viernes, 27 de abril de 2007

CCXLII.- "Capa y espada" FORMATO TEATRO

Chicos, sois estupendos, especiales y muy valientes. Gracias ¡¡¡¡
Dentro del género humano está la noble especie del "aficionado", ese loco que ama los sellos, las motos, los cantantes, los cromos y, o... tantas y tantas cosas, pero siempre sin esperar nada a cambio, por placer, porque lo necesita y le sale de donde le tiene que salir y por todos los poros de la piel.
El teatrero aficionado tiene una grandeza especial porque, además, se empeña en poner en pie un mundo que no existe y donde los sueños, sueños son. Un mundo mejor... Somos los mayores locos cuando, como decía otro grande del asunto, en nuestros locos intentos renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser. Y tal, y tal.
La afición teatral española adora ver dos escenas clásicas: La del balcón, del diván, la amorosa, "No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla...", "Mujer que aqueste nombre /es el mejor requiebro para el hombre, /¿quién eres?, que sin verte /adoración me debes, y de suerte /por la fe te conquisto, / que me persuado de que otra vez te he visto; / ¿quién eres, mujer bella?" (por cierto, esta segunda escena se representa montones de veces en internet)
Y luego está la cosa del sacar las espadas.
Como soy chica mala, esta semana propongo algo difícil para esta semana. EN FORMATO TEATRAL, una escenita de capa y espada de tema libre. Se pueden echar las llaves por el balcón para que suba el amado, se puede ajustarle las cuentas en endecasílabos a un querido enemigo, se puede jugar con la picaresca y el engaño, se puede conjurar las calaveras de los amigos, o envenenar a alguien... EN AMBIENTE CLÁSICO DE CAPA Y ESPADA.
Suerte y muchas gracias.

BLANKA-L 20/04/0710:57


A ver...
El ganador( al que felicito) debe proponer tema, tiene potestad para ello, pero no la tiene para proponer formato. El formato es el que es, un relato corto. Luego, si alguien volunatriamente quiere escribir su relato en otro formato, pero ateniéndose al tema propuesto, es legítimo, pero no lo es imponer un formato determinado, teatro en este caso.
Espero rectifique y proponga tema semanal. Gracias y un saludo.

Lauroo 22/04/0701:13



Por cierto...
Qué aburrido es leer teatro, salvo en contadísimas excepciones. El teatro está escrito para ser representado en un escenario, no para ser leído.

Lauroo 22/04/0701:17



Tema: LIBRE; formato: TEATRO; ambientación: CAPA Y ESPADA
El problema que he propuesto para esta semana es el que aparece en el título.
Ni ángeles ni potestades, ni aburrimientos, gustos, disgustos particulares ni melindres, perplejidades, ni la dificultad especial, pueden borrar ya lo que está dicho desde el viernes.
Lauroo, ¿te parece que escribamos juntos? Si te resulta difícil, para mí tampoco es fácil. Mi correo es: blanca_L_01 arroba yahoo punto es
Este puede ser el comienzo de una buena amistad.

BLANKA-L 22/04/0723:24



Bueeeeeeno. Está bien.
Si alguno se rinde y de verdad no puede con el género teatral, pues no pasa nada por hacer un relato sobre los tiempos de la capa y la espada, pero es una lástima porque es una oportunidad para variar los esquemas mentales.
Los diálogos son difíciles para nosotros. Estamos más acostumbrados relatar la intimidad de un solo personaje, como mucho, y nos cuesta ponernos en el lugar de varios "otros" y crear más de un mundo interno.
El teatro es un reto bonito que nos enfrenta con dificultades nuevas.
Y, es curioso, los resultados no tienen por qué ser tan malos. Cuando empezaban los Siglos de Oro en España, el teatro, en verso, dominaba la escena de la palabra escrita. Y es porque los resultados, curiosamente, no son tan malos.

BLANKA-L 23/04/0700:29




Hola

Hola Blanca:
Ya me he registrado, ahora quiero cambiar mi Nick.
A ver si sé cómo.
Boscan

nuki60 23/04/0723:22





  • ¡Agua va! (ganador)
DON DIEGO.— Hermano, bienvenido sea el calor que hace, tan sofocante, que nos ha traído bajo a bañarnos en este río ameno, en esta poza del molino del pueblo, como cuando éramos niños. Bendito sea el verano.
»Lejos las ropas, allí en aquellas piedras. Mi capa y mi espada, mis sedas, los estrechos borceguíes… Tu hábito asfixiante, la religiosa cogulla, los guantes… Lejos toda costumbre, lejos nuestros cargos mundanos, nuestro rango, nuestros pesados honores; lejos nuestras obligaciones y lejos, muy lejos de nosotros nuestras diferencias y nuestra discusión interminable sobre aquella pecadora mujer, o mujer pecadora que tenemos que juzgar…
»Hermano, deja todo y disfruta del agua y del sol… ¡Fuera esa discusión! ¡Qué alivio!
»Estamos solos, desnudos y el río se lleva lo que la tierra nos añade para burlarse de nosotros, nuestra pequeña y sucia condición manchada de barro. Y esa agua no volverá nunca, así que estamos limpios, somos dos hombres nuevos, los mismos dos queridos hermanos, lejos uno del otro tanto tiempo por los viajes, los estudios, la vida… Ahora somos hombres, pero nos lavamos el pasado y nos quedamos otra vez iguales en condición: niños, sencillos y desnudos, con los ojos limpios.
»Bendita sea la naturaleza y bendito seas tú, que siempre me ganas en estas lides de nadar. ¿Por qué te dio mi padre esos brazos tan largos, y mi madre esa nariz tan importante que sobresale del agua en cualquier circunstancia? ¡Reverendísima nariz la vuestra, reverendo hermano! ¡Dones que me negaron a mí, y así nunca puedo ganar!
EL INQUISIDOR.— ¡Regalos son de Dios! Él te da esta poza del molino para que te serenes y puedas ver su belleza, y así aplicarás Su ley, por encima de todas las cosas, tal como te estoy diciendo desde anoche. ¡Qué discusión tan cansada! ¡Qué ceguera! ¿No ves la providencia divina lo mucho que nos quiere y que nos regala? Es para que veamos un poco de lo mucho que nos tiene reservados y no aflojemos ni un punto así de nuestra obligación de juzgar bien según la Ley Divina.
»Y, por cierto, que aunque vos seáis el menor no es más pequeña vuestra excelente barriga, Su Excelencia. La magistratura le ha sentado de vicio a usarcé, señor hermano, y con esa ventaja en el arte de flotar, veo que me ganáis, que me ganáis sin que yo me dé cuenta. ¡Traidor!
DON DIEGO.— ¡Vive Dios que habéis de probar lo que es la ley de la naturaleza! ¡Agua va!
EL INQUISIDOR.— ¡Pequeño villano! ¡Habéis de rendiros a la Ley de Dios en el tormento! ¡Agua que os torna allá!
DON DIEGO.— ¡Hermano, hermano, tente, espera! ¡Que me ahogas! ¿No oyes como un ruido allá en la orilla? ¿Como una risa?
EL INQUISIDOR.— ¡Ahogaros debíais más aprisa! ¿Qué decís? ¿Qué ruido? No oigo yo nada.
DON DIEGO.— ¡Las ropa! ¡La ropa, hermano mío, hermano mayor, hermano desnudo y desprevenido! Que mientras estábamos los dos aquí hablando de leyes y de divinidades y de dones, ha llegado por el camino alguno más listo y más necesitado que nosotros y nos ha guindado lo que teníamos en pertenencia. ¡Nos lo han quitado todo!
EL INQUISIDOR.— ¡Laus Deo! ¡Ide detrás de él, aprisa, aprisa! Recuperadlo o tendremos que esperar a la noche para salirnos de esta agua tan fría ¡¡¡¡
DON DIEGO.— No me empujéis, buen amigo, que no puede la dignidad de mi magistratura salir corriendo in puribus impunemente por todos los contornos detrás de los mozuelos y los pillos del pueblo.
EL INQUISIDOR.— ¡Oh Dios!
DON DIEGO.— Ese, ese ha debido ser, para nuestro pequeño escarnio y un poco de escarmiento.

BLANKA-L2 4/04/0714:50


:):)

R_Filippa 24/04/0717:50


Upa
Habrá que subir la edición ésta, puesto que es la que está en activo... por si acaso cae algún relato, que le acierte y no vaya fuera... Venga, arriba.

BLANKA-L 25/04/0708:59


En fin...
Blanca, cuando dije lo que dije no era por tocar las narices, era por que sabía lo que iba a pasar... Y ahí lo tienes. Nunca había visto, a miércoles, un tintero desértico. Se que lo has hecho con toda tu buena intención, pero... Saludos.

Lauroo25/04/0713:40


No me causa problemas, Lauro
Respuesta a: En fin...
No me crea problemas, Lauro. Al menos a mí no me los crea...
Hay una mayor dificultad en el tema de esta semana, augurios fúnebres y supersticiones aparte. Míralo de una manera racional: El trabajo es escribir siguiendo una consigna, y cuando es difícil, así como cuando el tiempo es espléndido y el cuerpo pide acción, pues la participación baja.
¿Que baja hasta impedir la votación? Puede quedar desierto el podium. Sin problemas. Nunca habíamos tenido un Tintero Desierto, así que esta semana hemos hecho algo de verdad original.
Vamos, Lauro, anímate: no se acaba el mundo porque no hayamos escrito unos dialoguillos de quítame allá esas pajas. Sabemos hacerlo. "La organización", sea ella quien sea, se hará cargo y pondrá tema la próxima semana, por ejemplo, esa es una solución.

BLANKA-L 25/04/0714:51


Varias veces antes la consigna ha sido el género literario
Respuesta a: No me causa problemas, Lauro
Ha habido un par de Tinteros dedicados a los cuentos infantiles, otro a los microrrelatos, creo que uno fue sobre el Oeste...
No sé por qué, Lauro, has pensado que eso era una cosa que no se hacía... Pero me gustaría que te quedase claro que tu intervención no ha boicoteado las ganas de escribir de los tinterianos, sino la dificultad del tema. Lo siento.

BLANKA-L 25/04/0714:55


Pues yo lo colgaré hoy
Lo tengo a medias, pero estoy en ello. Sí que es mas difícil escribir así y probablemente me salga un churro, pero encuentro que es un desafío para nosotros y que hay que hacer las cosas para aprenderlas.
Bueno, que ya somos dos Blanka.
:)

SONETODECUERDA 25/04/0715:13





  • Traición y venganza. Primer acto.

