijo muy bajito:

—¡No me toques!

Se volvió en redondo.

Colgado en la pared de la cocina se veía el espejo más grande y más ricamente adornado y dorado que hubiese podido estar nunca en el mejor de los salones, y en él se abría una escena llena de luz: Una chica muy guapa colocaba fruta en una mesa donde reposaba un banquete estupendo, bandejas humeantes como si las fueran a servir ya mismo.

La chica se llevó el dedo a los labios.

—Chssssst. ¡No me toques! —susurró.

Jean Farroux se quedó pasmado. El espejo parecía reflejar la misma cocina en la que se encontraba, pero viva, como cien años antes, como si la casa estuviera habitada. Las ventanas estaban abiertas, la mesa tenía mantel, los estantes platos de colores y las alacenas sus tarros y botellas de cristal. Todo limpio y alegre.

Se veía una pila honda donde caía un chorro de agua continuo por un caño de metal. Jean Farroux miró a su espalda... y descubrió la misma pila pero seca y llena de telarañas. Escuchó, se dio cuenta de que sólo era dentro del espejo donde sonaba el agua.

Todo lo que en la casa era soledad y ruina, en el espejo era vida. La chica sólo estaba en el espejo.

—¡Ay! —suspiró ella. Era una rubia como un melocotón. Cogió una bandeja, y se dirigió a una puerta al fondo haciendo señas a Jean para que la siguiera.

El joven localizó la misma puerta de roble, que existía de verdad a su espalda, al otro lado de la cocina, aunque en la realidad, fuera del espejo, era un madero roñoso y agrietado. Salieron a un pasillo que sólo recibía la luz que brotaba de otro espejo dorado. En él, la chica le sonreía con su bandeja:

—¡Ven!

Y lo condujo a un comedor vacío, que en su correspondiente espejo luminoso se veía fresco y con la mesa puesta.

Enseguida vio entrar una familia, padres, viejos y niños, que comieron y bebieron en el espejo sin que el soldado pudiera disfrutar de una miga ni de una sola gota de nada. Parecía que ni siquiera le veían. Él estaba en la oscuridad, ellos en la luz del espejo. ¿Qué era aquello? Se encontraba muy mal, tenía fiebre. La maligna criadita recogía los platos y le sonreía. Ella sí le veía. ¿Por qué le había llevado allí, si no le iba a dar nada?

—¡Oh! —la chica hizo un mohín decidido, cogió una copa, virtió agua, se la llevó a los labios y se la bebió.

—¡Ah! —y chasqueó la lengua con delicia. Le caía una gotita por la linda barbilla.

Jean Farroux, temblando de fiebre, extendió la mano.

—¡No me toques! —le advirtió ella frunciendo el ceño.

Jean no la oyó.

—¡NO! —gritó horrorizada cuando él puso los dedos en el espejo, encima de su boca húmeda.

Y algo espantoso ocurrió. El espejo se rajó de parte a parte, la chica se esfumó, se oyó un trueno, la luz desapareció, los cimientos de la casa temblaron de espanto... y empezó a caer la lluvia, una tormenta tremenda, un agua limpia que él se pudo beber por fin.

28/08/2007, 22:40



ANDRESNIPORESAS.- El corredor de los espejos

Eran dos casas comunicadas por un corredor tan oscuro, que cuando un pajarraco se colocaba encima de la vieja claraboya la sombra se multiplicaba en los trozos de espejo roto y los graznidos vibraban en el eco. El pasaje "a la otra casa" se hacía siniestro. En la casa vieja se almacenaban los trastos y los productos del campo.
La madre siempre enviaba a algún hijo a buscar unas cuantas patatas, o unos ajos "a la otra casa". Normalmente siempre recaían las órdenes en el mayor, pues sus siete años inspiraban confianza en la madre. Pero lo que no sabía ella es que el miedo, más aún, el terror a cruzar el corredor atenazaba las piernas de Carlos.
Entonces comenzaba la negociación y Carlos ponía todo su saber en convencer a Rosiña para que lo acompañara. "Te daré un caramelo". "Uno, no; dos", le contestaba su hermana. "De acuerdo: dos". Carlos se situaba detrás de Rosiña e iluminaba con un candil el tétrico pasadizo. Con el pie empujaba las puertas y soportaba con dificultad los chirridos de los goznes, oxidados y antiguos.
Algo sucedió al abrir una puerta; un golpe de aire inesperado o un soplo del más allá, y el candil se apagó y Carlos dio media vuelta y huyó corriendo dejando a la pobre Rosiña al albur del destino. Todo fueron ruidos extraños. La imagen de Carlos se multiplicó por mil en los espejos paralelos del corredor y una mano se poso en el cuello del pequeño.
-¿Dónde está tu hermana? -dijo una voz ronca a su espalda.
Carlos tardó unos trágicos momentos en darse cuenta de que aquella voz no era la de un fantasma sino la de su padre. Una cerilla devolvió la claridad al pasadizo y Carlos no pudo soportar la visión de su cara, la de su padre y la de su hermana Rosiña deformadas en aquellos espejos.
Han pasado muchos años. La tía Rosa y su hermano mayor todavía viven en la vieja casa, y la anciana siempre cuenta que el tío Carlos desde aquel día no ha vuelto hablar. En la "otra casa" un sobrino puso un bar gore.

