domingo, 29 de julio de 2007

CCCIII... Soy Leyenda

INCUUS

CCCIII TINTERO VIRTUAL, homenaje a Richard Matheson

Gracias os sean dadas, muchas, floridas y frondosas por este Tintero que me hacéis ganar. No dejéis de aprovechar la ocasión para que en el Poney Pisador, de nuevo servido y vistado por nuestra querida tabernera Yuyuwana, os sirvan pimientos, castañas, buenos chuletones y alguna que otra jarra de vino tinto y belicoso. Vuelven las tradiciones y tras ellas las gentes. Así debe ser.

Para la semana que entra, os propongo un homenaje a un escritor actual de literatura fantástica, uno de esos que me llegan por su originalidad. Una de sus obras, concretamente "soy leyenda", se me quedó prendida en la memoria por la poujanza dela idea y el buen tratamiento. Era la historia de cómo han triunfado los vampiros en el mundo y cómo se cuenta entre ellos que hay un humano, un monstruo, que sale a veces durante el día y que a veces le clava una estaca en el orazón a algún honrado ciudadano.

TEMA: SOY LEYENDA. Contemos cómo y por qué nos convertimos en leyenda.

Disfrutémoslo.



06/07/2007, 9:05




o BLANKA-L
o
Soy leyenda.

Me desperté hecha una leyenda, con una pinta tan patraña, una cara de subterfugio, un cuerpo farsa... Si es que mira que soy chisme, con la tradición que tengo ya no aguanto tantas horas de epopeya por las noches, y yo lo sé pero me puede la fábula, la fantasía, el romance, la aventura... ¡Ah, una buena odisea! ¡Eso es lo más!

Hacía un sol de apólogo y la mañana estaba llena de alegoría. Las consejas piaban por el aire y una quimera se posó en el alféizar y soltó una recitación de pura fábula. Era todo muy cuento.

Me invadía la pamplina, me hubiera apetecido que me hicieran pantomimas pero no estaba mi biografía para historietas, mi gesta laboral me reclamaba y no podía darle al mito, mi jefe no se fía de mis alegorías. Es un tipo a la antigua, proverbial, vetusto, y tiene un arcaísmo en la raigambre que parece la liturgia de un rito. Como te lo digo.

Me dije: aunque estés algo inexacta, anda, mi negra, no hay más remedio, salta de las paparruchas, vete al baño y lávate la divisa, arréglate la muestra, rotúlate esos ojos de celebridad que tienes, que parezcan dos famas, date crédito, que se note tu rúbrica, que salgas a la calle hecha un neón.

Pero al abrir la puerta... ¡Oh, qué asombroso! ¡Había un héroe! Pero que de verdad, créeme, había un personaje de ensueño sonriendo en mi pasillo. “Buenos días”, me dijo el semidiós, aquel portento... Y yo no pude referir ni pío, no había conservado la memoria exacta de lo que había pasado, sólo trocitos imaginarios de cosas sorprendentes. ¿Sería de verdad? ¿Sería simbólico? Le acerqué un dedo a ver si me transmitía valores sociales, o algo... y me entró una superstición, un prejuicio tan grande, un agüero... ¿Habríamos empezado el semidiós y yo alguna saga aquella noche?

Ay, magia, magia, qué ojos más verdes tienes.




09/07/2007, 15:29




o INCONGRUENTE1
o
ESKANDAR E MAQDUNI

“Me leo escrito en la historia y unas veces río, otras lloro, las más la sorpresa me abruma, pero nunca me invade la indiferencia.”

“¡Alejandro sí, tercero Argéadas, rey de Macedonia, por heredad directa de Filipo y aun en contra de su voluntad, pero eso la historia lo oculta, o quizás lo desconoce; mejor, inmacular la cuna me engrandece aun mas.”

“Hablan de mis maestros como posibles forjadores de mi personalidad. ¡Historiadores ciegos, mirar sin saber que ven!. Leónidas I El Tétrico, de lamentables recuerdos. Lisímaco o el buen Aquiles; este no estuvo mal, aunque para mis aspiraciones militares en poco me pudo ayudar. No fue así con Aristóteles, sabio donde los haya, frío e inteligente, savia de la que absorber conocimientos y fuerzas que luego me dieron poder. Si, un buen maestro, pero el único que hizo nido en el fondo de mi ser fue el mas denostado, despreciado por las plumas de los que creen entender; ¡sí, ella, una princesa, épira entre macedonios, Olimpia, mi madre, una mujer!. De ella recibí belleza, inteligencia y saber, la tierra fuerte y fructífera que los otros, los maestros, cultivaron buscando los frutos que me dieron el carácter, el poder.”

“También escriben de mis debilidades, sexuales y ególatras; ¡cuanta estupidez!. El bueno de Efestión, fiel donde jamás lo vierais, valiente, ágil y cruel; frío como su espada y amigo hasta la muerte. Homosexual me definen algunos, ambivalente los más y los menos heterosexual. Yo no puedo entender que personas tan estudiosas comentan error tan cruel. Olvidan la Macedonia en la que nací, costumbres, ambientes y, sobre todo, olvidan que yo era el Rey, el General al mando, el Poder. Y como tal, no porque yo pensara que era superior a ellos, sino porque en un ejército de hombres, conviviendo siempre entre hombres, largas campañas aislados, el Poder no solo estaba por encima del ejército, tenía que demostrarlo y así tuve que hacerlo. ¿El sexo? Ja, ja; meses sin pensar en él. Era un simple complemento a una dura batalla, a un extensa jornada. ¡El sexo, qué estupidez! Preguntad a Eumenes, el me supo entender””