Don Opas: Triste os veo don Julián.
DON JULIAN: A fe que lo estoy… y espero recuperar las tierras perdidas.
Don OPAS: Lo perdido, perdido está… ¿No habéis visto cómo su majestad el rey don Rodrigo se prepara para enfrentarse a las huestes infieles?
DON JULIÁN: Eso es precisamente lo que me tiene sin dormir y el alma transida por la duda. ¿Queréis oír las dudas de un amigo?
Don OPAS: Sea, pues.
Don Julián: He recibido una embajada de parte del rey nuestro señor que me ha ofrecido unirme a sus huestes para impedir la entrada del infiel en tierras visigodas. La proposición no incluía paga alguna por tal servicio. Sólo eso: un servicio al rey. Así que me decidí a enviar una embajada al moro Al-Mansur ofreciendole mi espada y mi colaboración. Esto, don Opas, tenedlo en secreto pues nos va en ello la vida.
Don OPAS: Mis labios están sellados y mi pensamiento os sigue con atención. Proseguid.
. Don Julián: Sois buen amigo, don Opas, por eso os hago mi confidente. Y he urdido un plan que puede beneficiarnos a ambos, pues le he propuesto al rey moro pasar nuestras tropas a su ejército a cambio de conservar las tierras del Oeste que poseemos y de aumentar el número de siervos para cuidar mis tierras.
Don Opas: Es un buen plan. ¿Y qué os respondió Al-Manzur?
Don Julián: No sólo respondió afirmativamente sino que envió un consejero de su confianza para que ambos preparáramos el momento más apto para pasar nuestras tropas al moro.
Don Opas: ¿Una traición al rey? Correremos enorme riesgo si somos descubiertos.
Don Julián: Don Rodrigo tiene mi asentimiento y mi promesa de ayudarle en la batalla. Su mente no es capaz de discernir un amigo de un traidor. En el momento oportuno…
Don Opas:… Cambiaremos el sentido de la lucha y don Rodrigo caerá en manos de los sarracenos.
Don Julián: Así será. Lo tiene merecido por abandonar a sus amigos, es decir, a nosotros.
Don Opas: Yo os seguiré, don Julián. Dadle un abrazo.
Don Julián: Venid conmigo y os mostraré una belleza árabe, una grácil fémina que os hará olvidar las penas de la traición.
Don Opas: Una beldad así no se cultiva en estas tierras cristianas.
Don Julián: Cierto. Es producto oriental. Pues es vuestra. La podéis tomar a vuestro ser-vi-cio y si os descubren podéis decir que la habéis robado al infiel.
(Sigue)


Traición y venganza: Segundo acto.

PASADOS UNOS MESES.
Don Julián: ¿Qué sabéis de don Rodrigo?
Don Opas: Ignoro cuanto a él se refiere. Dicen que lo han visto huir hacia el Oeste a lomos de su caballo. Cuentan que le dieron un salvoconducto para atravesar las tierras sarracenas del Al-Andalus sin que sufra disturbio. Mas no conozco el final.
Don Julián: No importa. Nosotros mantenemos nuestras posesiones, hemos duplicado el número de sirvientes y tenemos fiestas y buen yantar. ¡Qué más podemos desear!
Don Opas: Lo que puede beneficiar una traición, verdad don Julián.
Don Julián: No llaméis traición a un acto de rebeldía contra el tirano.
Don Opas: Vos os habéis quedado con las mejores tierras y a mí me habéis relegado a un rincón inhóspito. ¿Acaso no os serví con lealtad?
Don Julián: Os veo disconforme a infeliz. ¿Acaso no tenéis odaliscas que os contenten?
Don Opas: Juro que vais a pagar todas esas ofensas contra mi persona.
Don Julián: ¿Me vais a retar?
Don Opas: Sí, por cierto, os voy a hacer morder la tierra polvorienta que me habéis entregado.
Don Julián: No será tal. Esta es mi espada y vais a probar el acero.
Don Opas: Agh. Me habéis herido en el cuello con el puñal. Traidor, trai…
Don Julián: Avisad a la servidumbre de que ha habido un accidente. Tratad el cadáver como si fuera yo mismo. ¡Escribano! Redactad una carta a Al-Mansur y dadle noticias del triste final de don Opas. Alá tenga piedad de su alma.
FIN.

ANDRESNIPORESAS 25/04/0715:57






  • Muy desbordada por exámenes finales.. "Enredo, carácter, figurón y capay espada en una sola jornada y acto" (bronce compartido)
Aparecen en escena una mujer disfrazada de hombre, cual capitán Alatriste y un hombre disfrazado de mujer, cual Angélica de Alquézar con peluca de rubios tirabuzones.
EL DISFRADO DE ELLA - ¡Uysss! ¡Me equivoqué! Creo que es aquí donde han retado a duelo a mi marido - finge ser esposa de si mismo - Mi marido no ha podido venir. Está encamado con una fiebres terribles y entre delirios me dice que disculpe usted su ausencia, que no ha podido venir y que tal vez le venga mal quedar otro día, porque hoy son fiebres, pero tal vez mañana sean liendres o viruelas.
ELLA DISFRAZADA DE EL - ¡Upssssssss! ¡qué contrariedad! - (Vaya casualidad, mi marido, fingiendo dolores de vientre insoportables, me manda a mi con este recado de muerte y ahora esta pelandusca me dice que su marido.... )- Mi querida dama, no me perdonaría batirme en duelo con vos, en inferioridad de condiciones por vuestra noble condición femenina, bella y delicada criatura de Eva, pero podríais llevarle recado a vuestro noble y digno esposo de que si aplazamos mucho este duelo nos asaltarán los meses de infierno de este Madrid despiadado y la canícula decidirá en justicia y equidad acabar con los dos de lipotimias, desmayos y golpes de calor.
EL DISFRAZADO DE ELLA - ¡Cierto, digno y noble caballero, que con estas escotadas vestiduras de dama, los infiernos madrileños los soportamos de mejor talante que vuesas mercedes con tales atuendos embozados hasta la coronilla. Trasmitiré a mi señor esposo que cure presto los dolores de vientre, las ventosidades onerosas y los jactanciosos eructos que le amargan su existencia y la mía, y afronte con gallardía varonil lo que su pobre esposa no puede resolver con este fermoso escote.
ELLA DISFRAZADA DE EL.- Su fermoso escote fermoso es ciertamente, pero resolveríamos en otro escenario nuestras diferencias, si usted no tuviese un marido postrado en su lecho a punto de sufrir una peritonitis y yo no tuviese una esposa aguardando impaciente mi regreso para cumplir con mis deberes maritales que son muchos, pero se resumen en uno.

EL DISFRAZADO DE ELLA - ¿Un solo deber sólo? ¡Vuestra hombría no tiene precio! Mi marido cumple con todos, salvo ése que a vos os honra. ELLA DISFRAZADA DE EL -¡ Si pensamos y tenemos en mente el mismo deber, entonces, no se hable más, deber y devoción caminan juntas! Su marido elige mal sus deberes. Ignorando devociones muchos malgastan sus vidas entre desidias y desdenes. Sois dama tan bella y fermosa que casi tengo a vuestro marido por mentecato por no cumplir con tan alto deber, que es devoción. Debéis saber, mi querida y preciosa mujer, que si los escotes ganasen duelos y dirimieran batallas, el vuestro habría vencido éste y avivaría la lucha en el frente. EL DISFRAZADO DE ELLA - ¿Qué frente? ELLA DISFRAZADA DE EL - ¡El de Lepanto que dejó al zurdo manco! EL DISFRAZADO DE ELLA - ¿Podrá aguardar vuestra esposa si demorais el regreso? ELLA DISFRAZADA DE EL - Acostumbrada la tengo a hilar en la rueca horas, días, meses, años y a esperar mi regreso para reparar la vara y el rocadero rotos de tanta labor fútil. EL DISFRAZADO DE ELLA - ¡Entonces seguidme, leal y fiel caballero, que conozco un lugar donde cobijar nuestras devociones mientras aguardan impacientes los deberes nuestros y de otros. ELLA DISFRAZADA DE EL - Os sigo cual perro fiel. Creo que nos aguardan sorpresas. EL DISFRAZADO DE ELLA - La mía supera en tamaño, importancia, dote e intensidad lo común y regular. ELLA DISFRAZADO DE EL - ¡Hala, suspendamos el duelo y no demoremos por más tiempo la intriga de desvelar qué esconde este armario! Salen ambos cogidos del brazo.
FIN

gemmayla 25/04/0718:13





  • EL CANTO DEL ABURRIDO O POR LA GLORIA DE SU MADRE QUE, SALVO EN ESTO, SIEMPRE FUE UNA SANTA. (plata)
Lugar: Aquí.
Época: Ahora.
Expectación.
Carraspeos.
Arriba el telón.
MARTINI:
Salud y forza al canut, sita Blanka
BLANKA:
Saludos, esto va de capa y duelo
¿Qúe formas son esas muchachuelo?
MARTINI:
Perdón, pareció que iba de petanca.
BLANKA:
Pues no...
MARTINI:
...¡Jo!...
BLANKA:
...Saluda, entra y atranca.
MARTINI:
¿Y qué hago?...
BLANKA:
...Lo que sea sin revuelo.
MARTINI:
Revuelo decís ¡Pero si sois dos
y uno es un feo monago!...
BLANKA:
...Tres con vos.
MARTINI:
¿De donde aparece aqueste espantajo,
Lauroo, que con aburrido cuajo
dispensa y aventa órdenes idiotas
con esa estulticia de dos pelotas,
de qué tristón y profundo agujero?
¿Con qué son viene este caballero
que clavado de patas se arremanga
para decir que el teatro es fritanga?
Blanka, ¿puédole volar el sombrero?
BLANKA:
¿Yo, lo que pienso?...
MARTINI:
...Sí...
BLANKA:
...¡Invítale a mero!
MARTINI:
¿A mero decís?...
BLANKA:
...Digo...
MARTINI:
...¡Voto a bríos,
antes la sangre correrá por ríos!
BLANKA:
Martín, esto es de espada y no de tranca.
MARTINI:
Esto es de lo que a mí me salga, Blanka,
y a este tipo tan lelo y aburrido,
de tan espantoso y agraz ladrido,
juro que he de verlo con la mollera
desparramada en toda la escalera.
BLANKA:
Bueno, no lo pongas todo perdido.
LAUROO:
¡Oh cielos! ¿Qué es aburrido?
DIOS: (Voz en off)
¿Qué es aburrido? -dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul-.
¿Qué es aburido? ¿Y tú me lo preguntas?
Aburrido... eres tú.
LAUROO:
Yo no soy aburrido, sólo digo
que leer el teatro es puro higo
y que a mí me gusta comer centollas.
MARTINI:
Tú lo que eres es un...
PLATEA:
...¡¡UN GILIPOLLAS!!
BLANKA:
Y un carahigo.
MARTINI:
Un bravo y un hurra por la platea
eso lo han oído hasta en la azotea.
BLANKA:
Ya te digo.
MARTINI:
¿Y qué cosa no os aburre, buen Lauro,
especie de soso cornicentauro,
por un quizá leísteis ya algún un libro?
LAUROO:
Sí...
MARTINI:
...¿Cuál fue?...
LAUROO:
...Uno rico, fino, ameno
y muy instruyente...
MARTINI:
...Decídme eso bueno,
que estoy impaciente.
LAUROO:
De muy buen escribiente...
MARTINI:
Bueno... bueno...
LAUROO:
De alguien que, como fue, cuenta la historia
de unos albinos malosos y feos,
de un código y de muchos secreteos
y de truculencias y conspiratorias.
MARTINI:
¡No me digas más, pedazo bufón,
tú estás hablando de Dan el Marrón!
¡Acabáramos!...
BLANKA:
...Era que el teatro,
pues, no le pone y Lauroo prefiere
-aunque las sangres en las venas hiele-
los culebrones de La Seña Patro.
MARTINI: (En el proscenio cara al público)
De buen decasílabo es la ocasión,
este tío, platea...
PLATEA:
...¡¡¡ES UN MELÓN!!
MARTINI: (Definitivamente ya instalado en el proscenio)
Señoras y señores, con ustedes,
para deshueve de vuesas mercedes,
y para que se ría hasta la suegra,
¡¡EL AUTÉNTICO BUFÓN PATA NEGRA!!
El buen Lauro, patoso como un jueves,
rey de los tontos y que a ellos se integra.
(Martini se descubre en el proscenio -reverencia y exagerada genuflexión- y se pira por los fondos entre carcajadas, lo que se dice haciendo mutis y muecas).
Ovación.
Saludos.
Abajo el telón.