29/08/2007, 15:54



Karambola.- La Casa de los Espejos

Si trataba de pasar desapercibida, lo he conseguido....¿a qué nadie se ha dado cuenta de que estoy participando en el tintero? Pues eso, que alguien me sopló que había que ponerlo aquí, del modo que fuese, asique ¡¡ ahí queda eso!!
El reto de Alias, o lo que hace un reflejo
El espejo le devolvió la mirada que temía, llena de recelos, reproches, desesperanzas, incredulidad…
Llevaba mucho tiempo sintiéndose dentro de una vorágine de emociones encontradas. Si miraba a su alrededor, veía el rostro de personas que esperaban sus riendas, como el marino espera que la brújula le señale el norte, o la rosa de los vientos el rumbo a seguir, y se sentía cansada. Deseaba confiar en alguien.
Volvía sus ojos una y otra vez, contemplando aquellas pupilas verdes y evocó a la joven que cada domingo tomaba su mochila y serpenteaba por las laderas, vadeando ríos, empapándose de la lluvia que limpiaba su rostro.
Anhelaba sentir la renovadora sensación del agua resbalando por su cara limpiando las ideas que asaltaban su alma, palpar el musgo que formaba cunitas al pie de los árboles como el ciego, que ávido de conocimientos, desliza sus manos por páginas y rostros.
La recia caricia del viento al remontar una cumbre, la visión de las nubes que coronaban los picos la hacían sentir poderosa, inalcanzable, invulnerable. Cerró los ojos.

El reflejo del lago la miraba ávidamente, las mejillas arreboladas por la caminata y el gesto tranquilo, confiado, del que sabe que todos los relojes giran a su favor, que cualquier hambre se puede saciar con algo masticable. Revolvió el agua con sus dedos, distorsionando la cara. Sintió una punzada en su vientre.
Cuando abrió sus párpados de nuevo, el vapor del agua de la bañera había cubierto el espejo de una pátina blanca, y mientras trataba de borrarlo con los dedos, notó una fuerza interior, como un latido de audacia, y supo qué a partir de ese momento nadie ni nada podría vencerla, sólo ella misma, sólo ese reflejo del lago tendría el poder de devolverle la esperanza.

29/08/2007, 22:42




Evaluna


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VOTACIONES TINTERO CCCIX ‘LA CASA DE LOS ESPEJOS’
Abierto el plazo de votaciones de la Edición CCCIX ‘La casa de los espejos’. Ya saben de 1 a 3 puntos al haber menos de diez relatos.

Que ustedes lo voten bien.

Salud.

P.D. Estre, cumplida mi misión del mes de Agosto.. ha sido un placer, más si me hubiera atrevido con los temas propuestos pero no ha sido el caso.

30/08/2007, 0:00
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ALIAS-ABC


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Re: VOTACIONES TINTERO CCCIX ‘LA CASA DE LOS ESPEJOS’
"Espejismo" de BLANKA-L. 3 puntos.
"El corredor de los espejos" de ANDRESNIPORESA. 2 puntos.
"El reto de Alias o lo que hace un reflejo".de KARAMBOLA 1 punto.
Y para los resistentes escritorcillo y gemmayla, gemmayla y escritorcillo un accesit valorado en 90000 leuros, por haber estado escribiendo durante el verano, para que lo gasten fantasiosamente.
Ale, a los otros libros.
Un saludo.

30/08/2007, 10:29
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gemmayla


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Re: Esto de votar cada vez me gusta menos, pero..ándale !!!
ESCRITORCILLO 3
ALIAS ABC 2
BLANKA-L 1
Me pone de muy mala "fostia" esto de votar, señor sí señor !!!
Salud e inspiración para
tod@s !! y Muy bienvenida Karambola !!!

30/08/2007, 11:33
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Escritorcillo


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Re: VOTACIONES TINTERO CCCIX ‘LA CASA DE LOS ESPEJOS’
Mis votos.
Blanka, tres puntos.
Alias Abc, dos puntos.
Andresniporesas, un punto.

30/08/2007, 12:13
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Karambola


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Re: VOTACIONES TINTERO CCCIX ‘LA CASA DE LOS ESPEJOS’
Mis votos son:
Blanca-L: 3 puntos
Alias-ABC: 2 puntos
Gemmayla: 1 punto
Gracias por vuestra acogida. ¡¡Un guiño en forma de reflejo para el tintero !!


30/08/2007, 12:48
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BLANKA-L


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Re: VOTACIONES TINTERO CCCIX ‘LA CASA DE LOS ESPEJOS’
3 - GEMMAYLA
2 - ESCRITORCILLO
1 - KARAMBOLA
Muy bonito el de Alias-Abc, aunque tenía menos espejo que los otros...
Se agradece mucho a EVALUNA el buen trabajo de secretaría. Besos, guapa.

30/08/2007, 19:12
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ANDRESNIPORESAS


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Votos tardíos y viajados.
AliasABC.......................3 votos.
Blanka.............................2 votos.
Karambola......................1 voto
Yo también me uno al elogio de Blanka por los buenos oficios de Evaluna gran austeriana
Una alegría compartir con vosotros los relatos góticos.

30/08/2007, 22:01
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Evaluna


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Re: RESULTADOS VOTACIONES TINTERO CCCIX ‘LA CASA DE LOS ESPEJOS’
Llegadas las 23:00 horas, habiendo votado ya todos los participantes, una vez hecho el recuento y salvo error u omisión… Los resultados de las votaciones de la Edición CCCIX ‘La casa de los espejos’, han sido:

Primer puesto para Blanka_L con 12 puntos

Segundo puesto y medalla de plata para Alias-ABC con 09 puntos

Tercer puesto y medalla de bronce para Escritorcillo con 05 puntos.

Cuarto puesto para Gemmayla. con 4 puntos.

Quinto lugar para Andresniporesas y la recién llegada y bienvenida Karambola con 3 puntos.

Enhorabuena a la ganadora y esperamos tema.


30/08/2007, 22:55