“¿Y la soberbia? Es cierto que nací bello, alto y fuerte como un dios pero, de ahí a pensarlo… ¡Estúpidos historiadores otra vez, como siempre, mirando sin ver!. ¿Quién, en aquellas épocas, sometiendo las insurrecciones de Tracia, Tesalia, Tebas, Atenas, en fin, toda la Grecia, conquistando la Gran Persia, la fenicia, Tiro y al fin Egipto, se podría resistir a convertirse en dios ante los mundanos ojos de vencedores y vencidos?. Los unos, los vencedores, porque necesitaban ver en mi algo divino, algo superior a lo humano; en ello basaba mi fuerza, mi poder. Los otros, los ya vencidos, los que otros conquistadores mataban o menospreciaban, yo los unía a mis fuerzas haciéndome cada vez mayor, mas temido, mas temible. ¿De qué vale un hombre vencido y ultrajado? Pero si lo enalteces dándole confianza y poder, siempre será tu escudero, tu aliado; siempre te verá como a un ser superior y, esa superioridad yo tenía que demostrarla. ¿Siendo hijo de un dios. Amón Ra, por qué no?”

“Pero no todo fueron prebendas, ni alegrías, ni festejos; también tuve que llorar y pasar amargos momentos de duda y debilidad. Nadie como yo sabe el dolor de tener que matar, buscando el valor en el vino, al mejor amigo que tuve, mi buen Negro, Clito que jamás me falló. Pero allá en Persia, al aplicar la ley proskynesis, él no lo supo entender y un rey nunca permitirá que uno de sus súbditos, por muy amigo que fuere, le faltase al respeto delante de los demás. Tuve que hacerlo y lo hice, ante todos, para demostrar al imperio que por encima de la amistad, del amor, de los sentimientos, está y estará el poder.”

“Ya veis que injusta es la historia haciendo de mi una leyenda cuando solo fui un hombre que luchó por un sueño, hacer un único imperio de mil ciudades estado que nunca llegarían a ser”

Por las letras, hasta la vida



09/07/2007, 16:33




o gemmayla
o
"La leyenda negra de Beodo Descerrajador"

Soy más una leyenda que un ídolo, en el sentido de que todo el mundo habla de mí, pero no precisamente siempre bien. De hecho corren rumores sobre mí, seguramente infundados, que han convertido mi reputación en una verdadera leyenda negra.
Todo comenzó una noche de verano de los años noventa. Para las fechas soy un desastre. No recuerdo el año exacto ni el día ni el mes. Sí sé que era verano. Hacía una noche de calor soporífera. Regresé a casa de madrugada en estado muy ebrio. Por aquel entonces compartía piso con un amigo que padecía fuertes depresiones, que andaba siempre padeciendo mal de amores, conflictos laborales y penurias económicas sin fin.
Quise abrir la puerta de casa y la llave se quedó atascada en la puerta. Llamé al timbre insistentemente y mi compañero de piso no me abría. Aporreé una y otra vez la puerta con los nudillos de mis manos. Di patadas y lo único que conseguí fue despertar a todo el vecindario. Algunos vecinos salieron al rellano de la escalera. Una vecina muy simpática y amable aseguró que mi amigo estaba en casa, que ella lo había visto regresar a casa solo y con muy mala cara. Esto disparó todas mis alarmas internas y tras unos momentos de indecisión las externas también. Corrí a la calle y me dirigí a las dependencias de policía de mi barrio. Allí expliqué a un agente que sospechaba que mi amigo y compañero de piso había cometido alguna locura. El tipo mostró al principio cierto recelo, pero luego me dijo que no me preocupase y que me fuese a la puerta de mi casa para aguardar la llegada de un patrulla que me iba a enviar. La pareja de agentes que se presentaron mostraron de entrada cierta desconfianza hacia mí. Supongo que por mi aspecto de vampiro etílico y mi aliento fétido – mi madre siempre me decía que un aliento hediondo es la peor carta de presentación -. No obstante, tras esas dudas y reparos iniciales, los agentes solicitaron de su base que se destinase una dotación de bomberos para forzar la puerta. Los bomberos se presentaron con unas sirenas, unos pitos y unas luces rotativas del todo excesivas y fuera de lugar, ya que por la calle no transitaba un alma. Consiguieron que todo el vecindario en pleno se asomase a los balcones y ventanas. Creo que ese era su propósito principal, el de conseguir espectadores para aquella lamentable escena. Casi deseé que mi amigo hubiese cometido alguna chaladura. ¡Qué sé yo, cortarse un poco las venas –un poco sólo, ¡eh!-tomarse un cuarto de frasco de barbitúricos –un cuarto sólo, ¡eh!-, abrir a medias la llave del gas – a medias he dicho, ¡eh!..! Los bomberos intentaron trepar al cuarto piso con la escala, pero por metro y medio no lo lograron. Tras una larga divagación de minutos que a mi se me antojó eterna, tras mil y una dudas y reparos, el oficial autorizó que un cerrajero-bombero descerrajase la puerta. Yo me quise morir de veras. Mi amigo dormía plácidamente en su cama. ¡Todo el vecindario despierto y él dormido como un infame lirón! Los agentes de policía y bomberos me consolaron dándome palmaditas en la espalda”¡No te preocupes, chaval, es mejor que tu amigo esté bien! Este es nuestro trabajo. No pasa nada.”

Si todo hubiese quedado ahí, no habría pasado nada. Pero tengo la maldita desgracia de compartir siempre piso con amigos que arrastran problemas psicológicos graves.¡ Tengo la maldita suerte de verme obligado a seguir compartiendo piso a mis cuarenta y pico tacos! Tengo la maldita suerte de seguir enjugando mis lágrimas y mis sudores perros agarrándome melopeas de campeonato todos los fines de semana. Me avergüenza reconocer que han sido demasiadas las veces que he alarmado inútilmente a policías y bomberos. Demasiadas las ocasiones en que han descerrajado mi puerta por mis temores a que algún compañero de piso haya cometido alguna extravagancia sin sentido. Me apodan con razón “El Beodo Descerrajador”. Ya me he me mudado de casa y de ciudad una veintena de veces, pero esta leyenda negra me sigue como el reguero de sangre que brota de una herida abierta y uno corre y corre creyendo que así se curará y se cerrará.