MARTINIDRY 25/04/0717:10






  • El chico intelecto de Martiny...
(Megáfono en mano, Blanca sube al estrado, con una túnica azul pavo).
Blanca: Muchas gracias, tianterianos ,
estoy muy agradecida
por vuestro voto sincero
y a continuación propongo
un tema para el tintero.
Más que tema es un formato:
Teatro, como lo oís,
que me ha dado un arrebato
cuando estaba haciendo pis.
( Lauroo, desde su butaca, elegante y tranquilo)
Lauroo:
Discúlpeme, Doña Blanca
Una pequeña cuestión
A usted sólo corresponde
Poner el tema en cuestión
El tintero es un concurso
De relatos y en rigor
El género literario
Es el cuento, por favor
Blanca: Respetando su alegato,
Le tengo que replicar
Que tras meditar un rato
No voy a rectificar
Mantengo mi apuesta firme
Le invito a participar
Y una cosa antes de irme
¿ Escribimos a la par?
En esto aparece un arlequín, contrahecho, jorobado, feo como pegar a un padre el día de nochebuena. De su cuello pende un cencerro oxidado que rezuma odio, podredumbre y complejo de inferioridad a partes iguales. En el torso desnudo, giboso del revés, lleva tatuado a fuego Martín.dry, ejerciendo su mastítico pezón derecho como punto para la i.
Con la boca llena de baba intenta balbucear unas palabras
Martiny.dry: egggg pseeee oooooo…eggggggg aaaaaaaaaaa .
El arlequín que reponde al nombre de Martiny, analfabeto, deficiente intelectual y muy violento, se pone nervioso ante la imposibilidad de hilvanar dos palabras con sentido. Tras un esfuerzo sobre humano consigue coordinar sus movimientos, saca un dardo envenenado de su bolsillo e intenta lanzárselo al caballeroso y elegante Lauroo, que le observaba perplejo.
Martiny(babeante): hiiliiposhhassss (al tiempo que intenta arrojar el dardo)
El jorobado, que tenía las manos pegajosas debido a los restos de baba reseca, no consigue que el dardo se separe de su mano , clavándose éste con estrépito en el muñón de su pierna derecha, al tiempo que de su recto expulsa un truño espeso y maloliente que cae de lleno en un bello tintero que se encontraba sobre el piso, llenándolo de excrementos y hedor.
Lauroo, elegante, socorre al deficiente, llevándole en volandas hasta un camastro cercano. Después se dirige a Blanca, en voz alta:
Lauroo: Usted gana, doña Blanca,
he aquí mi contribución,
pero el tintero se estanca
y no es una solución
cambiar las reglas del juego...
...en plena revolución.
Blanca: El resultado, a la vista.
Buen Lauroo, mi corazón.
Y por tanto rectifico:
¡ Usted tenía razón!

Lauroo 25/04/0719:38






  • Por Un Tintero (bronce compartido)
El fondo del escenario es una reproducción de un mesón del siglo XVII, hay largas mesas de madera envejecida con bancos a los lados. En primer término a la izquierda aparecen dos personajes: el primero es maese Pedro, un hombre gordo y un poco calvo que lleva un gran mandil blanco y permanece de pie con unas vendas en la mano, el segundo es don Blas, se haya sentado en uno de los bancos y va vestido a usanza de aquella época con medias y calzón corto rayado, espada al cinto, sombrero negro de ala ancha y amplia capa oscura colgando de sus hombros. Este último parece que ha tenido un altercado pues su ropa está llena de polvo, el sombrero se haya sobre la mesa un tanto aplastado y de la cabeza le cae un chorrillo de sangre.
Acto Primero
Segunda escena.
MAESE PEDRO: - ¡Ay, mi señor don Blas! ¿Cómo se os ocurrió a vuesa merced luchar con don Martín? ¿Acaso no sabéis que tiene fama de gran espadachín? Fijaos en vuestro descalabro… ¡aún tenéis suerte de poder contarlo!
DON BLAS: - ¡Voto a bríos! ¿A qué vienen tantos desvaríos? Ni su fama es para tanto, ni yo con la espada soy manco. Una mala jugada me hizo esta vaina del demonio, atascó la maldita espada y no hubo manera de sacarla. Ponedme las vendas pues, maese agorero, que una vez curado he de buscar a ese don Martín y hacerle comer su sombrero. ¡Gran espadachín! ¡Ja!
MAESE PEDRO: - Paréceme mi señor don Blas que idea no tenéis de con quien os las veis. Tres mozos enterró don Martín el año pasado, los tres fueron, como vos, incautos y osados. No queráis para vos semejante destino, dejad pues de buscar tamaño desatino.
DON BLAS: - ¡Voto al diablo, posadero! ¡Dejad de meterme miedo! Que tengo yo redaños para luchar contra ese don Martín y con otros tantos malandrines de mal paño. ¡Y viviendo muchos años! ¡No seáis cicatero!
MAESE PEDRO: - No lo seré si vos no queréis. Aquí tenéis, la cabeza ya vendada y vuestro brazo izquierdo en cabestro, suerte tenéis aún si sois diestro… Ahora os serviré un caldo que ha hecho mi hija, es capaz de revivir hasta a los muertos…
DON BLAS: - Idos a por ello, maese burlón y traedlo presto, que no deseo oír por más tiempo vuestro discurso tan funesto.
(Sale maese Pedro y entra un caballero cubierto el rostro con la capa y el sombrero)
DON BLAS: - ¿Quién vive? ¿Quién ha? ¿Por qué os cubrís el rostro? ¿Quién os persigue?
DESCONOCIDO: - Permitidme que no desvele mi faz, nadie me persigue, más el afán de ser discreto, me lo exige. En cambio vos que vais descubierto, no tendréis a mal, doy por hecho, darme vuestro santo y vuestra seña…
DON BLAS: - No lo tengo a mal, si vuestra duda os empeña. Don Blas de Pesada y Saborío me nombraron en la pila bautismal.
DESCONOCIDO: - Buen nombre ¡Vive Dios! (ríe aparte) ¿y podéis decirme que atropello habéis sufrido que se os ve sin resuello y tan salido?
DON BLAS: - Atropello fue, buen hombre, pues un rufián, Martín, de mal nombre, aprovechó un descuido para atacarme a traición. No quiso Dios que el bellaco marchase sin una lección y tras una lucha encarnizada lo dejé muy mal herido, si criando malvas no anda ya, al menos habrá quedado bien servido.
DESCONOCIDO: - ¿Y cual fue el motivo para tamaña disputa? Tal vez las faldas de alguna dama lisonjera…
DON BLAS: - ¡Ojalá que así fuera! ¡Vive Dios! Un maldito tintero que cogí para escribir y en viendo lo que hacía, el mal mentado caballero, me lo robó llamándome a la vez pájaro de mal agüero.
DESCONOCIDO: - ¡Mal bribón! ¿pues qué escribíais para que tanto llamara su atención?
DON BLAS: - Cosas de política, ya sabéis. En contra de la chusma y a favor del rey…Díjome que ese tintero era muy especial… ¡Bah! ¡Tonterías! Debía creer en brujerías…
DESCONOCIDO: - ¿En brujerías, decís? No a fe mía, que el caballero don Martín es harto conocido, y es famoso por su buen sentido. No penséis que cría malvas, está sano y con toda su barba.
DON BLAS: - ¡Voto al diablo! Sois su amigo quizás…
DESCONOCIDO: - ¡No mentéis a Satanás! O que él os lleve. Soy don Martín por buen nombre y os salva de luchar ese brazo en cabestro, más no creáis que os salvará de un buen escarmiento.
Destapado ya el caballero, se acerca a coger un cayado que hay arrimado contra la pared, y viéndolo hacer don Blas, se apresura éste a coger carrera para que no lo muela a palos. Solo se queda el mesón y el mesonero que aparece con un tazón de caldo y se encuentra el lugar vacío. La luz se va apagando lentamente solo se distingue ya, la silueta de un tintero dorado…
Fin del primer acto.

SONETODECUERDA 25/04/0721:36




Re:Varias veces antes la consigna ha sido el género literario
Respuesta a: Varias veces antes la consigna ha sido el género literario
Cuentos infantiles o del oeste, podría considerarse un subgénero dentro del relato, al igual que los microrelatos... El proponer el teatro, es cambiar de género literario, igual que si hubieras propuesto poesía...

Lauroo 25/04/0721:58






  • La hija del rey tiene la palabra.
Preliminares. En el escenario un manto negro rodeado de una niebla que lo agrisa todo.
(Voz en off) –“El rey ha muerto atravesado por un arma. Quien la llevare, no portare espadón, ni espada. Ni hacha guerrera, ni puñal ni lanza. Ni azadón rastrero, ni puño de acero, ni guadaña. Que era su único poder, el don de la palabra, más tengan ustedes en su haber que también puede estar bien afilada.”
(Desaparece la niebla y en medio de la escena se adivina ya a la hija del rey y a su fiel doncella. Y escondido tras el lecho adoselado, en un rincón, del recién difunto, su más querido bufón, escucha…
La doncella (grita) - ¡Muerto! ¡Muerto! ¡El rey ha muerto!
La hija del rey (susurra) - ¿Muerto? ¿Será verdad? ¿Habrá muerto mi padre por una necedad?
La doncella – ¿Necio vuestro padre, joven señora? Quizá lo fue en otro tiempo, más no era necio ahora. Parecía cuerdo y sano cuando le he ofrecido mi besamanos, más… ligeramente temblaba, como de emoción, y había en su rostro… quizá un brillo o un toque de cierto rubor.
La hija del rey- ¿Un rubor decís? ¿Es que acaso, ahora, aparte de necio también era mi padre un pobre viejo senil? Notábalo extraño estos días, pero lo achaqué con premura a su enorme alegría que a nadie podía ocultar, por sus amores con Doña Mencía.
La doncella- ¡Ay, Ay!
La hija del rey- ¿Os lamentáis por esa vieja bruja? No seáis tan inocente mi buena Maruja, que se veía que iba a pasar. No en vano tenían más curvas sus andares que vuestros melodramáticos ais. Y con su coqueteo descarado, que dejaba al más frío del todo… encaramado, si me entendéis.
La doncella (roja y alborotada)- ¡Niña, niña, conteneos, que os perdéis!
La hija del rey- Hoy mismo al rey se lo decía: “Doña Mencía es astuta y fría. No os envalentonéis con ella, mi señor, que aunque lo disimula no es tan dulce e inocente como una simple flor. Viéronla el lunes ¿o el martes? Bueno… el otro día. Al parecer sonriente y encantada en una compañía muy grata. ¿Palidecéis padre? Pues sólo añadiré que es mucho más que una arpía y jamás ¡jamás! De mis labios saldrá llamarla madre.
La doncella Maruja- ¡Pero si es vuestra tía!
La hija del rey- ¡Ya lo se, a fe mía! Pero también una mal parida gata, una zorra astuta, ladina… y si, si, también sé que es mi madrina…
La doncella Maruja- Pero decíais del rey…
La hija del rey- decía, decía… que el muy necio, conforme hablaba, más y más palidecía.
La doncella Maruja- ¿entonces…?
La hija del rey- Entonces el muy cretino, se balanceó sin mucho tino. Borracho, pensé sin dudarlo ¡Por las barbas de Aladino! Y así lo dejé. ¡Vivo!
Salta el bufón de su recogidito rincón.
Bufón- Lo has matado! Lo has matado!, ¡A mi la guardia! La princesa se lo ha cargado.
-La Hija del rey- No seas mentecato.
Guardia uno- Pero ¡Que alboroto es este!
Guardia dos- Habla bufón y que la verdad te preste.
Bufón- La princesa ha matado al rey y debe ser juzgada por alta traición.
La hija del rey- ¿Y donde está su herida, mi querido bufón? Pero si a mi pobre padre lo que le ha ocurrido es que se le paró el corazón!
Bufón- ¡Las palabras, las palabras…!
La hija del rey- Guardias, ya veis que delira. ¿Las palabras? Se las lleva el viento, y si no os cuidáis, también os traerá lamento, querido bufón.
La doncella Maruja- Y doña Mencía…
La hija del rey- Pues habrá que decirle que su pensión se ha muerto de una apoplejía. ¡Cuánto lo siento por mi pobre tía!
La doncella Maruja- ¡uf! No tenéis compasión.
La hija del rey- ¿Y quien la querría? ¡Venga!, tengo trabajo y todo lo demás… ¡que se vaya al carajo!
Se van todos mientras la niebla vuelve a ocupar su lugar.
Voz en off- La palabra, ese noble arte. Sutil como arma, y por añadidura, con camuflaje, divinamente creada para ser utilizada. Que la blandan unos por espada y otros por lira loada. Pero aquí termina este breve, de la hija del rey y su verbal estocada.

YUYUWANA 25/04/0722:52




MA... CHÉ COSA PARLA QUESTO PALURDO?... guarda, si te piacce, queste soneto...
Respuesta a: Re:El chico intelecto de Martiny...
Qué dijeres, rejodido pazguato,
que no se te entiende un cacarajote
deja de escribir con el cipote,
el tuyo es el peor de los relatos.
//
Reconoce que erraste, insensato,
cuando con todo aquel estrambote
jugaste a erigirte en juez y en azote
y sólo lograste hacer reir un rato.
//
Tus versos son excremento de gato,
tu planta para deshueve batiente,
tu seso hace brillar al mentecato.
//
Vete al peo, pestiño maloliente,
cagajastrón con andares de pato,
antes que con mi pluma te reviente.
//
;)))))
....
MartiniDry Co. Inc con castizo gracejo y con tino en todo el entrecejo.
Ju.... ju.... ju... juáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!...

MARTINIDRY 25/04/0723:09


La amanuense Blanka...
Respuesta a: Re:Varias veces antes la consigna ha sido el género literario...
puede proponer poesía... o lo que se le plante en la alcancía... o lo que le sugiera su tía... y tú, lauro, no eres más que el tonto de paso, que ante una dificultad evidente y un claro reto a la creatividad, no se te ocurre otra cosa que tirar de reglamento...
Y YO Y TODOS NOSOTROS... NOS CAGAMOS EN TU JODIDO REGLAMENTO!!!...
el funcionario pequeñito, gris y envidioso que, lleno de complejos, se atreve a mirar a los dioses sin quitarse la grasienta gorra...
DESCÚBRETE... ANORMAL... Y HAZ UNA REVERENCIA CUANDO, ANTE TI, NOS VEAS PASAR!!!...
SÉ UN POCO REVERENTE... JODIDO CAGAJÓN!!!... y saluda como saludarías a los infantes de españa o al heredero al trono...
y cuádrate cuando te hablo!!!... que esto no es tu pueblo...
;))))

MARTINIDRY 25/04/0723:30





  • El Villano Contable frente a la Inefable
Nieto:Cuéntelo otra vez abuelo,
vamos cuéntelo por favor,
cuente de nuevo aquel duelo
Lleno de aventura y valor.
Abuelo:Iba ya en brazos de Morfeo
y justo en ese momento,
cuando ves que cabeceo,
¿Vienes a pedirme un cuento?
Nieto:¡Aun no ha caído la tarde!
Hay mucho tiempo para hablar,
ande abuelo no se enfade
y déme algo para soñar.
Abuelo:Muy bien descarado zagal,
te contare una historia,
sobre el bien y el mal,
que guardo en mi memoria.
Una sobre un contable
y una maestra de esgrima
llamada la innombrable.
Ella, honrada asesina,
y él, un matarife torvo,
sobre un gran desfiladero
se batieron en Pancorbo
a la suerte del acero.
Se chocaron las espadas, pero se atascó el combate,
se cruzaron las miradas
en la pausa del empate. Depositada la tensión en la cruceta y el arriaz, hablaron desde el corazón
pero sin ánimo de paz:
La innombrable:Oh, Decidme mi enemigo, hablad, por favor, sin traba: ¿disfrutáis de la palabra? ¿quizás más de las acciones? Y decidme sin remilgos: ¿cuáles son sus aficiones?"
Abuelo: Preguntó la innombrable, y no sin cierta dulzura, al fatigado contable que maldecía su armadura.
Villano Contable: Armada estáis de astucia,
pero mi naturaleza ha notado vuestra argucia: Palabras a la fiereza si la lid se os hace dura. Cuando despistado parezca
penetrareis mi armadura
por sus secretos resquicios,
y caeré desde la altura
al fondo del precipicio.
Abuelo:Y cargó con fuerza enorme
desplazando a la inefable
hasta el peligroso borde
de un abismo insondable
La Innombrable:¡Parad y reflexionemos!
Señor hablemos un rato
pues si no, ambos caeremos,
y no sois tan insensato.
Sabed que si perecemos
no será cosa de recios,
ni de coraje extremo,
será por contra de necios,
ya que no habrá recompensa,
y yo me niego a suscribir
una actitud tan mensa
¿A caso no es mejor vivir
y conservar la certeza
de saberse superiores
a la corrupta vileza
del dinero y sus favores?
Villano Contable: ¡Já! No me importa caer
y mis deseos podréis ver
aunque del fin sean motivo
¡Que mas da ser muerto o vivo!
Alcanzar mis objetivos
es lo único divertido. Al borde de un precipicio
que caía a los infiernos,
Cruzamos nuestros aceros
dando un final a un inicio.
No hubo en la lid otro sino
ni en mi lucha otra anhelo
que el de afrontar mi destino
en el fuego del Averno.
Abuelo: Y sin dejarle terminar,
Esa pérfida asesina
se olvidó del reflexionar
Y, con destreza ladina,
apuñaló su costillar
por una rendija fina,
que en su lírico decantar,
su adversario descubría.
Mas no acabó así el combate
pues cumpliendo con lo dicho
el malherido contable
la arrastró al mortal vacío
en un agónico embate.
Y de este trágico modo
retornaron a la nada,
la nada que en parte somos,
y a la que en hora fijada
regresaremos todos.

Revontulet 25/04/0723:56




Respuesta al ¿soneto? de Martini.dry, ese analfabeto funcional, ese pobre deficiente...
Respuesta a: MA... CHÉ COSA PARLA QUESTO PALURDO?... guarda, si te piacce, queste soneto...
Intentas balbucir este soneto con verso cutre, bufo y deslenguado; tan zafio, tan grotesco y desgraciado como el “orto” que llevas por careto.
Tan incapaz te muestras con el reto, que pocos versos once te han sumado, bacanal estropicio el que has formado: ¡Dedícate a los bolos, so paleto!
Has profanado el templo de Petrarca, en su tumba se cruje Gracilaso, sólo un necio demente es quien se embarca
en semejante empresa, so payaso, con esa pluma espesa, torpe y carca. Y no voy a seguir, que de ti paso…
P.D( Es la última vez que te respondo, no voy a iniciar una guerra dialéctica con alguien de demejante nivel intelectual y semejante gracejo para la rima)

Lauroo 26/04/0701:51


Re:Respuesta al ¿soneto? de Martini.dry, ese analfabeto funcional, ese pobre deficiente...
Respuesta a: Respuesta al ¿soneto? de Martini.dry, ese analfabeto funcional, ese pobre deficiente...
Intentas balbucir este soneto
con verso cutre, bufo y deslenguado;
tan zafio, tan grotesco y desgraciado
como el “orto” que llevas por careto.
####
Tan incapaz te muestras con el reto,
que pocos versos once te han sumado,
bacanal estropicio el que has formado:
¡Dedícate a los bolos, so paleto!
####
Has profanado el templo de Petrarca,
en su tumba se cruje Gracilaso,
sólo un necio demente es quien se embarca
####
en semejante empresa, so payaso,
con esa pluma espesa, torpe y carca.
Y no voy a seguir, que de ti paso…
P.D( Es la última vez que te respondo, no voy a iniciar una guerra dialéctica con alguien de demejante nivel intelectual y semejante gracejo para la rima)

Lauroo 26/04/0701:57


PUES ESO... VETE YA A LA PUTA MIERDA Y NO VUELVAS... SUBNORMAL!!!...
Respuesta a: Re:Respuesta al ¿soneto? de Martini.dry, ese analfabeto funcional, ese pobre deficiente...
Ni a contar aprendiste, so macaco,
sólo a cacarear cual polla clueca;
de mis sílabos todos son endeca
y tú pareces un "hombre de Paco".
//
Pírate ya, mostrenco elefantiaco,
lárgate a comprar tabaco a La Meca,
a que te planten un abeto en Chueca
o a que te la enguilen por el sobaco.
//
Que tu ausencia perenne en este foro
será celebrada como mereces,
gritando todos juntos y en un coro:
//
"el soso de Lauro ha vuelto a sus heces".
Aquí se acaba la historia de un loro
y de su Parnaso de las Memeces.
//
JUÁSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!...

MARTINIDRY 26/04/0710:58


A martini y Lauro
No perdais mas el tiempo
luchando por poneros tanto a caldo,
mejor salid riendo
de esas esforzadas rimas de saldo.
Los que perpetrais en vuestra tangana
son versos de rebajas.
Mejores son los de cualquier gitana
que oferta bragafajas
en el mercadillo de la semana.
Haced un duelo con arma de fuego,
batios al acero,
¿Qué más da? Esto es solo un bello juego.
Aunque tambien espero
que no mancheis el honor del tintero
dirimiendo disputas
como un par de vulgares camioneros,
o marginales putas.
Sabed que solo la sangre hirviente
es la unica que escuece,
solo obviando las palabras hirientes
la razón prevalece.

Revontulet 26/04/0711:42


revontulé... póngasé las orejas de oir... y el cerebro de entender...
Respuesta a: A martini y Lauro
Razón habéis, Revontulé, fijaos
en una cosa ¿quién destapó primo
de los truenos la caja con sus vahos?
¿Quién mancilló con apestoso limo
la virginidad del mismo tintero?
Y si seis hostias a Lauroo arrimo
o le coloco por gorro un puchero,
habré de ganarme vuesa indulgencia
puesto que en esto, yo no fui el primero.
Revontulé no me habléis de paciencia
so pena de que os envíe al carajo
que para ello no es menester la ciencia.
¡¡QUE EL LAURO DE LOS HUEVOS ES UN GRAJO!!

MARTINIDRY 26/04/0712:23


Apetecible, seco y sin aceituna.
Respuesta a: revontulé... póngasé las orejas de oir... y el cerebro de entender...
Razón de mas, si no sois el primero,
pá no seguir el juego
de quien ensucia con limo el tintero.
No es razón, si no ruego
para que evite usted un basurero.
Si cedo, no me pliego
cuando, en el debate con algún memo,
no me pringo entero
lanzando hostias en un estercolero.
Llevo mis bonitas gafas bien puestas,
mas sin entender nada
le digo, buen señor, que olvide ofensas
tan sumamente vanas.
Conozco la pregunta que usted piensa,
una cuestión insana:
"¿Quien es este extraño que me aconseja?
¡Se aparece de la nada
como mosquito zumbando la oreja!"
Espero equivocarme
y si algunos versos le han ofendido
sepa usted perdonarme,
yo solo tenia por cometido
procurar evitarme
textos algo soeces y aburridos,
pues a tales alardes
ya nos tiene don Blas bien sometidos.
¡Yo mismo me maldigo!
Me callaré y seguiré mis razones,
porque lo que yo digo,
es que para rimadas discusiones,
busquemos otro hilo
y no toquemos tanto los (...)