10/07/2007, 0:02




o Estresado

HARÍA CORRER EL RÍO

No es verdad que para convertirse en leyenda haya que ser un gran hombre, un salvador de la humanidad o un ínclito prócer de las Letras. A veces basta con ser un bebedor insaciable.
Pues cuentan de mi bisabuelo Pepe cosas que vete tú a saber si son verdad o no. Yo recuerdo de él que era un fastidión empedernido. Aún gateaba yo por las baldosas frías de la terraza cuando ya él me importunaba con su bastón haciéndome cosquillas en la espalda o en la nuca. Yo, bebé juguetón, costumbre que no he abandonado todavía, gateaba hacia la pelota de trapo, de colores distribuidos como gajos de naranja y mi bisabuelo Pepe le daba un empujoncito a la pelotita y otro y otro alejándola hasta que yo rompía a llorar y entonces mi madre le decía aquello de “no provoque al niño”.
El bisabuelo tenía una bodega de aquellas de antes, con toneles a la vista y con su platito debajo de la espita para recoger las gotas que se escapaban al llenar las botellas. Aún tengo aquél olor agridulzón en la pituitaria. En la tabla del mostrador había cacahuetes y altramuces y unos cubiletes de diversas medidas. Para la perra gorda, para el real y para los dos reales.
También había bacalao salado desmigado (léase bacalao salao desmigao) que por lo visto se regalaba al cliente, ¡una tapita!, para que acorralado por la sal bebiera sin parar.
No recuerdo haber visto jamás a mi bisabuelo borracho. Pero tampoco recuerdo haberlo visto sin una bota o un porrón cerca. En el campo, en la mesa, montado en el carro. En el costado del mulo siempre colgaba una bota y no había parada que no refrescara con un buen trago. La bota se dejaba en el pilón de la fuente para que refrescase el líquido que el dios Baco tuvo a bien regalar a la gente humilde.
Mi bisabuelo carraspeaba como cien cañas al partirse. Sacaba su enorme pañuelo a cuadros azules y blancos y esputaba con violencia. Luego plegaba el pañolón y se lo metía en la faltriquera. Extendía su brazo con el porrón amenazando con el pitorro hacia él y se metía una larga madeja de vino en la boca provocando un ruido a mitad de camino entre el gorjeo y la castañuela. Terminaba ineludiblemente con la bocamanga secando los labios y un chasquido de satisfacción.
Las lenguas viperinas y legendarias aseguran: Si tiraran al río todo el vino que se bebió el agüelo Pepe subiría de nivel.
Y dejó de beber a los 94 años. Dicen con sorna que el alcohol conservó sus carnes, casi centenarias.
Para que luego digan ministras.



10/07/2007, 9:52




o ritman

LEYENDA

Cada colectividad organizada y cada grupo , organizado o no, tiene el justo derecho y la sana ambición de ser tan grande como sus leyendas.

Considerando eso,no éramos un gran ni sano grupo, aunque hubiera que considerar que estábamos en un bar ( de buena muerte, como Tubo decía, pero en un bar al fin y al cabo ) y que, a pesar de nuestras ínfulas filosóficas y literarias, al final íbamos allí,más que nada, por la cosa del humo y el alcohol, que es por lo que la gente indecente va a los bares.

Y la conversación.

Sin embargo nuestra leyenda, nuestra leyenda tan pequeña como nosotros, ridículos liliputienses, apenas saludaba con la cabeza, se iba a su rincón de la barra y pedía un cubalibre al grito de “¡Viva Castro!” Lo engullía de un trago y luego, más pausadamente, uno detrás de otro hasta veintinco más...en algunos casos.

Lo que oyen,amigos...Hasta veinticinco le hemos contabilizado en algunas tardes noches en las que nosotros, (sí,los pequeñitos, ya casi groggys al tercer gin-tonic), comentábamos con voces inestables la asombrosa sobriedad de aquel hombre después de siempre más de una docena de cubalibres que sabíamos generosamente cargados. Y tengo que decir que, más que por el mucho,por el buen y bien beber que tenía, acabó convirtiéndose en nuestro héroe y deseábamostodos los días verle llegar con una emoción cuasi adolescente .Lo cual, visto el lugar en donde tristemente tienen hoy día los adolescentes las euforias del alcohol ,no estaba mal traído.

Pero ya le dije que lo que admirábamos era su aguante. Y tampoco venía todos los días.- ¡Pero los que viene, carga!- apuntaba Steady, que era el encargado de llenarle el depósito y que cada vez que le veía traspasar la entrada se dirigía a nosotros con ojos cómplices y susurraba aquello de “ Y en esto llegó Fidel”.

Una vez hablamos con alguien que le conocía, un vecino de su barrio. Y nos enteró de algo sorprendente. El hombre- de acuerdo,vamos a llamarle Fidel- no tenía tan buena salud como aparentaba . Se estaba medicando para la tensión y el colesterol, padecía frecuentes colitis y parece ser que su sangre ( 6% de sangre en alcohol según nuestros exagerados cálculos) no circulaba todo lo bien que debiera.

¿Qué pasa entonces con nuestra leyenda? ¿Se estaba matando?¿Bebía para olvidar? ¿O tal vez para recordar, según de su grito se deducía, un pasado bermellón filocastrista?

Pasamos unos días bastante incómodos con nuestro mito.Porque un mito con diarrea, dígase lo que se diga, es como menos mito y pierde seguramente solidez. Con todo y con eso si hubiera desaparecido , si no le hubíeramos vuelto a ver desde ese día, e incluso,mucho mejor, si hubiera muerto, con lo mucho y bien que la muerte prematura conviene a una leyenda, el bueno de Fidel hubiera mantenido en nuestros corazones su alto status y aquel altar en nuestro recuerdo.