Revontulet 26/04/0716:21



Muy bien.
Al margen de las siempre a punto e inevitables polémicas, me gustaría, aunque no os estoy haciendo ningún favor con ello, agradecer vuestro esfuerzo y vuestras obras; el tema de esta semana era complicado y creo que algunos lo han resuelto muy bien. Como dijo Lorca, el verdadero teatro surge de los poetas. Hay que tener un don especial y una gran sensibilidad para atreverse a escribir teatro.
Mi enhorabuena.

espejodevanidad 26/04/0716:38



No vales ni para construir un simple endecasílabo...
Respuesta a: MA... CHÉ COSA PARLA QUESTO PALURDO?... guarda, si te piacce, queste soneto...
A continuación muestro los versos que no son endecasílabos de tu nauseabundo simulacro de soneto:
"deja de escribir con el cipote" ( 10 sílabas)
"cuando con todo aquel estrambote" ( 10 sílabas)
"jugaste a erigirte en juez y en azote " ( 12 sílabas)
En fin, ni siquiera eres capaz de formar 14 endecasílabos sin errar... Manolete, si no sabes torear ¿ P'a qué te metes?

Lauroo 26/04/0717:00


A Revountulet
Respuesta a: Apetecible, seco y sin aceituna.
Si me quiere escuchar, yo se lo explico
Señor Revountulet, yo me dirijo
a usted respetuoso, pero exijo
no escriba usted sus versos con el pico.
####
Por eso con respeto le replico
repase el hilo y vea lo que dijo
servidor y después el "sabandijo"
bufón, vermú de saldo al que critico
####
No comencé yo nada, al contrario
tan sólo colgué un post a Doña Blanca
dejando inofensivo comentario.
####
Respondió de las letras el corsario
echando por la boca espuma blanca
ganando, de por vida, un adversario.
####
Permítame usía el estrambote
para dar mi opinión sinceramente
sus versos no me llegan al cipo...

Lauroo 26/04/0717:28


VIVA LA PEPA!!!...
Respuesta a: No vales ni para construir un simple endecasílabo...
...ya tuvo que hablar el gran bocazas... el gran lauroo el dueño de toda la ignorancia...
te estaba esperando con esto... pedazo de subnormal... sabía que te ibas a poner a contar... pero como buen idiota, ignoras la técnica de la versificación... y cuentas mal...
vamos a ver... cateto... yo a ti si te hablo de hiatos, diéresis, sinéresis y sinalefas... tú me vas a decir que estoy hablando de enfermedades venéreas o de espermas... a que sí?...
XDDD
pues no... lamentablemente para ti no es así...
veamos:
en el primer verso que citas, vete a la tercera (de-es) y rompe la sinalefa... y ya tienes once... y hasta con acento en la sexta!!!... como mandan los cánones...
en el segundo... haz lo mismo en la quinta (do-a)... y no toques la diéresis de la primera...
y en el tercero hay once manteniendo intactas las sinalefas (3, 6 y 8)... que no las abro porque no me sale de los cimarrones... ni tampoco toco la diéresis de la séptima...
pd\esta clase magistral es por la cara... para que luego te quejes, taponcillo... ;)))

MARTINIDRY 26/04/0722:45


;DDDDD
Respuesta a: A Revountulet...
esto es pá despollarse vivo... cucha lo que dice el lauro... ese patán y brontosauro...
...
"Respondió de las letras el corsario
echando por la boca espuma blanca
ganando, de por vida, un adversario."
...
JUÁAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSS!!!...
GANANDO DE POR VIDA UN ADVERSARIO!!!...
...que dice todo rabioso el lauro... y echando espumarajos de ectoplama por las grotescas fauces...
JU... JU... JUÁAAAAAAAAASSSSSSSSS!!!...
pd\mira, merluzo... no te contesto con unos bonitos tercetos encadenados y con estrambote, porque me piro de puente ahora mismo... pero ya volveré y te meteré hasta unos alejandrinos por el bulla...
JO... JO... JO... JO... JO... JO... JO... JO... JOOOOOOOOO!!!...
...de por vida un adversario...
...a mí me va a dar algo de las risas... una risentería u argo y eso y asín...
JO... JO... JO... JO...
la virgine dei cogloini!!!...
;))))

MARTINIDRY 26/04/0723:04


A ver, los de las sinalefas y las diéresis
A ver qué vais a dejar para los comentarios, la sobremesa, hombres, que lo estáis poniendo todo perdido de teoría y luego no sé dónde archivar todo esto, si en Guardarropa, en Teórico, en Poesía...
Porque también estaría bien hacer un archivo de poesía pero cualquiera se atreve a guardar esto¡¡¡
Y vosotros, nada, ahí a tirarlo todo por los aires, todo lleno de sesos y de sangre, y luego una a limpiar, a ordenar y a colocar.
No tenéis razón, no tenéis corazón, no tenéis..., no tenéis... ni tampoco dos dedos de frente, carallo.
Venga, una tila para todos y bajad ya las espadas que se acabó esta edición.

BLANKA-L2 6/04/0723:13


Re:VIVA LA PEPA!!!...
Respuesta a: VIVA LA PEPA!!!...
Jajajajajajaja...
¿ Se puede ser más analfabeto, ignorante y zote?
Pobre hombre...No vale la pena ni molestarse, tú solito te delatas. Jajajajajajajaja ¡Zote!
Manolete, si no sabes torear...

Lauroo 27/04/0700:30


Re:VIVA LA PEPA!!!...
Respuesta a: VIVA LA PEPA!!!...
Vayamos por partes,paleto analfabeto:
Rebuznas: "en el primer verso que citas, vete a la tercera (de-es) y rompe la sinalefa... y ya tienes once"
Te cuento, gañán:
Las sinalefas más fáciles para el oído son obligatorias, las más duras (entre vocales tónicas o una vocal átona y una tónica) son optativas. Sólo alguien con un intelecto tan limitado como el tuyo y con una creatividad tan corta podría pretender romper esa sinalefa (de-es) como licencia poética. Es de libro.

Lauroo 27/04/0700:55


Re:VIVA LA PEPA!!!...
Respuesta a: VIVA LA PEPA!!!...
Continúas:
"en el segundo... haz lo mismo en la quinta (do-a)... y no toques la diéresis de la primera"
El verso en cuestión es " Cuando con todo aquel estrambote"
Te cuento, deficiente. Lo que tu llamas diéresis de la primera "cuan..." es un diptongo, no una diéresis, zote, que eres un zote. Diéresis es esto, gaznápiro: "Métr. Signo ortográfico (¨) que se pone sobre la primera vocal del diptongo cuyas vocales han de pronunciarse separadamente, como en vïuda, rüido" ¡¡¡Torpe que eres un torpe!!!!!
En cuanto a la quinta (do-a), me remito a mi respuesta del verso anterior, sólo un gañán como tú puede pretender romper esa sinalefa.

Lauroo 27/04/0701:10


Termino...
Respuesta a: VIVA LA PEPA!!!...
Sigo...
Escribes "Jugaste a erigirte en juez y en azote"
Y explicas: "...y en el tercero hay once manteniendo intactas las sinalefas (3, 6 y 8)... que no las abro porque no me sale de los cimarrones... ni tampoco toco la diéresis de la séptima...
Pretendes formar una sinalefa con " te a eri.."(3º), es decir una triple sinalefa. Eso es forzadísimo y ningún poeta con un mínimo nivel utilizaría esa licencia, sólo alguien con una capacidad tan precaria puede pretender tirar de ese hilo... Acepto y comparto la sinalefa "te a", pero no la triple. Lo que tu llams 6ª, que es la 7ª, si es correcta ( te en..), y lo que llamas 8ª, que es la 9ª tb es correcta "y en"
Es decir la separación silábica correcta es :
"Ju.gas.tea.e.ri.gir.teen.juez.ien.a.zo.te" (12 sílabas)
Y termino...
¿ Diéresis de la séptima? No sabes lo que es una diéresis, ya te lo he explicado más arriba. La´que dices 7ª, que es la 8ª no es una diéresis, es un diptongo " juez", y por supuesto que no hay que romperlo.
Saludos, chavalín. No me debes nada, las clases las doy gratis. Espero que la aproveches... Y no me repliques, bobalicón, que vas a quedar peor.
Saludos cordiales a todos los demás, esos que no faltan gravemente al respeto sólo por discrepar.
Lauroo 27/04/0701:55


érase un hombre a una nariz pegado...
Respuesta a: Termino......
érase un hom/bre-a-u/na nariz pegado...
joder!!!...
de quién era este verso que a mí me suena de algo?... no caigo ahora mismo, lauro, debía de ser una mierda de poeta... no?... fíjate si será mierda de poeta que hizo hasta una sinalefa múltiple de tres vocales en tres palabras...
ná... lo dicho... una full de poeta!!!...
XDDD
pd\de dónde has salido, lauro?... se puede ser más tonto, ignorante y engreido, todo ello a generosas dosis y al mismo tiempo, que tú lo eres?... me pregunto... y me contesto: seguramente no...
pd2\presiento que me voy a descojonar de ti mazo...
jajajajajajaja... tú eres el pez-boca.. no?...

MARTINIDRY27/04/0711:42

viernes, 20 de abril de 2007

CCXCI.- El escarabajo de oro

TINTERO VIRTUAL CCXCI "Gratuíto y participativo"

Muchas gracias a todos! y disculpas por la tardanza. Sin embargo gracias a ella, pues he leído la sugerencia de Maruja me inspiro en ella para proponer algo un poco más concreto y que a la vez pueda sugerir muchos relatos diferentes:
"El escarabajo de oro"
Así quien quiera que se lo tome al pie de la letra, que lo haga, y a quien le sugiera cualquier otra cosa ¡bienvenido sea!
;)
Salud y paz
¡Animo y a escribir!!
pd. Espero que el 291 esté bien puesto

YUYUWANA 13/04/0718:00



  • "The Gold Bug" "Philadelphia Dolla Newspaper" (emulando a Edgar Allan Poe) I -

"El escarabajo del reloj de la muerte, el "Xestobium rufovillosum" es un escarabajo perforador de la madera cuyas larvas son xilófagas. Llega a medir unos ocho milímetros de largo. Presenta una capucha amarilla rojogrisácea sobre la cabeza y sus élitros. La plaga de la madera causa orificios de dos a tres milímetros, ¿lo ves?. Contempla esta bella madera de roble o esta otra de aliso. ¿Ves esa especie de picotazos, estas oquedades lisas y lenticulares?"
James, para empezar, no entendía un carajo qué significaban "xilófagas, élitros, oquedades, lenticulares.." Su padre, tan culto, tan versado en tantas cosas, parecía más un profesor universitario que un simple ebanista. Pero cuando acariciaba con aquellas rudas y rugosas manos la bella madera tallada de roble, abedul, olmo, pino...James entendía que el lugar de su padre era éste, el de el torneado y la taracea y no áquel, el de los latinajos y cultismos, el de los libros, el estudio concienzudo y las manos finas, delicadas, suaves, tersas. Su padre, sin duda, era el mejor ebanista de todo el condado.

Re: "The Gold Bug" "Philladelphia Dollar Newspaper" (emulando a Edgar Allan Poe) II
El padre de James seleccionaba escrupulosamente la madera. Si alguna pieza no le gustaba, la desechaba sin piedad, sin contemplación ni miramientos. A James le asaltaban a veces unas ganas enormes de salvar alguno de aquellos maderos destinados al sacrificio, "Éste para la carpintería. No apto para la noble ebanistería" - decía su padre y James callaba horrorizado, pensando que si su padre en vez de tratar con tableros lo hiciese con personas o animales, la despiada criba, la rigurosa selección rozarían el fascismo más inhumano.

"The Gold Bug"....III
Llegaban terribles noticias del frente y James temblaba cada vez que pensaba que podría ser llamado a filas. Por el momento se libraba. Trabajando en el taller de su padre, había perdido los dedos índice y medio de la mano derecha en un fatal accidente. El índice se precisa para disparar. El medio para hacer burla al enemigo, se decía James para aliviar la angustia vital que le carcomía el alma, tal como aquel maldito escarabajo del reloj de la muerte roía las maderas nobles destinas a las preciosas tallas de ebanistería." No me llamarán. No precisan de manos mancas." James odiaba tener que seguir obligatoriamente los pasos de su padre, pero ésto era mejor que pegar tiros a personas inocentes en un campo de refriega. Tampoco le era de mucha utilidad a su progenitor. Pero sabía que un aprendiz debe callar, escuchar, mirar con atención y dejar trabajar al experto y maestro. El padre de James había prometido que si algún día concluía aquella maldita guerra haría algo al respecto, una especie de acto simbólico para la posteridad. James ignoraba a qué se refería, qué tramaba aquel hombre sagaz, brillante y astuto como pocos. El ocho de mayo, "Día de la Victoria en Europa" mientras los aliados occidentales daban por finalizada la contienda y todos salían a la calle a celebrarlo, el padre de James sacó del bolsillo de su pantalón una funda de paño que contenía una diminuta figura refulgente. James no pudo reprimir su curiosidad y con la mirada interrogó a su padre. La respuesta no pudo ser más sorprende para el joven aprendiz. El maestro talló una diminuta hendidura en la madera de olivo e introdujo un minúsculo escarabajo de oro, que cubrió con masilla. El padre de James selló sus labios con el dedo índice extendido como rogándole que no dijese nada a nadie de aquello. James extendió el dedo índice de su mano izquierda. Ambos guardarían aquel secreto, aquel pacto de paz para siempre.

gemmayla 16/04/0712:42



  • Aventuras de Mateo
Esa noche llovía. El concesionario de la Crisler-Paka, todo acero pulido y vidrio azul, estaba ya cerrado y oscuro como la tinta. Las ráfagas de agua lamían la fachada con aburrimiento; allí no había nada entretenido: ni ventanas que abrir con crujidos siniestros, ni balcones donde remansarse y jugar con el barro de las macetas, ni cañerías de desagüe para bajar silbando a cien por hora como un fórmula uno, ni siquiera una triste gárgola de adorno que vomitase con melancolía… Allí sólo había cristales pulidos, y dentro sólo había silencio. Los mecánicos estaban en su casa, las máquinas dormían y callaban, el guarda de noche hacía un solitario en la garita y el gato se divertía jugando con las cucarachas, porque le gustaban mucho las cucarachas: las acechaba, saltaba sobre ellas cuando más descuidadas estaban, las despanzurraba de un zarpazo y se las comía. Buen provecho.
Pero en la oficina interior, Mateo el contable trabajaba a toda marcha. Le faltaban cien euros del balance, y sudaba y se afanaba contando hasta con los dedos pero no encontraba el error. Pobre Mateo. Era un hombre mayor, bajito y grueso, con treinta años de trabajo a las espaldas, que las tenía curvadas de tanto estar inclinado sobre la mesa; su pequeña calva aparecía roja de vergüenza, los pelos de la nuca todos erizados y las redondas gafas de oro patrullando arriba y abajo por los papeles en un esfuerzo para ver todos los datos al mismo tiempo. Su trabajo, aquella gorda bola de números de todos los días, era importante para él, no por nada sino por pundonor profesional y porque el dinero era importante. Muy importante. Sí.
Un rayo cortó el aire y un ruido horrible sacudió la carcasa de cristales del edificio hasta los cimientos.
Mateo se asustó y se puso en pie de un salto. ¿Qué había sido eso? Necesitó un minuto entero para volver a la realidad y darse cuenta de que sólo había sido un trueno.
En el silencio asustado que siguió, una moneda se le cayó del bolsillo y tintineó por el suelo.
Mateo ya había tenido bastantes pérdidas por esa noche. Gruñó y se agachó deprisa a buscarla. Eran sólo diez céntimos, una pequeña moneda dorada que sorteaba las patas de los muebles, pero el contable correteó detrás con sus piernecitas cortas… y ella se escondió debajo de la mesa con un contoneo burlón
—Plic plic plic —se rió.
El dinero era importante para Mateo. Estaba convencido de que él era una pieza de oro en el sistema económico, y que sus diez céntimos tenían todo el valor de diez céntimos sanos y buenos de pleno significado en el equilibrio de la masa monetaria nacional e internacional… y además se había reído de él… así que se puso a cuatro patas y la persiguió por todo el suelo.
—¡Ven aquí, bribona! —le gritó. La importancia de la moneda se hacía patente en que cada vez se iba volviendo más grande, más redonda, más dorada… tan grande como un cojín, luego como una rueda de bicicleta…
—¡Te pillaré, sinvergüenza!
Pasaron los dos corriendo por debajo de una silla, por debajo de la mesa, junto al borde de la alfombra, larga como una carretera, mientras que la moneda tenía ya el tamaño de un tonel de bodega…
—¡Cuando te coja, te fundo! —le chilló con vocecita de ratón a la moneda, enorme, enorme, que había tropezado en el umbral metálico de la puerta de la habitación y vacilaba.
Con un último esfuerzo Mateo saltó sobre ella y la empujó, la empujó, hasta que ella perdió la vertical y se cayó arrastrando por el suelo, con él encima como navegando en la arena dorada de una plaza de toros…
—¡Ya te tengo!
Y el gato, que observaba muy atento el nuevo especimen de escarabajo patrón oro, le echó la pata encima y lo atravesó suavemente con su garra central, que era la más afilada, y se lo acercó a los ojos para mirarlo bien, a ver si en definitiva iba a ser comestible, o mejor no.

BLANKA-L 15/04/0716:07




  • El Regalo de Sofía (en honor a Gerald Durrell)
Aquel día me había levantado temprano y después de tomar un copioso desayuno, me llené los bolsillos de galletas, cogí mi macuto, mi lupa y otros enseres necesarios, y salí dispuesto a explorar los campos adyacentes a la nueva casa. Mi perro Timoteo correteaba a mi alrededor agitando su pequeña cola, demostrando así su alegría por esta vuelta a nuestras costumbres expedicionarias a través de caminos frondosos o escarpados, repletos de tesoros ocultos que con un poco de suerte servirían para agrandar mi colección cada vez más completa y numerosa. Claro que de esto último mi familia no sabía apenas la mitad, pues recientemente había tenido un pequeño altercado con mi hermano Lorenzo cuando me olvidé de sacar los escorpiones de su caja de lápices.
Haría más de media hora que caminábamos, cuando distinguimos a una anciana sentada a la puerta de una pequeña casita blanca, nos invitó a acercarnos y después de presentarnos educadamente abrió en nuestro honor una hermosa sandía que relucía bajo los rayos del sol. Estaba sediento por la caminata y me supo a gloria aquella jugosa fruta de la que di buena cuenta. Mientras, la anciana Sofía, que así es como se llamaba mi nueva amiga, había estado observando mi pobre equipo de naturalista y después de hacerme un guiño con su ojo derecho desapareció en el interior de la casa. No tardó en aparecer de nuevo con un pañuelo un tanto mugriento que depositó en mis manos con mucho cuidado. Abrí poco a poco aquel extraño regalo y cual no sería mi sorpresa al encontrar en su interior un precioso y brillante escarabajo dorado. Había sentido algún comentario a mi profesor y mentor en la isla, a cerca de este rarísimo espécimen que muy pocos naturalistas habían logrado contemplar pero, nunca habría llegado a imaginar que conseguiría tener uno entre mis manos y menos aún de aquella manera tan fácil.
Le di las gracias a la vieja Sofía y eché a correr en dirección a mi casa con el insecto bien asegurado en el fondo de mi bolsillo. Mi hermano no estaba a la vista y mi madre se hallaba en la cocina organizando el menú del mediodía, así que llegué a mi habitación sin contratiempos. Allí comencé un estudio exhaustivo de todas mis pertenencias a la busca y captura de un recipiente adecuado para mi nuevo huésped, después de lo infructuoso de mi esfuerzo me decidí a continuar la búsqueda en el estudio de mi hermano que en ese momento se encontraba vacío. Lorenzo era muy aficionado a coleccionar cajitas y sus amigos le enviaban algunas muy exóticas desde los diferentes países que iban visitando; entre ellas divisé una de madera y con apariencia oriental, cuyos laterales reproducían una celosía en miniatura suficientemente espesa para que no pudiese escapar mi nuevo invitado. Una vez el escarabajo dentro y la caja colocada en sitio seguro, lejos de la nariz curiosa de Timoteo, me dediqué a esperar impacientemente la llegada de Hércules Arístides, un erudito sabio naturalista que había accedido galantemente a los requerimientos de mi madre para llenar mi cabeza con la instrucción necesaria a mi edad, durante el tiempo que estuviésemos habitando en aquella preciosa isla.
Estábamos reposando en la sombra del jardín después del almuerzo, cuando llegó Hércules y casi me lo llevé en volandas a mi habitación apenas sin darle tiempo a saludar a la familia. Su cara de estupefacción fue grande al ver aquel escarabajo dorado: es una joya –me dijo- guárdelo con mucho cuidado. Pasamos la tarde estudiando las costumbres y peculiaridades de los escarabajos, así como repasando las leyendas escritas sobre el escarabajo de oro. Al acabar la tarde y después de haberlo pensado detenidamente, me decidí a hacer entrega del preciado insecto al doctor Arístides, él sabría mejor que yo cómo conservar aquel regalo de la naturaleza. Y la verdad es que por otra parte, no estaba muy seguro de poder mantener alejados los ojos de mi hermano de aquella estupenda cajita el tiempo suficiente para conseguir otra menos comprometedora.

SONETODECUERDA 15/04/0723:30




  • PROMETEO O EL FUEGO QUE NOS LIBERA.