Lo que pasó es que, apenas unos días después de aquella revelación, nuestro hombre llegó, fue directamente a la barra, gritó su Viva Castro y pidió y consumió, uno tras otro, dieciseis botellines de agua mineral. Suficiente para colmar nuestro asombro, que, definitivamente desbordó el vaso al ver que con cada botellín pedía también un cuba libre. Y al tiempo que bebía su agua, con la otra mano iba vaciando el vaso de liquido marrón en la papelera.

Luego pagó y fuese. Y no hubo nada,más que idem,por la sorpresa Pero cuando la escena se repitió hasta tres veces más,en días alternos, al bueno de Steady, que tampoco es precisamente un dicharachero,le vinieron las ganas de comunicarse con el poco comunicativo cliente.

-No es que quiera meterme en su vida, señor. Usted me paga religiosamente...pero..¿por qué tira los cubatas?

El otro se lo dijo.

-El médico me ha prohibido ,radicalmente esta vez, el alcohol. Bajo pena de muerte, vamos. Como tantas veces. Sólo que esta vez he decidido hacerle caso.

-Ah...ah...-Steady estaba desconcertado- Eso explica lo del agua.Pero...¿pedir cubalibres para derramarlos en la papelera?

-Bueno-dijo el otro- Usted sabe lo que yo he sido . Usted mejor que nadie,pero en otros sitios también y en otros locales conocen mi aguante con la bebida.Ahora eso se acabó, ahora me ha pasado lo peor que puede pasarle a un mito...

Se quedó mirando al barman , esperando a que este completara la frase. Pero Steady no debía saber la respuesta porque la pregunta pasó a un invisible pivot que la reboteó hasta los labios húmedos de Fidel

- Sobrevivir a su propia leyenda. Por eso pidolos cubalibres, porque ahora me paseo por ahí arrastrando mi propia leyenda. Y cuando llego a las barras pido agua para mi y alcohol para ella,para mi leyenda y se la doy a beber en el lugar donde ella está,donde mi mito y mi fama han caído: la papelera.

Dicho lo cual nuestro mito , tambaleándose, ( iba a ser que le embriagaba el agua) caminó hacia la puerta y desapareció para siempre con un andar tan débil y cascado como el que creo recordar también tenía por aquellas fechas su admirado Fidel, aquel al que siempre daba vivas incluso ahora que había llegado a ser,como él, una leyenda muerta.

fgm
10/07/2007, 23:36




o ecumedesjours
o
Florence

Bajo del tren y aspiro el aroma de mi origen, regreso de un viaje tan largo como lejano.

Regreso a la tierra en que nací porque me estoy muriendo y debe ser muy incómodo, para la poca familia que me queda, la burocracia que supondrá recuperar mi cadáver y trasladarlo al panteón familiar.

Primero salí de mi pueblo rumbo a la ciudad y huyendo del hastío de mis paisanos, después la ciudad se me quedó tan pequeña que me fui a la capital donde volví a sentir lo mismo, y así fue como acabé saliendo del país donde no encontraba más que mentes arruinadas incapaces de soñar, ni siquiera pensar en una evolución. Toda mi infancia transcurrió esperando los dieciocho años que me otorgarían la libertad para salir de casa sin necesidad del permiso paterno ni materno y con su bendición.

Tengo mil oficios, tantos como ideas han ido despertando en una mente y un alma demasiado inquietas y curiosas. La curiosidad por el cuerpo humano me llevó a estudiar enfermería, entre otras cosas, después del trabajo. Comencé la aventura hospitalaria sustituyendo, sobretodo, a funcionarias enfermas por su hastío, y, por eso mismo, para escapar de él enfermaban: depresiones y neuralgias inventadas para alargar sus vacaciones y remozar sus casas. Y así fue como me convertí en una leyenda. La muerte huía ante mi presencia, en el servicio en que yo aparecía la gente dejaba de morir. Los unos sanaban mientras los otros posponían su muerte a la espera de que yo terminase mi contrato. No fue casualidad que me reclamasen para trabajar en la Unidad de Cuidados Intensivos, incluso se rumorea que fue una apuesta entre el Director del Hospital y su amigo íntimo el Delegado de Sanidad, a la que se unió todo el personal en una gran porra. Yo no era consciente, todavía, de esta morbosa situación que generaba mi presencia. Era una joven idealista y con una vocación de entrega poco común entre el resto de empleados, funcionarios con plaza fija ganada por oposición para toda una misma vida. El turno de noche comenzaba siendo ajetreado, se administraban dosis, se recogían muestras, se median, se revisaba todo, se preparaba la medicación siguiente y se dejaba todo listo para descansar un rato, tejer y jugar al parcheese. Yo paseaba por las salas, como Florence Nightingale, entre los enfermos aislados del mundo, aquellos que van y vienen, yo les otorgaba una energía vital que entonces me era desconocida. A pesar de la sedación, a uno de mis pasos suspiraban y a veces abrían y cerraban sus manos suplicando un instante de mi compañía en su sueño, mi energía, mi hálito.

Una noche llegó un joven que se convirtió en mi favorito, llegó roto, destrozado tras un accidente de automóvil del que había sido el único superviviente. Me entregué a fondo, en los turnos de noche cogía un taburete, aguja y sutura y reparaba las costuras de sus heridas superficiales hechas con urgencia aquella noche aciaga. Era un joven muy guapo, nadie daba un aliento de vida por él, pero no era su momento y no cesé en mis cuidados y, mientras enjuagaba su boca reseca con una gasa empapada en agua con una gotita de menta, sus labios se inquietaron, temblaron y supe que quería hablarme, le acaricié la frente, sonreí, le calmé, me acerqué y sentí el roce de sus labios en mi mejilla. A los pocos días recibí la noticia de mi cese ya que la enfermera a la que estaba sustituyendo volvía a incorporarse a su puesto. Estuve dos semanas soñando con D L, dándole energía y vitalidad hasta que me enteré de aquella porra que ya había comenzado a cobrarse las primeras víctimas de mi abandono. Mi ausencia comenzaba a ser letal, y decidí visitar a mi enfermo favorito. Lo encontré ya en una habitación, descansando, con la mirada hacia el final de la ventana.