”…la lectura de los ‘Grundisse’ de 1857, particularmente el capítulo sobre las máquinas, hace posible una nueva noción de totalidad en situación, desde el punto de vista de trabajo y lucha, y al mismo tiempo como subfusión del individuo en el proceso, total en tanto que totalitario, del capital…”
La perorata era dura, las frases como escupitajos y el tono agriamente atrabiliario. Duraba ya treinta y cinco minutos y no tenía visos de acabar en breve.
La Cordones por mal nombre, como así la llamaban los pocos del partido que habían sabido granjearse su amistad debido a las espantosas y seculares rastas que portaba, era chaparra, recia y cúbica; sus movimientos eran lentos y acompasados, como los de una cucaracha, como los de un escarabajo, y plantada detrás de un atril, al que apenas llegaba con la barbilla, era la viva imagen de la demencia técnico-científica de clase proletaria.
Y a decir verdad, la señora o señorita, de mal ver y peor desear, que atronaba la sala con sus espantosos decires, bien parecía un escarabajo al que su mala tez y peor pelaje conferían unos tonos de oro falso.
El curioso y selecto público —300 euros el cubierto— que la escuchaba sin prestar atención, la observaba como si fuera la mujer barbuda o una tragadora de sables. Y no era para menos, dos semanas antes había aparecido desnuda en la revista Interviú a consecuencia del escandalazo que supuso la primicia —desmentida inmediatamente— de su relación lésbica con la vicepresidenta del gobierno.
Todos sin excepción se cruzaban sonrisas cómplices, secreteando tan procaz como jocosamente a débito de la triste prez de la conferenciante; y la prensa, apostada al acecho en cada rincón de la sala, se esforzaba en conseguir tomas de sus peores y menos favorecedores planos, algo que en absoluto les resultaba difícil. El ambiente general era de educado jolgorio y contenida ira.
“…puesto que la totalidad opresora de la asunción capitalista del tiempo y de la homologación imperialista del mundo es el polo negativo del movimiento obrero derivado del 68, por lo tanto, éste se manifiesta claramente como crítica de la totalidad idealista y del totalitarismo real asumiendo explícitamente la forma de…”
—¡ESCARABAJO!.
El grito sonó en la sala como una mascletá y las carcajadas que le sucedieron como el tableteo de una ametralladora. Pronto empezaron los pateos y la tan principal gente, puesta en pie y bullanguera, homenajeó con atronadora ovación al autor del exabrupto.
—¡¡¡ESCARABAJO PELOTERO!!!, —ladró de nuevo el envalentonado espontáneo arrancando las primeras lágrimas en las señoras y palmadas en los muslos de los provectos señores, mientras que algunos de los más jóvenes ya se habían encaramado en las mesas y ofrecían a la vista y a la concurrencia dos o tres cuidadas posaderas.
—¡¡¡INCINERÉMOSLA!!!, —se oyó gritar al fondo de la sala. Y la oradora, en respuesta a estos candores, levantó por encima del atril, con gesto bíblico, tremendo y fiero, el dedo corazón de su mano derecha.
El escarabajo, todo hay que decirlo, se debatió con bravura y coraje, no retrocediendo ni un milímetro ante el embate de unos tipos armados de sendos y valiosos quinqués, consiguiendo incluso arrancarle a alguien de un mordisco un dedo; pero toda resistencia resultó inane. Pronto fue insultada, derribada, pateada e incendiada.
“Los chillidos de la cerda nos enloquecían. Maldita sea su estirpe”, declaró horas más tarde ante el juez de guardia uno de los imputados.
—¡¡TORRÉMOSLA EN ESPETÓN!!.
Y enseguida fueron arrancadas las cortinas por un improvisado y voluntarista caballero andante que, lanza en ristre con la barra que las sustentaba, ya apuntaba hacia las nalgas del desdichado y ardiente escarabajo. Y bien que hubiese logrado su objetivo de no ser por dos disparos efectuados al aire por un ex-secretario de estado de seguridad ciudadana, asistente al acto, con su pistola reglamentaria.
Calló la turbamulta y se pudo escuchar el crepitar de la pira que ardió sin incidentes hasta consunción total. La asamblea parecía estar en trance y el recogimiento era el propio de una misa de pascua. Dos señoras se persignaron devotamente.
—¡DISPÉRSENSE!, —ordenó el ex-secretario de estado de seguridad ciudadana al término de la barbacoa. Y en un amén gregoriano, es decir, de un modo demorado y lento, incluso majestuoso y litúrgico, todos abandonaron la sala en un cierto orden más bien procesional o de paseíllo. El último en hacerlo fue él mismo tomando del brazo muy elegantemente a su engalanada esposa.
—Lo estaba pidiendo a gritos. —Musitó al salir.
* * *
Nota final: Claro que, en lugar de Cordones, muy bien podría haberse llamado Blasgalletas (una especie de tendero soez con ínfulas de cruzado), el escándalo un asunto de pederastia y la molesta perorata un sermón de Libertad Digital. Que cada lector adapte el personaje como bien corresponda.
* * *
Maruja, viernes trece.
;-))

Maruja_Peones 16/04/0702:14



  • El Año del Cristo.
Aquel año la sequía era brutal. El arroyo de los Mimbres, siempre cuajado de pececillos grises y ranas verdes se secó de raíz dejando un hilo de agua, una cinta de plata al sol que rabioso golpeaba las frentes de los lugareños. La canícula mordía con ínfulas de escorpión rabioso, podría decirse que las víboras estaban en el mejor momento, se las veía por todas partes, lividísimas y vivísimas, serpenteantes y cascabeleras, típicas de un far west cuasi mejicano, estribaciones de la frontera Huelva Extremadura, y más de un niño fue envenenado por ellas, causando pavor en la comarca. Los niños además andaban revueltos y salvajes arrojándose piedras entre ellos por las rencillas propias de los niños y desesperados por no poder aprovecharse del arroyo. El calor, danzante egipcia, negro de Africa, león de Etiopía, bailaba sobre los techos de zinc, despertaba salamandras de noche, que a la luz de la luna parecían acrecentarse innumerables, y ponía sobre la veleta de la Iglesia, un grán alacrán de cobre, extrañísimo, su zarpa de furor rojo. En los emparrados, las verdes vides ofrecían una sombra escasa cuajada de diamantes, y en las albercas del ganado brillaba el sol argentífero y tremendo. En el casino no se hablaba de otra cosa, de la sequía extrema, de la calor incesante, y el maestro y el cura se disputaban la primacía de la fe sobre la razón con un cruel enfrentamiento propio de bellacos y agitadores, entre copas de anís dulce y mentolados de naranja. Rivalidad entre el magistrado y el ministro de la Iglesia cuajada de indirectas a la inquisición española. Pero no llegaba la sangre al río pues Pilontes, el cacique del pueblo andaba con ojo poniendo a los anarquistas un poco de su propia medicina, sabiendo el lobo más que cuatrocientos tigres, de lo viejo que aquel diablo era, que hubiese parecido a los ojos de un extraño que el mandamás hubiese estudiado a la vez en la Sorbona de Paris y en los antros de los Bakunines. Aquel año fue el año en que llegó Fernando Garcés al pueblo, a comprarse la casa de la Loma y a ennoviar a Jesusa, y que se saldó con un navajazo la noche de bodas de Dosdedos a Dientemellado por unas copas no pagadas en la barra. Pero aquel año fue el año en que se pudrió el Cristo de la Demanda a la vista de todo el pueblo cuando salió de procesión el diez de julio. Lo sacaron, como digo, en procesión, delante iba el generalato y Doña Mencia, la viuda más rica del pueblo, con mantilla española bordada en seda. Cuando llegó frente a la Cuesta del Benito, ladró un perro, y el Cristo empezó a vomitar larvas y escarabajos amarillos por los ojos, la boca, y el costado. Fue un horror, la madera crujió y un brazo corrupto cayó al suelo golpeando los adoquines y quebrándose en astillas. Salieron las larvas, gordas como naranjas, y los coleópteros amarillos, gigantescos como cebollas, y la gente empezó a santiguarse y a santiguarse diciendo qué espanto, qué espanto. Y justo cuando la gente empezaba a llorar, tronó el cielo, un relámpago puso un toque escarlata a la tremenda escena y empezó a granizar con ira. Una noche terrible. Al Cristo se lo llevaron corriendo, suspendiendo la procesión, la gente exclamó desesperada y con miedo, y la granizada derribó el muro de la Huerta del Contao, que cayó enorme y majestuoso, y en la Iglesia una gotera llenó la pila del agua bendita inexplicablemente. Tres día más tarde quemaron la madera podrida del nazareno y mandaron a la capital por un buen imaginero, nada se pudo hacer con la imagen, sino encargar otra.
.............................................................
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Escritorcillo 16/04/0718:25


Re:El Año del Cristo.Respuesta a: El Año del Cristo.He metido la pata, he puesto muy seguido dos "rabiosos", y suena mal, cambiar el segundo "rabioso" por "violento" o por el adjetivo que mejor os parezca.

Escritorcillo 16/04/0718:29




  • Toscana en el dorso de un escarabajo
“Eso quiero verlo con mis propios ojos”, me espetó mi antaño amiga del alma cuando le dije que había conocido al hombre ideal. Un argelino, profesor de matemáticas, del que me enamoré durante un viaje a Florencia, cuando sucedió que ambos pedimos un jugo de pomelo en los jardines de Boboli y yo no tuve más remedio que rendirme a su mirada, a su voz dulcísima y a la perfección inverosímil de su torso. Viajábamos en el mismo grupo y yo lo había visto apenas de refilón, abrumada por la palabrería infinita del guía, de la que ambos escapamos, cada uno por su lado (o eso creo), para regodearnos con los arabescos del agua entre encinas. Se dirigió a mí en perfecto español, no en ese remedo grotesco que suena en Marruecos como un laúd desafinado, sino en el idioma que hubiera querido dominar incluso mi antaño amiga del alma.
Me enamoré de él y sin duda me regaló los mejores días de mi vida, porque amaba el arte florentino más que el guía y vivía la ciudad con más pasión y yo no había conocido a ningún matemático de piel y glúteos tan exactos al arquetipo de hombre ideal y él había estudiado en Francia y en España y no quería volver de ningún modo al pozo de miseria denominado Argelia, un país exhausto donde ya no le quedaban familia, creencias ni esperanzas. Me enamoré de él y hasta es posible que él se enamorase de mí, porque yo m empeñé fervientemente en merecer sus atenciones, sus gestos de amor en el balcón donde el Palazzo Vecchio nos veía besarnos con gozoso aplomo, mientras yo le pedía al Arno que detuviese su avance y se convirtiese en un lago quieto para siempre, y mis lágrimas se deslizaban por los hombros adorables de Enzo, hijo de madre argelina y padre italiano al que nunca llegó a conocer.
Nos separamos en Siena, a la espera de reunirnos pronto en Bruselas, donde yo trabajo, cuando él acabase sus tareas en España. Se despidió de mí con un simple “Je t’aime” susurrado al tiempo que me ceñía al cuello un colgante rematado con un escarabajo de oro. Se despidió de mí con una caricia levísima, su dedo índice en mi antebrazo, como un médico del corazón detectando el aliento remoto de mi pulso atolondrado, diciéndome “Por favor, espérame, quiero rescatar de la grisura de Bruselas este colgane, el único vestigio de mi madre”. Y llamé a mi antaño amiga del alma desde un bar en Volterra, sin que la belleza pasmosa de sus palacios y callejas supieran arrebatar mi atención del escarabajo de Enzo. Y ella me dejó contarle y llorar y reirme, y describirle con pasión los rizos de Enzo y lamentar la incertidumbre de no volver a verlo y llorar otra vez, entre suspiros y risas tontas, mezclando detalles absurdos de los edificios de Florencia con la posibilidad aterradora de que Enzo no me salvase de la soledad en Bruselas, esa ciudad donde me siento extranjera y sola y tonta.
Y le hablé de mi escarabajo como una niña que ha descubierto el brillo de algo que los adultos llaman oro y entiende que lleguen a matarse por poseerlo, y ella me espetó con fría impertinencia: “Eso quiero verlo con mis propios ojos”. Como si la vista fuese un sentido particularmente fiable, como si yo no hubiese visto a un señor con turbante ensartar diez veces con una espada a Román, mi marido, y partirlo luego en dos, la cabeza separada tres metros de los pies gráciles y ajenos a su desgracia, como si yo no hubiese visto el reloj de Román romperse en pedazos, dentro del periódico que el señor del turbante había convertido en pañuelo ante mis propios ojos, justo antes de que un naipe volase hasta un espectador lejano que casualmente llevaba un reloj como el de Román, con la misma inscripción que rememoraba nuestra boda. Como si mis propios ojos no me hubiesen mostrado el doloroso terror que se adueñó de Román y no me lo hubiesen mostrado desplomándose por ese truco cruel que llaman infarto y que me dejó viuda, sola, seca, muerta, sin el futuro que bruñiré en Bruselas aguardanzo a Enzo.

jmlvfalco 16/04/0723:30



  • El caso del cantante y el cajero
Llegue a la hora que llegue, siempre encuentro a Alcázar que me espera sumergido en sus criptogramas, le saludo y como contestación él me pregunta por el seguimiento de ayer. Un asunto casi resuelto, le digo, el tipo ha llevado hasta ahora una vida normal para no levantar la liebre, pero ayer no tuvo más remedio que salir al encuentro de su contacto, se reunió con él en un local del centro donde éste actúa cantando con un conjunto melódico.
Tiene buena voz, aunque interpreta canciones algo pasadas de moda. Ahora ya sabemos quién es, sólo queda poner controles en el aeropuerto y esperar a que esta noche intente subir al avión llevando encima las joyas robadas. Estoy seguro de que el intercambio se hizo en la barra del bar y el conjunto tiene apalabrado para mañana un recital privado en la otra punta del país, quienes contrataron ese concierto son los destinatarios del botín. Si todo va bien, el concierto que oiremos será el que hagan declarando en las dependencias policiales. Luego, iremos a por el empleado del banco que las sustrajo y antes de que acabe la semana habremos acabado con la organización de delincuentes.
Alcázar asiente sin levantar la vista de un papel que garabatea, me acerco por detrás para mirar por encima de su hombro, está enfrascado tratando de resolver una corta lista de símbolos impresa en un folio que a simple vista no tiene sentido, afirma que la ha conseguido buscando en Internet, me ofrece leerla:
"53‡‡†305))6*;4826)4‡.)4‡);806*;48†8
60))85;1‡(;:‡*8†83(88)5*†;46(;88*96
*?;8)*‡(;485);5*†2:*‡(;4956*2(5*—4)8
8*;4069285);)6†8)4‡‡;1(‡9;48081;8:8‡
1;48†85;4)485†528806*81(‡9;48;(88;4
(‡?34;48)4‡;161;:188;‡?;"

Mi expresión debe de haber cobrado elocuencia porque Alcázar aclara de inmediato que se trata del plano de un tesoro escondido en la isla de Sullivan, solo que en clave. Esta última explicación no es necesaria, pero me callo, prefiero saber si el tesoro vale la pena. Queda descubierto que su valor está restringido al terreno literario, resulta ser obra de la imaginación, llevada en alas de la necesidad, que a Edgar Allan Poe le valió ganar cien dólares en un concurso literario con un cuento llamado “El Escarabajo De Oro”. Como no contesto, Alcázar guarda el papel en un bolsillo de la chaqueta y yo, decidido a no parecer huraño, le reto una vez más a que descifre el enigma del huevo, la sal y la pimienta negra que hace poco se le ocurrió a mi pareja. Alcázar responde con seriedad que no le meta en mis líos particulares y que le dé recuerdos a mi pareja.
La operación de esta noche es en apariencia sencilla, bastará con una fácil identificación del individuo y una detención discreta en el control de embarque, sin embargo hay que afrontar algunas complicaciones, el conjunto de músicos se ha presentado sin su cantante. Podríamos detener a los integrantes del grupo corriendo el riesgo de que no lleven las joyas robadas, es posible que sean un señuelo para alertar de nuestra presencia al verdadero correo, en ese caso se echarían a perder la operación y muchas horas de trabajo, es preferible intentar localizarlo entre los pasajeros.
En esta ocasión no va a poder ser, la mesa de embarque está a punto de cerrar sin atisbos de que aparezca un sospechoso. De pronto, Alcázar me hace señales al otro lado de la cristalera, tiene en una mano el criptograma de “El Escarabajo De Oro” y con el dedo índice señala tanto el papel como a uno de los pasajeros rezagados. No comprendo al instante su momento de humor, me cuenta que estaba, además de identificando al correo, diciendo “a él, es bardo o cajero”, el título que le valió el premio a Poe con las letras cambiadas.
Durante el registro del detenido hacen aparición las joyas robadas y algunas cosas más que no esperábamos. Alcázar desborda alegría, nos felicitamos, explica que dedujo la posibilidad de que el detenido fuera el verdadero correo cuando recordó haberlo visto cantar antes en la televisión, formando parte de un casting para Operación Triunfo. Me asusto, Alcázar tiene unas aficiones muy raras.

SEMENTERIO 18/04/0712:14




  • Nacen, crecen, se reproducen y mueren.
La empresa no iba bien. Lo habíamos notado todos. Los síntomas: cobrábamos tarde, las pagas extra se retardaban con alguna excusa, no había pedidos en cartera. Malos presagios.
Un día el Gerente convocó a toda la plantilla y expuso el dilema: vender o cerrar. O crecen las ventas o se cierra la empresa. Después de una larga discusión y muchos silencios se decidió que todos debíamos hacer de vendedores, o comerciales, como gustan decir ahora.
La técnica es muy sencilla nos aseguró el gerente: Todos tenéis familia; reunid a los familiares y vendedles alguno de nuestros productos. Si sois sesenta empleados aseguraréis sesenta ventas, al menos. Que cada uno de los que os han comprado adquiera el compromiso familiar de presentaros a otro comprador y así lograremos tener una red extensa de ventas aseguradas. De vosotros depende.
Al salir de la reunión me dijo Ricardo: “Es el efecto cucaracha”. Ni me atreví a preguntar qué quería decir. Pero esa frase se me quedó en la memoria.
Al cabo de unos días lo vi claro: La cucaracha es un animal que nace, crece, se reproduce y muere. Como todos, aunque más deprisa que otros. Por eso es un símbolo para los comerciales.
A las dos semanas el Gerente nos volvió a reunir. Estaba radiante. Nos enseñó una carpeta: Esta carpeta está llena de pedidos; los habéis logrado vosotros, pero no todos; algunos no han conseguido ni una venta, ¿es que no tienen familia? Lo dijo en un tono acusatorio, aterrador. Para sustituirlos hemos puesto un anuncio y han respondido estos jóvenes que ahora van a vender por ellos. Siento mucho tener que decirles adiós, pero la empresa está por encima de todo.
Me vino de nuevo a la memoria la frase: Efecto mariposa: Se reproducen y mueren. Esas cucarachas no se habían reproducido por lo tanto el zapato del gerente las aplastó.
Y ahora, cmo premio a su dedicación, vamos a colocar en la solapa del mejor comercial “El escarabajo de oro”.

ANDRESNIPORESAS 18/04/0718:04




  • ¿Qué me pongo?
Antes de poseer mi cafetería en la esquina de Les Halles hubo un tiempo en el que fuí un próspero mercader de antigüedades. Lo malo de comerciar con momias, escarabajos de oro, sarcófagos de las más variadas piedras y demás bagatelas, es que la prosperidad de mi negocio, acabo por atraer a los carroñeros del Ministerio de Hacienda.
Siendo joven e inexperto en tales lides, mi abogado me recomendó que para la ocasión hiciera uso de mi mejor terno, que acudiera endomingado como si fuera un burgués que fuera a escuchar misa a la Madalene. Hubiera seguido su consejo si la tarde de ese mismo día no me hubiera encontrado con un viejo conocido quien que al saber de mi cuita me advirtió que no hiciera caso del consejo del abogado. Tras una diatriba contra los leguleyos me contó que él hacia poco había pasado por el mismo trance, del cuál salió bien parado al personarse vestido como un vagabundo.
Desconcertado por dos consejos tan divergentes llegué a casa. Advirtiendo mi mujer que algo me sucedía, dada mi inusual falta de apetito, me preguntó qué me sucedía. Esperando que ella me diera una solución que resolviera mi dilema, le conté mi problema. Contra lo que pudiera esperar, Alice lejos de inquietarse ante la tormenta que se avecinaba, tras recoger la mesa, se sentó a mi lado y acariciándome el antrebrazo con sus suaves manos me contó que mi problema era el mismo que ella tuvo con respecto al atuendo que debía ponerse en nuestra noche de bodas. Comprendiendo por mis ojos desmesuradamente abiertos de qué me hablaba, me contó que unos días antes de casarnos le había planteado la cuestión a mi suegra. Ésta le respondió que debía ataviarse con el camisón más modoso y recatado que tuviera, pues de esa manera me haría saber que ella no era una mujer fácil y que tendría que ganármela día a día. Alice quedó contenta con la respuesta, pero dió la casualidad que al tomar el té con una amiga ya casada, salió a relucir de nuevo el tema. Dicha amiga no pudo evitar sonreírse al saber cuál era la intención de mi mujer, y acto seguido le recomendó que hiciese caso omiso de la conseja materna. Lo que Alice tenía que hacer - ¡bien lo sabía por propia experiencia! - era vestirse con la lencería más sensual y sugerente de su ajuar. De esa manera avivaría su deseo y él la amaría más fogosamente.
Calló Alice y se me quedó mirando con sonrisa interrogante. Es seguro que se preguntaba si aún recordaba que ropa llevaba puesta durante noche de bodas, pero yo, que en ningún momento había logrado olvidar el problema que me acuciaba, en lugar de darle respuesta le dije:
- No entiendo qué me quieres decir.
- Pues está bien claro, pocholín: que da igual lo que te pongas, pues hagas lo que hagas te joderán igual.
Dicho lo cual se levantó y se fue a la cocina a fregar los platos. Les contaría como me fué la inspección, pero eso es otra historia.

Moustache 18/04/0721:27




  • ¡Ay, Quintina!
Lo más destacable de la cara de Quintina era el apósito blanco que coronaba su frente, por lo demás mantecosa y morenilla, ceñida por un pañuelo rojo que recordaba a las mucamas de otros tiempos, pero práctica idea para la limpieza general a la que se había entregado con verdadero delirio.
Plumero, si, plumero en mano y con cantares asmáticos pero salseros, recorría el salón, la habitación de invitados, el vestidor, la otra habitación -“ah, la principal” (in crescendo: un aria “magnífica” entre salsa y salsa)- e incluso los altillos de los armaritos del baño.
¿Su fin? Domeñar a su particular ejército invasor: motas y más motas flotando por el aire en un terrible ataque kamikaze. -¡Sayonara baby!- ¡blamf! Artillería pesada en mano (la ocasión lo merecía), apuntaba y aspiraba, apuntaba y aspiraba, una y otra vez, hasta que se fue convenciendo que era una lucha inútil.
No bien se le pasó por la cabeza el fracaso de su empeño, que se encabezonó con seguir lidiando, muy en particular con el terrenito bajo su tálamo nupcial. Y así, entreverada entre sábanas y alfombras la encontró Diosito.
Diosito Santos Carvajal se acomodaba a su nombre como el anillo que llevaba en su anular, finito y anudado, coloso en los momentos necesarios, cumplidor y complaciente, por lo demás… no demasiado exigente.
De forma que casi no se permitió arrancarle tanto tejido cuando ya la había hecho suya, que ¿quien era él para negar la tentación de sus carnes empinadas hacia el cielo raso de su habitación? Pues nadie. Así que se entregó con pasión a las carnes rubicundas de Quintina, quien protestó un poco al principio (por lo sorpresivo y sobre todo porque venía a entretenerla en su particular misión imposible) pero que luego se volvió mimosota y acaramelada.
Rescatados ya de las efímeras llamas de una pasión de dos minutos, se contentaron con desparramarse sobre el colchón, otrora lecho, cama o como fueres si sus vestimentas (entendámonos: sábanas) le infieren dicho título, como sus madres los habían parido, sólo que con unos cuantos años más sobre sus huesos.
Diosito se dejó resbalar hacia la oquedad que formaba su Quintina como quien no quiere la cosa, quizá buscando un segundo asalto, arrimándose a las carnes de su belladonna., pero en el proceso se vio incomodado por algo que le hería cruelmente su nalga derecha, hasta que contorsionándose logró asir al causante y llevarlo hasta su cara para ser juzgado con severidad por sus ojos acusadores:
¡Ajá!
Una miniatura. Una pequeña réplica de un Wolsvaguen escarabajo brillaba bajo un último rayo de sol (ese que siempre despunta en el momento crucia)l. Brillaba. Era metálico, como de oro. Un escarabajo de oro bajo su culo.
Eso seguramente querría decir algo. “Misterios de la vida”- se dijo Diosito. Y dejándolo sobre la mesilla de noche, aprovechó aquel movimiento inesperado para acomodarse sobre los pechos de Quintina

YUYUWANA 18/04/0722:11