- Hola D.L, ¿cómo estás?

Su rostro mostró la sonrisa de aquél que reconoce al ángel que le ha cuidado mientras vagaba perdido en un camino de niebla y de nubes. Se emocionó al reconocerme y yo era feliz por su recuperación y me apresuré a comprobar lo bien que cicatrizaban las heridas. Y así fue cómo me habló de la apuesta, ya que en su sedación el personal sanitario no contaba con que él sobreviviría para contármelo.

D.L. ganó su apuesta.
11/07/2007, 1:00




o mens_curiosa
o
LA CIUDAD DE LOS MIL OJOS BRILLANTES (o de cómo y por qué Amara se hizo leyenda)

Amara existe en algún lugar en medio del desierto. Aunque nadie se atreva a acercarse a ella por ser una ciudad distinta de las demás. Por ejemplo: está amurallada y, sin embargo, sus parapetos exhiben un sinnúmero de ventanas. No se trata de troneras o cañoneras, sino de verdaderas ventanas, con su marco, su antepecho y su dintel. Nadie comprende el sentido de que estén allí. Arruinan la función defensiva de la muralla. Y no sólo eso: las ventanas se abren y se cierran en una secuencia inversa a la que dicta la lógica. Durante el día permanecen cerradas y el color ocre de las contraventanas se confunde camaleónicamente con la piedra en la que se incrustan. Sin embargo, por la noche, la situación cambia. Con la llegada de la oscuridad, todas y cada de las múltiples ventanas se abren, dejando paso a una extraña luz blanca, parpadeante, que procede del interior de la ciudad. En la soledad del desierto Amara parece refulgir y se transforma en la Ciudad de los Mil Ojos Brillantes.
Hace mucho que nadie se atreve a acercarse a Amara y se han olvidado las rutas que un día permitieron contemplarla. Nadie ha vuelto a comprobar si Amara continúa todavía allí. Se ha convertido, desde hace tiempo, en una ciudad de leyenda. No sólo por las ventanas en sus murallas o por sus luces nocturnas. La gran pregunta es acerca de sus habitantes: ¿quién vive allí, escondiéndose de la luz del día y, en cambio, lanzando señales luminosas al amparo de la oscuridad? ¿de qué se alimentan los habitantes de Amara, ésos que nadie ha visto? Las respuestas que se ofrecen son fantásticas, escalofriantes las más de las veces. Nadie se atreve a indagar en los secretos de Amara. Es preferible pensar que la ciudad desapareció en la última tormenta de arena. Ahora ya sólo la mencionan las madres para amenazar a sus retoños. Sólo existe en las pesadillas de los timoratos. Pero nadie, en realidad, cree que todavía pueda seguir allí.
Amara perdió en una ocasión la oportunidad de regresar a la geografía oficial y ahora parece haberse instalado definitivamente en la leyenda.
Sucedió durante una singular audiencia del sultán Rashid al-Harun, el Bendecido, señor de los Cien Desiertos, entre ellos aquel donde Amara estaba situada. Un hombre le relataba al sultán sus viajes extraordinarios, prosternado sobre la alfombra, con los ojos fijos en el suelo, a respetuosa distancia. En un momento dado, el viajero admitió: “He estado en Amara”. El Bendecido pareció dudar, pero instó al viajero a proseguir. Y éste reunió ánimos para su siguiente frase, aún más perturbadora: “He estado en Amara y ellos me han ordenado que me presente aquí, para transmitir su mensaje”. El Bendecido se rebulló en su asiento. Se estremeció mientras dirigía la mirada al frente, como si contemplase una visión de pesadilla proyectada en aquel momento ante sus ojos. Sólo a duras penas logró tomar conciencia de la situación y reaccionar.
Con un mudo y elocuente gesto dio una orden a un miembro de su guardia personal, y éste se aprestó a cumplirla. El guardia se acercó en silencio al hombre que aún permanecía arrodillado, con la cabeza apoyada sobre la alfombra, y alzó su afilada arma. La cimitarra centelleó en el aire y rasgó con su silbido la quietud ominosa instalada en la sala. Cuando la cabeza del viajero rodó, El Bendecido pareció recobrar la serenidad.
Ya retirado a sus aposentos, el sultán se sumergió en una larga sesión de narguile. Al cabo de la misma, los vapores exhalados por la pipa de agua parecían haber conducido de nuevo a Amara al territorio de brumas donde habitan las leyendas. El Bendecido deseó con capricho infantil que esa noche, al cerrar los ojos, lo hicieran también con él aquellos mil ojos brillantes de la ciudad de sus pesadillas.

El corazón tiene razones que la razón no entiende



11/07/2007, 12:32




o YUYUWANA
o
¿La leyenda? Hoy el "héroe" quiere morir.

Morir no es lo peor que he hecho. Poder escoger el momento y la forma produce una especie de satisfacción final como resultado directo de poder vivir tu propia vida y vivir, por absurdo que parezca, tu propia muerte.

Escogí no morir como una vieja enfermiza sobre un atado de paja y rodeado de los que lloran y de los que se regocijan y se frotan las manos ansiosos por que des tu paso al más allá y renuncies definitivamente a tus posesiones terrenales, sean cuales fueran, por miserables que estas pudieran parecer.

Escogí no morir joven y convertirme en una leyenda inmortal para siempre, como si de un estúpido cuadro de exposición se tratase, todos imaginando que sucedió, que mano fatídica me empujó hacia una muerte pronta, si porqué los guerreros mueren jóvenes es por el mucho amor que los dioses le profesan…

Así que escogí morir de viejo, seco y terco, ronco y retorcido, como la vara que me acompañaba en mis viajes errantes. Y de terminar, terminaré enfrentándome a un enemigo, a cualquiera, no tengo manías a estas alturas, que la vida puta te enseña todo un catálogo de nuevas perspectivas sobre lo vano de las rencillas terrenales.

Me senté en el tocón, en la encrucijada de caminos donde muchos dicen que reposan los huesos de no se cual doncella ultrajada y vengada por algún héroe de alcurnia y renombre, con trazas de ser una historia tierna y trágica hasta el agotamiento. Y que nadie venga ahora a gemir a este lugar, pañuelo de advenedizos y eyaculadores emocionales, y que me dejen morir con un poco de tranquilidad.

Lo cierto es que siempre fui dado a los excesos. Y aunque los sabios no dejan de repetir que estos siempre son malos consejeros, que no te dejes arrastrar, que la virtud da la felicidad y bla bla bla, ¡paparruchas! ¿Proclamas y panfleteros, mercachifles y esnobs, mentecatos sobredimensionados. Hagan lo que quieran los vivos, que yo me monto en la bahorrina de mis excesos.

La guerra me dio la violencia gratuita. Desatada y furiosa, irrefrenable, sin motivo ni gobierno, así que me dediqué a ella en cuerpo y alma, vendiendo brazo, cuerpo y alma al mejor postor. ¿Qué importa la raza, color, o razón poderosa que tengan esos reyezuelos para emprender una guerra? Es una bestia feroz e incontenible, y yo me la tiré con ganas.

La lujuria me encontró entre desgarros. Por un tesoro entre dos piernas renuncié a una guerra y por los placeres indescriptibles de otro, la fortuna toda, que de nada sirve si te subyagas. Momentos de placer añorado vencen a las lagunas llenas de recompensas agrilletadas por los compradores de almas. Pero es lujuria vil, que dicen. Roja, la Lujuria, como la sangre…

Y la tríada de la corrupción mundana llega con el buen comer y el buen libar, y ningún lugar de los reinos mejor que aquella posada, de ratonil tabernero, con manos de mago y genio de ogro artero que se encontraba no muy lejos de este lugar, a no más de dos días de trasgo sediento.

Aquí me tienes, muerte irrelevante e irreverente, bienvenida seas, seca, por siempre sedienta de “más de esto y de lo otro”. ¿Mi enemigo? Enfrente lo hallo, camino marcado que los pies hollasteis, compartiendo suerte y fortuna por los siglos de los siglos, tremendos compañeros y conspiradores de debilidades, vendidos por el que serpentea y no termina. El camino, ese nudo gordiano…



11/07/2007, 19:17




o ElisabethBennet
o
Una pequeña historia

Son las nueve de la mañana y me dirijo al trabajo, como otro día cualquiera. Cruzo el puente, la brisa fría me hace despertar pero sin embargo sigo con mis pensamientos...

A la hora de comer quedo con las compañeras de trabajo en el restaurante, pequeño pero acogedor de enfrente. Hemos hablado de lo que haremos este fin de semana, Ana tiene la fiesta de despedida de una amiga, Luisa se queda en casa, el bebé es aún pequeño y tiene que atenderle, y Marisa acaba de separarse y por cualquier comentario llora... yo siempre me quedo como ausente, hablando con mi ensalada, con mi filete con patatas, les digo que estoy bien, que todo pasará, no tengo que hacer caso de los rumores de las vecinas, ni de los rumores de las cotillas de mis compañeras de trabajo, que aunque parece que todo es normal, no dejan pasar el comentario, esperan a que no este para hablar de mi caso, “pero mira que es rara, ¿no tiene familia? Pobre, si es que no es de este país, las razas es lo que tienen...

No saben que hace un año dejé mi pueblo, dejé a mi esposo, deshonrando a mi familia, mis pobres padres... no se si aún pueden soportar la vergüenza... dejarán de salir a la calle, mi madre puede que se ponga de luto, me dijo que para ella yo había muerto, cuando desde el aeropuerto le dije que me marchaba. Yo, con mi pequeña bolsa Adidas como único acompañante, y mi elefante de marfil, el que me regaló Jagjit cuando vino de permiso. Mi hermano Hagjit, el seguro que me comprendería...

Toda mi historia queda lejos, lejos del hombre que despreciaba, el hombre que cuando nos casamos ponía palabras de amor en su boca, pero, ¿cómo amar a un hombre que ví en una foto y que fue concertada la boda cuando tan solo tenía trece años? Yo no soy como ellos, viví en su mundo, me educaron en la creencia de tener que respetar y amar al hombre que ellos eligieran para mí, pero mi espíritu viajaba más lejos, mi alma sólo quería sentir amor, ser libre para escoger y no me dieron esa oportunidad.

Ahora, después de dos años aquí tengo un trabajo estable, una pequeña casa de alquiler donde poder vivir con dignidad, y mi historia que día a día, poco a poco, de realidad va convirtiéndose en leyenda.

11/07/2007, 21:56




o Rylogex
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Hoy la vi.

Una mujer, de manera compulsiva, activa, una y otra vez, la tecla “repeat” del reproductor de audio de un monovolumen color verde aceituna. Las lágrimas cubren su rostro bello y maduro. Reclina la cabeza hacia atrás, como queriendo retrotraerse a un tiempo muy lejano, casi perdido en los anaqueles de su memoria:

Mil novecientos ochenta y cuatro rasgaba sus primeros acordes la noche en que sonó el teléfono en casa de Enrique. La voz de Eloisa, llorando al otro lado del cable, endosaba un gancho directo al mentón de de un alma atormentada:

-No puedo volver a verte. Por favor, no me lo hagas más difícil. Adiós.

Después, el repicar de la línea en código morse, tartamudeando: fin, fin, fin…Enrique permaneció inmóvil durante un tiempo indeterminado: segundos, minutos, quizá años…

Hacía meses que Eloisa meditaba terminar la relación. Había querido a aquel chaval, frágil y enigmático, dotado de una potente personalidad y una mirada profunda, que escribía canciones tan bellas escupiendo a la alegría. Pero el globo había terminado por pincharse. Su adicción a la tristeza, combinada con sustancias poco recomendables, había agudizado su continua tendencia a la inestabilidad. Le había cambiado el carácter, acentuando su lado más propenso a la melancolía y el aislamiento. Enrique sólo encontraba su sitio en los besos de Eloisa, en esa forma de verse reflejado en su mirada, donde todas las piezas encajaban. Ella fue, sin ninguna duda, el gran amor de su vida.

Transcurrió rápido el tiempo para Eloisa. Enrique quedó en el recuerdo como un amor de adolescencia, sin más poso que el que deja la espuma en una caña bien tirada. Él, sin embargo, jamás lo superó. Durante demasiados años llevó tatuado a fuego el estigma de aquel primer amor. Luego se refugió en los bares. En las canciones. En la melancolía…

A pesar de todo, lo único que Enrique jamás le perdonó, fue el hecho de haber cortado la relación por teléfono. Se consolaba pensando que lo hizo obligada por sus padres, que se negaban a aceptar a aquel chaval taciturno y pendenciero, que hilvanaba quimeras a los ojos de su hija.

Sus vidas no volvieron a cruzarse hasta quince años después, en octubre de 1999. Fue una noche en el Honky, por casualidad. Charlaron brevemente en un encuentro frío, casi aséptico. Ella quedó en llamarle un día, para tomar café. Pero aquella llamada nunca se produjo…

Un mes después, el 17 de noviembre de 1999, Enrique fue encontrado muerto en un portal de Malasaña, a causa de un explosivo cóctel , mal calibrado, de alcohol, ansiolíticos, barbitúricos y otras sustancias. En el bolsillo de su camisa hallaron un papel manuscrito, con un tema que había grabado días atrás.
……………………

Por enésima vez, aparcado en algún lugar de Malasaña, en el reproductor de audio de un monovolumen color verde aceituna, se escucha esta desgarradora canción :

"Hoy la vi,
la nostalgia y la tristeza suelen coincidir.
Se rompieron mis esquemas,
después comprendí
que si ahora estoy así
es porque hoy la vi.

Y aunque no lo siento
luego no pude dormir,
y las puertas del recuerdo
cedieron al fin
y aquel miedo que sentía
hoy vuelvo a sentir.

Hoy la vi,
han llovido quince años
que sobreviví ,
yo creía que sabía
y nunca aprendí
que si ahora estoy así
es porque hoy la vi..."

(En memoria de Enrique Urquijo, líder de “Los Secretos” y “Los problemas”, fallecido en Madrid el 17 de noviembre de 1999 ,a la edad de 39 años).-



11/07/2007, 21:58




o Estella_Maris
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Soy perro viejo

Perro viejo dicen que soy los que trabajaron a mi lado tantos años y aunque peque de inmodestia he de confesar que tienen toda la razón los que así hablan. El que no se convierte en un perro viejo en esta profesión no tiene nada que hacer en ella, ningún indicio, ninguna huella vale nada si no intuyes, si no doblegas las debilidades humanas. Yo he sacado la inmundicia que había en el interior de hombres intachables y he jugado con la bondad y los sentimientos de asesinos atroces; las más de las veces he tenido que tapar la verdad sobre los primeros en aras de un mal entendido bien comunitario y he dejado que los segundos en muchas ocasiones cargasen además con culpas ajenas sin poder evitarlo.

Mi retrato ya cuelga en un lugar de honor junto a los de otras viejas leyendas, algunos de los cuales todavía vegetan en este mundo rumiando sus cuitas como seguramente haré yo dentro de poco. He sido un tipo duro e implacable y lo seré mientras ostente este cargo y el poder que me da, el poder es ya lo único que me queda. Esos policías que recién entran en el cuerpo son como monaguillos inocentes que creen que pecan porque dan rienda a sus instintos juveniles y se saltan las normas para deslumbrar a cuatro tangas por encima de unos pantalones ajustados; pronto se les acabará la tranquilidad en sus conciencias y sacaran la bestia real que llevan dentro, eso o quedarse para los restos vigilando el tráfico en las calles, aquí no hay sitio para los débiles o los peliculeros incautos, los poetas que se queden en casa.

Este es mi último año, todo se acaba en algún momento, los humanos no somos imprescindibles e insustituibles y vamos a dejar a un lado toda esa basura del deber cumplido y demás chorradas para los oradores profesionales, esto es un trabajo como otro cualquiera que te obliga a madrugar y trasnochar para ganarte las alubias, lo demás son batallitas para recordar con nostalgia aquellos malos momentos que ahora decimos que fueron buenos ¿O es que alguien cree que es agradable tratar todo el día con gentuza y delitos graves y aguantar además las suspicacias de jueces y familiares de víctimas y acusados? Y lo peor de los últimos tiempos… tratar con politicastros de tres al cuarto que se creen que pueden venir a decirte cómo tienes que llevar el departamento, que si déjese ayudar por la última tecnología, que si las pruebas de laboratorio son muy importantes, que si ha de colaborar con la policía científica… Eso para los abogados y que Dios los confunda, a mi me basta con mirar a la cara a un asesino para saber que ha matado y con un interrogatorio bien llevado en el que acabe confesando también el porqué lo ha hecho.

Las satisfacciones de la profesión yo no las conozco, una leyenda no se crea dando de comer migas de pan y la mano dura con la que tienes que ejercer el poder de este cargo no engendra simpatías ni grandes amistades. No me conduelo de ello, las cosas son como son y hay que apechugar con lo que a uno le ha tocado en el sorteo, hay quien obtiene peores resultados en esta vida sin buscárselos siquiera. En realidad tengo ganas de irme y desligarme por fin de todo este enredo; antes de acabar en un asilo contando batallitas que nadie quiera escuchar, quiero empezar a perder mi tiempo sin obligaciones de ningún tipo, sin horarios, sin tener que afeitarme cada día o tener que comer a una hora determinada, sin tener que dar explicaciones de mis actos o por la falta de ellos, y como no he tenido apenas momentos para cultivar la originalidad, tal vez en mi próximo destino se me encuentre pescando sobre alguna vieja barca en algún río perdido entre montañas, tal vez como hicieron otros tantos policías de leyenda anteriores a mi…



11/07/2007, 23:10





o BLANKA-L
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VOTACION CCCIII TINTERO VIRTUAL.- Leyenda
Tenemos todo el día de hoy jueves, hasta las doce de la noche, para votar los relatos del CCCIII Tintero Virtual que nos propuso el buen Incuus para saber si nos apetecía ser leyenda... Difícil, pero si queremos hacer historia, eso sí podemos: votando con un 5 al relato que más nos guste, 4 al siguiente, y así durante 3, 2 y 1 puntos.
Ser historia lo tenemos mucho más fácil: mañana mismo, viernes, cuando se cierre la votación a las 00:01, se haga el recuento de votos y se proclame ganador, esta edición será historia.
Nota.- las 00:01,00 que digo, son aprox. porque el reloj de esta Terra va con el sol, como era de esperar.
Valor y suerte.




12/07/2007, 9:44
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o gemmayla
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Re: VOTACION CCCIII TINTERO VIRTUAL.- Leyenda
Jobarrrrrrrrrrrrrrr, lo que me ha costado votar, joderrrrrrrrrr!!!
INCON 5 (me pierde el mundo clásico greco-latino. Chapeau x ti !!!)
BLANKA-L 4 (Jamía, al siguiente evento literario que planeo acudir, es al tuyo, que lo sepas -al tuyo y al de VICHOFFF. Espero que no coincida en lugares y fechas, que si no me organizo muy malamente y no remuevo el fondo de armario)
RYLOGEX 3 (No he llorado nada, pero nada. Eso es buena señal...Tu estilo me recuerda al de SEMENTERIO. Que por cierto "onde andará".)
YUYUWANA 2 (Que bien podría ser un 5 o un 10 o una M.H. Enhorabuena !!!)
Estella Maris 1 (No tengo palabras, aunque me sí me faltan votos para todo el mundo)
Me ha costado mucho votar, joderrrrrrrr !!! Hoy "stoi tacona", con el permiso de la autoridad y sin él !!!
Salud e inspiración para todos y muy felices vacaciones. La olita de calor viene la semanita que viene !!!





12/07/2007, 16:53
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o BLANKA-L
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Re: VOTACION CCCIII TINTERO VIRTUAL.- Leyenda
qué difícil es votar
5 - RITMAN
4 - MENS-CURIOSA
3 - YUYUWANA
2 - ELISABETH BENNET
1 - ESTELA MARIS




12/07/2007, 19:13
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o ecumedesjours
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V

1 ---------- estresado
2 ---------- mens curiosa
3 ---------- gemmayla
4 ----------- incongruente
5 ---------- ritman
salud y mar




Archivado en: votos
12/07/2007, 19:58
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o Rylogex
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Votos.
Ritmanblue....................5 puntos.
Estrella_Maris...............4 " .
Blanka-L.......................3 " .
Gemmayla....................2 " .
Ecumedesjours.............1 " .


Saludos.



12/07/2007, 19:59
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o mens_curiosa
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votos "legendarios"
El 5 es para Blanka-L
El 4 es para Estresado
El 3 es para Estella Maris
El 2 es para Ritman
El 1 es para Yuyuwana
La enhorabuena es para todos
El aprieto de votar es para mí!!!!

El corazón tiene razones que la razón no entiende



12/07/2007, 21:26
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o YUYUWANA
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Mis votos son los siguientes:

5 para Mens-curiosa, por su ambiente, por su fantasía, por su desenlace.
4 para Blanca, por su originalidad.
3 para Rylogex, Sobre todo por la primera parte.
2 Para Ritman, aunque me encantaría ver un relato cuajado.
1 Para ElisabethBennet, por una pequeña historia

Miles de parabienes para todos los demás, buenas letras, salud y paz



12/07/2007, 22:19
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o ritman
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08/04/2006
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o 350 puntos
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Re: Votikos

estresado 5
yuyuwana 4
estella.maris 3
mens curiosa 2
rylogex 1

And yes, there's something
you can send back to me,
Spanish boots of Spanish leather.



12/07/2007, 23:00
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o Estresado
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05/04/2006
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o 997 puntos
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Votos.
Blanka.................5 votos
Mens Curiosa ........4
Yuyuwana............3
Gemmayla..........2
Incongruente............1
Fue bello mientras duró la noche y la charla.



12/07/2007, 23:03
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o Estella_Maris
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21/09/2006
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Votación
Gemmayla 5
Incongruente 4
Ritman 3
Estresado 2
Mens-Curiosa 1



12/07/2007, 23:30
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o BLANKA-L
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Re: VOTACION CCCIII TINTERO VIRTUAL.- Leyenda
Resultados:
22 votos ............. RITMAN ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ *********************
21 ..................... BLANKA-L
18 ..................... MENS-CURIOSA
14 Incongruente, 13 Yuyuwana, 12 Estella_Maris Estresado y Gemmayla, 7 Rylogex, 3 ElisabethBennet, 1 Ecume
No hay nadie para el Club del Cero esta semana :)
RITMAN, vive tu leyenda¡¡¡¡

13/07/2007, 8:08